El ministro de Industria, Joan Clos, evitó ayer asumir responsabilidades por el grave apagón que sufrió Barcelona la semana pasada. En su comparecencia en el Congreso, Clos reconoció que aún no sabe las causas que provocaron la caída del cable y los fallos en cadena del sistema y contraatacó las críticas de la oposición anunciando que acelerará las inversiones en toda España para evitar nuevos apagones.
El ministro no quiso asumir responsabilidades políticas ni tampoco se atrevió a juzgar la actuación de las dos compañías implicadas, Red Eléctrica (REE), responsable del transporte, y Fecsa-Endesa, distribuidora del servicio a toda Cataluña.
Frente a las fuertes críticas de los diputados del PP, CiU y ERC sobre el apagón, en particular, y la política energética del Gobierno, en general, Joan Clos defendió la actuación del Ejecutivo, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona en la gestión de la crisis. «A la hora y media del accidente estábamos en el Centro de Emergencias el consejero de Interior de la Generalitat, el alcalde de Barcelona y el ministro que les habla», se defendió Clos, que además destacó la «coordinación sin ninguna fricción» entre las administraciones.
Pero en lo referente a las responsabilidades empresariales y a las causas del apagón, Clos no pudo aportar luz alguna a lo ocurrido. Han pasado más de siete días desde que el lunes 23, a las 10.53 horas, se cayera el sistema y ni el Gobierno ni los informes técnicos de REE y Fecsa-Endesa han aclarado las causas del accidente ni por qué fallaron los protocolos de protección que permitieron que se propagara el apagón a gran parte de Barcelona.
Clos sólo pudo avanzar en su comparecencia -a petición propia- en la Comisión de Industria que en apenas 3,5 segundos se produjeron tres cortocircuitos. La red eléctrica se repuso a los dos primeros pero el tercer corte, ocurrido a los 3,2 segundos de la caída del cable sobre la subestación de Collblanc, fue imparable. El sistema nada pudo hacer para que este último cortocircuito provocase el incendio de la subestación de Maragall, en el centro de Barcelona.
El ministro dejó en el aire tres preguntas que aún no tienen respuesta: «¿Por qué cayó el cable [de Fecsa sobre la subestación de REE]?, ¿por qué pudo caer sobre la estación de alta tensión? y ¿por qué se incendió la estación de Maragall?». Así las cosas, el ministro afirmó que hasta que la Comisión Nacional de la Energía no concluya el expediente informativo abierto a REE y Fecsa no podrán «delimitarse responsabilidades».
Lo que sí descartó Clos fue que detrás del apagón esté la falta de inversiones en la red eléctrica. «Podemos hablar sobre la inversión en general del sistema eléctrico de nuestro país, pero en esa dirección no encontraremos la solución al accidente de Barcelona», concluyó.
Pese a que ésta no sea la causa, según el ministro, en lo único que coincidieron ayer todos los partidos políticos (incluido el PSOE) fue en que la red eléctrica española necesita fuertes inversiones para evitar los ya desgraciadamente tradicionales apagones, ya sean por unas causas o por otras. Por eso, Clos acudió al Congreso pertrechado bajo un nuevo Plan de Infraestructuras Energéticas que se «acelerará al máximo».
El ministro afirmó que, desde principios de este año, el Gobierno trabaja en este nuevo plan de inversiones para la ampliación y mejora de la red eléctrica española. Inicialmente, el periodo del plan abarcaba desde 2011 a 2021, pero hace unos meses el Ejecutivo decidió adelantar su revisión. Según Clos, que no precisó la cuantía presupuestaria de que dispondrá el plan ni los objetivos concretos que persigue, el periodo de actuación se ha adelantado a 2007/2016. El proyecto será enviado para su aprobación en las Cortes a finales de año.
Tras la intervención de Joan Clos llegó el turno de réplica. El portavoz del PP, Fernando Castelló, dijo que el apagón de Barcelona supone la «esquela definitiva» y el «réquiem final» de la política energética de este Gobierno. «Lo que ha ocurrido en Barcelona tiene mucho que ver con lo que han hecho en el sector eléctrico. Han dilapidado toda la legislatura», reseñó Castelló en clara referencia a la política intervencionista practicada por el Gobierno en la OPA sobre Endesa. El PP cree que en la crisis del apagón, el Gobierno ha sido «cobarde, negligente e incapaz de dar la cara».
Josep Sánchez Llibre, portavoz de CiU, aseguró que «los catalanes estamos hartos», y hay un «cabreo monumental», por las constantes averías de la red eléctrica y los transportes. Acusó al Gobierno de «racionar» las inversiones en Cataluña, idea también defendida por Jordi Ramón, diputado de ERC. Este último pidió la «responsabilidad subsidiaria» del Estado para sufragar los daños a la imagen de Barcelona, su turismo y su industria. Ramón llegó a proponer que la Generalitat intervenga en Red Eléctrica (el Estado controla un 20% de su capital) para descentralizar sus decisiones, ya que, según su análisis, la raíz del problema está en que tanto REE como Fecsa-Endesa están controladas desde Madrid.
El ministro destacó las fuertes inversiones realizadas por REE en Cataluña en los últimos años, dijo que su objetivo es dotar a la red española de la misma calidad que la francesa, alemana o inglesa entre 2009 y 2010 y volvió a incidir en que la red es una malla que no distingue de fronteras a la hora de las inversiones, que se financian a través de las tarifas, no a través de los Presupuestos.