MARCOS IRIARTE
BILBAO.-
El PSN dio ayer un puñetazo sobre la mesa y, pese a los recelos del PSOE, un paso de gigante hacia la conformación de un gobierno con Nafarroa Bai e IUN en Navarra. Tras escuchar el decálogo de condiciones que Miguel Sanz les exigió por la mañana para cerrar a un acuerdo con ellos a cambio de no repetir la convocatoria de elecciones, el secretario general del PSN, Carlos Chivite, rompió la baraja y advirtió a Sanz de que los socialistas sólo apoyarán un Gobierno de UPN en minoría si se cumplen siete puntos, inasumibles para los regionalistas.
En primer lugar, los socialistas navarros exigen a UPN «que rompa el pacto político, electoral e institucional» que desde 1991 mantiene con el Partido Popular y que se «desvincule de la estrategia política y electoral y del discurso provocador» del PP, valorando la posibilidad de abandonar «desde ahora la disciplina» de voto del PP en las Cortes.
También reclama Chivite de UPN que «pida disculpas públicas» a todos los navarros, y en especial a los votantes del PSN «por su agresiva precampaña y campaña», y retire cuantas mentiras, insultos y descalificaciones que, a su juicio, ha vertido, «especialmente» los de la manifestación que convocó para exigir al Gobierno que no utilizara Navarra en su negociación con ETA.Pero, además, el PSN advirtió a Sanz de que debe «comprometerse a apoyar con lealtad al Gobierno de España en sus políticas por la paz y contra el terrorismo» en su empeño por «alcanzar la paz total, definitiva e irreversible al que la inmensa mayoría de los ciudadanos aspiramos».
Los regionalistas deberían también, entre otras cosas, comprometer «su apoyo a los próximos Presupuestos Generales del Estado».
Tampoco quieren los socialistas renunciar a «un derecho político como es la moción de censura».
Estas siete exigencias de Chivite llegaron después de que en la sede del PSN se interpretara el decálogo que Miguel Sanz hizo público por la mañana como una estrategia que, «lejos de estar orientada a la configuración de un gobierno estable y gobernable» estaba dirigida «a forzar la repetición de las elecciones».
El puñetazo sobre la mesa dado ayer por Chivite contrasta con la directriz de dejar gobernar a UPN que la dirección del PSOE le transmitió a él y a Puras, pese a ser contraria a lo aprobado por el PSN.El sector crítico del PSN, afín al pacto con NaBai e IUN, presentó ayer las firmas suficientes para forzar a la dirección a convocar un Comité Regional con el que espera retomar las conversaciones con NaBai.
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