Sin control y alentados por el viento, los fuegos se extendieron todavía más y obligaron a 14.000 personas a abandonar sus hogares. En Gran Canaria, 20.000 hectáreas de pinares han quedado convertidos en cenizas. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, calificó de «suma alarma» la situación en Tenerife, donde se han perdido más de 15.000 hectáreas.

Mientras, el presidente del PP, Mariano Rajoy, atacó la «ineficacia» de un Gobierno que, en su opinión, es incapaz de «dar respuestas a los problemas», e insistió en pedir la creación de un Centro Nacional de Gestión de Crisis que haga frente a desastres como el de Canarias. Durante un acto público que tuvo lugar durante una visita al municipio malagueño de Mijas, Rajoy se mostró convencido de que «son demasiados los problemas a los que el Ejecutivo es incapaz de dar respuesta».«Se lo hemos advertido con los incendios», manifestó el máximo dirigente de los populares. «Hubo unos fuegos descomunales en Andalucía, en Galicia y en Guadalajara, y ahora los hay en Canarias y también en Andalucía».

Así, recordó que han trasladado al Ejecutivo «hasta la saciedad y en infinidad de ocasiones» la necesidad de la creación de un centro que se encargue de este tipo de emergencias a nivel nacional, ya que «un ayuntamiento o una comunidad no puede tener los medios para prevenir y atender las catástrofes que se pueden producir».«Queremos gobiernos que estén a la altura de las circunstancias», insistió Rajoy.

Desde que se originó el incendio de Gran Canaria, el pasado viernes, ya han sido evacuadas cerca de 14.000 personas. De ellas, 2.000 fueron desalojadas el lunes y la situación de alarma provocó ayer que otros 3.200 vecinos tuvieran que salir de sus casas de forma urgente.

No ha habido víctimas mortales pero, según el presidente del Gobierno insular, Paulino Rivero, se ha producido una auténtica «catástrofe natural».

En este sentido, la Fundación Canaria para la Reforestación Foresta estimó que el fuego ha destruido más de un tercio de la superficie forestal de Gran Canaria y ha puesto en riesgo la supervivencia de una treintena de especies de fauna y flora endémicas, informa Efe.

Entre ellas destacan los pinares naturales mejor conservados de la isla, que forman parte de la reserva natural integral de Inagua y del pinar de Ojeda, seriamente afectados. O los bosques de Icod y los municipios limítrofes, en Tenerife, que constituyen, por extensión, la mayor masa forestal de Canarias.

El fuego también quemó el 65% del parque zoológico y botánico Palmitos Park, en Gran Canaria, y afectó al 60% de las especies. Muchas de las aves tuvieron que ser soltadas.

Asimismo, dos soldados de la Unidad Militar de Emergencia (UME) resultaron heridos leves al volcar el vehículo autobomba con el que participaban en la extinción, aunque fueron dados de alta horas después y se reincorporaron al trabajo. Unos 300 militares de esta unidad especial trabajan repartidos a partes iguales en las dos islas.

La Consejería de Sanidad tuvo que reforzar la atención sanitaria en varios municipios. No fue en vano, porque 26 personas -además de los dos soldados- fueron asistidas en Gran Canaria y en Tenerife por heridas de diversa consideración relacionadas con los incendios. En general, fueron quemaduras leves, ampollas y cuadros de ansiedad, hipertensión y problemas respiratorios, aunque uno de los atendidos sufrió quemaduras de segundo grado.

Las infraestructuras también se vieron afectadas y casi una decena de carreteras fueron cerradas al tráfico en las cumbres de las dos islas.

El foco más intenso en Gran Canaria se encontraba en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, mientras la situación mejoraba en Tejeda, Mogán y La Aldea de San Nicolás. La preocupación se centró en la zona alta del municipio de Santa Lucía, que estaba en alerta preventiva ante la posibilidad de que las condiciones meteorológicas dirigieran el fuego hacia el casco histórico.

Sin embargo, el presidente del Cabildo insular, José Miguel Pérez, anunció anoche la detención del avance de media decena de focos, dio el incendio por estabilizado y vaticinó que la situación iba a mejorar.

En Tenerife, el fuego se mantenía vivo en Los Realejos, Icod de Los Vinos, Santiago del Teide y Guía de Isora. Un nuevo conato se declaró por la noche en Tacoronte, al norte de la isla. El perímetro afectado era de 72 kilómetros. Un total de 8.500 vecinos fueron desalojados por la voracidad del fuego, que hizo que se perdieran las comunicaciones y la conexión de telefonía móvil en la zona de Bolicos.

Por su parte, el consejero de Presidencia del Gobierno de Canarias, José Miguel Ruano, afirmó anoche que «existe la sospecha de que el incendio de Tenerife también pueda ser un fuego provocado», informa EfeDe la gravedad de los incendios habló Narbona, desplazada a Gran Canaria en un viaje de urgencia. La ministra anunció el envío de más medios aéreos y humanos de su Departamento, que se sumarán a los 400 efectivos, tres helicópteros, un avión y 13 vehículos que el Gobierno estatal ha movilizado ya.

La buena noticia fue que el incendio de La Gomera, que obligó a desalojar a 100 personas y quemó unas 60 hectáreas, ya está controlado.

Sin embargo, el fuego también dio problemas en la Península, sobre todo en Aldeadávila de la Ribera (Salamanca), en donde el alcalde advirtió a los vecinos de una posible evacuación por un incendio que anoche estaba a dos km. del casco urbano.