Las 35.000 hectáreas de pinares quemadas por los dos incendios más devastadores de la historia de Gran Canaria y de Tenerife aún humeaban cuando el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, visitaron las islas.
Sobre el terreno hecho cenizas, Zapatero prometió a los afectados que recuperarán «todo aquello que hayan perdido». Para que esto ocurra, el Gobierno aprobará mañana, en un Consejo de Ministros extraordinario, un decreto ley con ayudas económicas sin límite, pero con cargo al Presupuesto, para compensar «por los daños causados por el fuego». Sigue en pág. 8
El decreto ley que aprobará el Gobierno entrará en vigor el próximo lunes e incluirá bonificaciones fiscales, ayudas a quienes hayan perdido su empleo y fondos para recuperar las infraestructuras dañadas y para las personas que se han quedado sin sus viviendas.
«Será un decreto ley amplio, que contemplará todas las posibilidades de los daños causados, todos los supuestos» y sin límite presupuestario, aseguró Zapatero.
Zapatero visitó ayer Tenerife y posteriormente se trasladó a Gran Canaria, donde se reunió con el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el delegado del Gobierno en las islas, José Segura, en el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad del Gobierno insular.
El jefe del Ejecutivo se mostró muy afectado por la visión desde el aire de las zonas calcinadas al sobrevolar el archipiélago. «El daño que produce es desgarrador», dijo, aunque confió en que las 35.000 hectáreas quemadas se regeneren pronto.
Para ello, el Gobierno prevé un plan de recuperación medioambiental de las zonas quemadas, aunque todavía hará falta algún tiempo para evaluar los daños ambientales provocados por el fuego.
También anunció la creación en Tenerife de una base de la Unidad Militar de Emergencia (UME). Esta unidad del Ministerio de Defensa, que ahora cuenta con 800 efectivos, se verá incrementada hasta alcanzar los 4.300 soldados.
Y aprovechó para lanzarle un mensaje al presidente del PP, Mariano Rajoy, que el martes acusó al Gobierno de haber sido «incapaz» de gestionar los siniestros, informa José Luis Cámara.
Zapatero indicó que el líder de los populares «ha vuelto a caer en su estrategia de primero criticar y después analizar». «Antes de pronunciarse hay que conocer bien las cosas, puesto que el Gobierno de Canarias, en el que participa el PP, ha sido el primero en destacar la coordinación y la eficacia del Gobierno central», añadió.
Y rechazó la idea planteada en numerosas ocasiones por el PP de crear un Centro Nacional de Gestión de Crisis porque «sólo produciría más burocracia».
Pero, sobre todo, el presiente hizo hincapié en que la Justicia actuará para que «todo el peso de la ley y el Código Penal caigan» sobre el «desalmado» que presuntamente provocó el incendio que comenzó el viernes en Gran Canaria. Su actuación le va a costar al detenido, el vigilante forestal Juan Antonio Navarro Armas, «muchos años de cárcel».
Mientras tanto, parece que el fuego declarado el lunes en Tenerife también fue intencionado. El presidente del Cabildo, Ricardo Melchior, explicó a EL MUNDO que están muy cerca de detener al presunto autor del fuego.
Melchior dijo que «no es casualidad» que este incendio comenzara en la zona de los Campeches, en el municipio de Los Realejos, ya que en los últimos años se han producido más de 100 conatos de fuegos provocados en este lugar, y el último, apenas 24 horas antes. Añadió que el que los provoca probablemente es conocedor de los montes de la isla, lo que dificulta su identificación.
Ayer se daba por controlado el fuego en Gran Canaria, que, según los datos de la Comisión Interministerial de Coordinación para la Prevención y Lucha contra Incendios Forestales, que se reunió en La Moncloa, ha arrasado 20.000 hectáreas y ha obligado a marcharse de sus casas a 5.000 personas.
Mientras, el incendio de Tenerife fue estabilizado tras quemar 15.000 hectáreas. El número de evacuados en esta isla asciende a 8.500 y muchos de ellos también pudieron volver a sus domicilios, salvo algunos habitantes de Masca e Icod de Los Vinos, el municipio más afectado en número de hectáreas.
El notable descenso de las temperaturas registrado en el archipiélago permitió controlar los fuegos. «¡Benditos alisios!», expresó el propio Zapatero.
Pinares, frutales, cultivos, corrales, granjas y hasta viviendas han desaparecido en muchos puntos de las islas devorados por las llamas. Los daños aún no han sido evaluados, pero suponen la mayor catástrofe ecológica registrada en Canarias.
No obstante, el presidente del Cabildo tinerfeño insistió en que el fuego, en muchas zonas, ha pasado de copa en copa, «por lo que los árboles podrán recuperarse en un año». El portavoz de Los Verdes en esta isla, Octavio Hernández, apuntó, en la misma línea, que «a mayor velocidad de expansión del fuego, menor es su capacidad de penetración, por lo que buena parte del bosque quemado podría recuperarse en un plazo de cinco a 10 años».
El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, aprovechó para pedirle a Rodríguez Zapatero que los dos helicópteros Kamov y el avión contraincendios de carga en tierra que el Gobierno envía a Canarias cada verano se queden en el archipiélago.