El cruce de órdagos entre los socialistas navarros y los regionalistas de UPN culminó ayer con una resolución adoptada por sorpresa por la Comisión Ejecutiva Regional del PSN, que expresó su «criterio favorable» a la «posible formación de un gobierno de cambio, convivencia y progreso» con Nafarroa Bai e Izquierda Unida.
La declaración política hecha pública anoche por la dirección del PSN, a la que se adhirió por unanimidad el Grupo Parlamentario Socialista en la Cámara autonómica, también expresa su «confianza» en que la Comisión Ejecutiva Federal -a la que compete establecer la política de pactos- respalde esta decisión, pese a las reticencias que ha expresado a esta opción durante las últimas semanas.
La decisión de la cúpula de los socialistas navarros será analizada durante los próximos días por la Ejecutiva Federal del PSOE. No obstante, fuentes oficiales de Ferraz ya señalaron anoche, tras conocerla, que «las circunstancias no han cambiado», lo que indica que Ferraz no avalará el acuerdo con NaBai, informa Agustín Yanel. La Ejecutiva Federal adelantó días atrás que era favorable a dejar gobernar en solitario a UPN.
El dirigente de NaBai Maiorga Ramírez saludó la toma de postura de los socialistas navarros ya que, según dijo, la coalición vasquista «se ha mostrado en todo momento partidaria de un cambio político», tras lo que agregó que «si la decisión del PSN resuelve la ambigüedad que ha demostrado en las últimas semanas, es una noticia positiva», informa Efe.
La Ejecutiva Regional del PSN se remite a su propuesta formulada el pasado 5 de julio para la posible constitución de lo que dio en llamarse un «gobierno de cambio para la convivencia y el progreso en Navarra», por la que ofreció un reparto de consejerías en un Ejecutivo que estaría presidido por el candidato socialista, Fernando Puras, y que contaría con una parte importante de consejeros independientes. Maiorga Ramírez anunció ayer que esa opción sería «inasumible».
La propuesta del PSN ya fue rechazada en julio por NaBai e IUN, hecho que alejó las posturas entre las partes hasta ayer, día en que la Ejecutiva regional socialista reiteró que «los acuerdos susceptibles de ser alcanzados sobre esa base se ajustan al programa electoral» de su partido y «responden a las expectativas de cambio ofrecidas por el PSN».
El 'riesgo' de elecciones
La decisión de los socialistas navarros se produce después de que UPN incidiera en el revuelo interno que causó la pretensión inicial del PSN y planteara una serie de exigencias bajo la amenaza de convocar nuevas elecciones, una opción que podría resultar nefasta para los intereses electorales de Fernando Puras.
Entre esas condiciones, los regionalistas exigieron al PSN un compromiso en el que renunciara a promover una moción de censura, una vez constituido el Ejecutivo foral; que respetara la Ley del Vascuence y su actual zonificación; que apoyara a un «gobierno de convivencia y de corte constitucionalista», y rechazara respaldar cualquier propuesta de creación de órganos comunes con el País Vasco o de gestión de competencias propias o delegadas.
Y la respuesta fue igual de contundente. El PSN respondió con otra lista de exigencias, igual de inasumibles, entre las que se encontraba la de «romper» con el PP y pedir «disculpas» a los votantes de su formación por la campaña de «mentiras», especialmente las empleadas para reclamar al Gobierno que excluyera a Navarra de sus supuestas negociaciones con ETA.
Por su parte, el alcalde de San Sebastián, el socialista Odon Elorza, tachó ayer de «un gran error» la decisión del PSN y señaló que «es evidente» que hay un conflicto interno en el partido.
En una entrevista en Radio Euskadi, Elorza manifestó su desacuerdo con las negociaciones que ha desarrollado su formación en Navarra. «Con estos bandazos y la falta de criterio [el PSN] «no va a levantar cabeza», dijo.
El alcalde de San Sebastián añadió que el PSN «ha desautorizado» a las cabezas del partido, y explicó que «es evidente» que hay un conflicto interno.