La Ejecutiva Federal del PSOE ha citado hoy en Madrid a los dirigentes del partido en Navarra para comunicarles su decisión sobre «la situación política» que se vive en esa comunidad, en la que no ha sido posible constituir el nuevo gobierno desde los comicios de mayo.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pasó ayer de puntillas sobre el polémico órdago que han planteado los socialistas navarros al PSOE. Dijo que él no irá a esa reunión «por problemas de agenda», por lo que deja «en manos» de su número dos, José Blanco, el probable veto que la Ejecutiva Federal presentará a sus colegas de Navarra.

El pasado miércoles por la noche, la dirección del Partido Socialista de Navarra (PSN) anunció su «criterio favorable para la posible formación de un gobierno de cambio, convivencia y progreso con NaBai e IU». Además, mostró su esperanza en que la Ejecutiva Federal socialista -que es la que decide las alianzas con otras formaciones políticas- respalde su propuesta.

José Luis Rodríguez Zapatero dijo ayer que la dirección federal del PSOE «escuchará las razones» de los socialistas navarros para haber planteado esa propuesta y luego comunicará su decisión, informa Belén Parra desde Barcelona.

En la dirección federal del PSOE no entienden los motivos de sus compañeros navarros, porque ya sabían que el partido no apoya un gobierno con los nacionalistas de NaBai. «Es un poco incomprensible lo que han hecho», declaró ayer a EL MUNDO un destacado dirigente socialista. Al buscar argumentos, uno de los pocos que encuentran es que el PSN haya estado muy presionado por sus bases y que eso les haya llevado a mostrarse a favor de un ejecutivo conjunto.

El PSN adoptó ese acuerdo después de comprobar que los programas de NaBai e IU coinciden con el suyo y tras escuchar a su Comité Regional, secretarios de las agrupaciones navarras, alcaldes, portavoces municipales y representantes en las reuniones de zona, todos ellos unánimemente a favor del pacto.

Pero, frente a las razones del PSN, sus colegas de Madrid esgrimen un argumento de peso: cuando sólo faltan unos meses para las elecciones generales, un acuerdo con NaBai quitaría votos al PSOE en esos comicios, y no están los tiempos como para arriesgarse a esa pérdida.

Los escasos dirigentes del PSOE que quisieron hablar ayer se mostraron cautelosos, pero, en general, contrarios a que el socialista Fernando Puras presida un gobierno navarro con miembros de NaBai.

Carmen Hermosín, responsable de Política Autonómica del PSOE, no tiene dudas: es partidaria de que los socialistas navarros ejerzan «una oposición fuerte y útil» en vez de que participen en un gobierno que sería «difícil de explicar».

Opinó que sus compañeros navarros «lo han hecho bien hasta ahora», aunque es «una situación difícil». El mayor problema que ve para ese acuerdo es que NaBai no ha renunciado a sus ideas independentistas, según Europa Press.

El ex ministro José Bono también se mostró claramente en contra de ese gobierno, porque NaBai representa el «nuevo nacionalismo navarro» que esconde «un independentismo agazapado», indicó.

«Los socialistas no somos nacionalistas ni creemos que los intereses de una región puedan prevalecer sobre el interés general de todos los españoles», dijo. Para que no quedaran dudas, añadió: «El PSOE es un partido serio y no una partida de buscadores de poder».

La secretaria de Relaciones Internacionales de la Ejecutiva Federal socialista, Elena Valenciano, indicó que la situación que se vive en Navarra desde las últimas elecciones autonómicas ha sido «todo el tiempo difícil», por lo que cualquier decisión que se adopte «tiene sus pros y sus contras». Pidió que se estudie «muy despacio y de forma muy medida cómo actuar».

Lo que no va a hacer la Ejecutiva Federal socialista en ningún caso, según dijo, es adoptar medidas contra el socialista Puras. Lo que hay que hacer, añadió, es «combinar la voluntad de los compañeros en Navarra con el encaje de la política socialista estatal».

En esta complicada situación, Fernando Puras, que fue la apuesta del PSOE para que los socialistas recuperaran protagonismo en Navarra, está a un paso de convertirse en la primera víctima política de este culebrón navarro. Y es que si la Ejecutiva Federal del PSOE desautoriza hoy la decisión de los socialistas navarros de gobernar junto a NaBai e IU, él y su equipo dimitirán de manera irrevocable.

«Enfado»

Según la información que ha recabado EL MUNDO, Puras no está por la labor de enfrentarse a la militancia del PSN para facilitar la reelección de Miguel Sanz -de Unión del Pueblo Navarro (UPN), la marca del PP en esa comunidad- como presidente ni de llevar a su partido al «descalabro» electoral que, en su opinión, sufriría en el caso de que haya que repetir las elecciones, según informan Marcos Iriarte y Esther Echevarría. Así lo transmitió él mismo a la dirección de su partido el pasado miércoles.

Su continuidad al frente de los socialistas navarros no parece nada segura, a juzgar por las dos llamadas telefónicas que se recibieron el mismo miércoles en la sede del PSN en cuanto trascendió el acuerdo. El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, trasladaron su «enfado» a la cúpula de los socialistas navarros y, según fuentes del PSN, recordaron que la proximidad de las elecciones generales desaconseja pactar con los nacionalistas vascos en Navarra.

De confirmarse hoy el rechazo del PSOE, la marcha de Puras del PSN puede no ser la única. Carlos Chivite, secretario general de este partido, y la mayor parte de la cúpula de la formación también dimitirán si en Madrid les piden que faciliten un gobierno de UPN en minoría.