ESTHER ECHEVERRIA
PAMPLONA.-
Un sector de la sociedad navarra estalló ayer nada más conocer la noticia de que en la calle Ferraz de Madrid se rechazaba rotundamente el pacto de los socialistas de la Comunidad Foral con NaBai e IUN y, sobre las 20.00 horas, alrededor de 500 personas se encaminaron rumbo a la sede del PSN en Pamplona para expresar con una cacerolada su desacuerdo.
La concentración, que duró más de media hora, asedió las puertas de acceso a las instalaciones de los socialistas navarros. Los manifestantes acudieron con cacerolas, pitos y otros instrumentos ruidosos al acto que había sido convocado a lo largo del día por mensajes anónimos de móvil.
La paz en la capital navarra se vio alterada como hace meses que no ocurría con los silbidos y gritos de los congregados, que pedían en voz alta la dimisión de los máximos representantes del PSN, Carlos Chivite, y Fernando Puras, que para entonces ya habían regresado de su encuentro con la Ejecutiva Federal del PSOE en Madrid.
«Navarra no se vende, se regala» o «Puras, dimisión» fueron algunas de las expresiones que se dejaron escuchar en medio del gran estruendo, que sorprendió a muchos de los paseantes.
Los ánimos de muchos navarros estaban caldeados desde que se vio que las negociaciones del PSN con NaBai e IU no terminaban de llegar a buen puerto y, tras acudir a las urnas el pasado 27 de mayo, decidieron romper ayer su silencio y alzar sus voces.
Profundamente insatisfechos, los manifestantes tuvieron claro desde un primer momento su objetivo: denunciar la actitud de la dirección socialista navarra a la hora de acatar las órdenes emitidas desde la sede del partido en Madrid.
Ellos no fueron los únicos en conocer la iniciativa popular, pero sí en secundarla, pues el grueso de los militantes del PSN en Pamplona y su comarca conocían antes del mediodía la llamada social a la movilización, según confirmaron a este diario miembros del sector socialista más crítico.
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