ALBERT MARTIN
BARCELONA.-
Una avería eléctrica en la red de Renfe en Barcelona afectó durante la tarde de ayer a 20.200 viajeros. Los problemas comenzaron a las 17.30 horas, cuando un Talgo averiado entre las estaciones de Bellvitge y Sants paralizó la línea del aeropuerto y provocó retrasos de hasta 50 minutos en la C2 en dirección Sur.
A primera hora de la tarde de ayer, un miembro del personal de tierra de British Airways en el aeropuerto de El Prat sonreía entre complacido y sorprendido: «Hoy es el primer día tranquilo de la semana». Las terminales del aeródromo vivían un día desahogado, sin colas, aglomeraciones ni parones en las cintas transportadoras de maletas. Pero el rumor recorrió de punta a punta el aeropuerto pasadas las 17.30 horas. «El tren no funciona», se oyó. En efecto, los pasajeros de El Prat no pudieron completar un día sin sustos ni incidentes.
El causante de la avería fue un tren Talgo de larga distancia que cubría el trayecto entre Cartagena y Montpellier, que se había parado en el túnel que une las estaciones de Bellvitge y Sants, la misma zona en que la pasada semana otro convoy quedó atrapado con 600 pasajeros que debieron llegar a la estación andando por la vía. El incidente se produjo a las 17.32 horas a causa de una avería eléctrica cuyo origen se desconoce. El conductor del tren, sin embargo, afirmó que justo antes de que el tren viera interrumpida su marcha pudo ver un cable colgando de la catenaria.
Sin embargo, la compañía dijo anoche que lo que se averió era el pantógrafo de la locomotora. Esta pieza, que conecta el tren con la catenaria, presentaba dos golpes.
El Talgo, averiado en pleno túnel, provocó retrasos de hasta 50 minutos en la línea C2 -que va desde Maçanet a Sant Vicenç de Calders por Vilanova- e hizo que durante casi dos horas no hubiera trenes conectando el centro de la ciudad con el aeropuerto. Renfe dispuso para paliar los efectos un servicio especial de autobuses, lo que provocó la indignación de los viajeros. A las 19.25 horas, los convoyes a El Prat volvieron a circular, pero la C2 mantuvo retrasos hasta el cierre de la jornada.
Calor sofocante
Se repetían así unas escenas que se han convertido en habituales en el último año, con pasajeros esperando en los andenes con un calor sofocante y las ya habituales quejas por la escasa información que facilita Renfe. Según informó la compañía ferroviaria, una locomotora auxiliar fue enviada al lugar de la avería para remolcar el Talgo hasta la estación de Sant Andreu. El problema se solucionó sobre las 18.00 horas, cuando los viajeros pudieron salir en dirección a Montpellier, aunque con un retraso acumulado de dos horas.
En un sucinto comunicado, la compañía informó de que el número de trenes que se vio afectado por la avería eléctrica ascendió a 63, incluyendo los de Cercanías y los de Media y Larga Distancia, lo que provocó que el total de pasajeros afectados fuera de 20.200.
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