Ayer por la mañana, después de que se produjera un fallo más en la estación ferroviaria de Sants (Barcelona) y los correspondientes retrasos para los usuarios, Magdalena Alvarez se reunió en el Ministerio con el secretario de Estado de Infraestructuras y Planificación, Víctor Morlán, y los presidentes de Renfe, José Salgueiro, y de Adif -la entidad pública que se encarga de las infraestructuras ferroviarias en España-, Antonio González Marín.

Las averías en el funcionamiento de los trenes de cercanías catalanes están ocurriendo con tanta frecuencia que en esa reunión acordaron adelantar unas semanas la constitución de ese centro, al que se ha llamado CECOF BCN'07. Ese centro se encargará de supervisar y controlar todas las operaciones ferroviarias que se lleven a cabo en Cataluña hasta la llegada del Tren de Alta Velocidad a Barcelona, prevista para el 21 de diciembre próximo.

El secretario de Estado Víctor Morlán se encargará de dirigir el centro. Para ello, ayer mismo trasladó su residencia de trabajo a Barcelona, donde permanecerá al menos hasta que llegue el AVE, según informó el Ministerio. Los directores ejecutivos de Mantenimiento de Renfe, Daniel García Gallego, y de Adif, Luis Fernando López, también forman parte de ese órgano y se trasladaron ayer a vivir a la capital catalana. Morlán ya celebró ayer tarde una primera reunión en Barcelona.

Seguridad y rapidez

Con esta medida, según el Ministerio que dirige Magdalena Alvarez, se pretende no sólo garantizar la seguridad de los usuarios de trenes de Cercanías en Cataluña, sino resolver con rapidez las posibles incidencias que puedan ocurrir. La creación de este centro coordinador será, sin duda, una de las explicaciones que la ministra dará el martes próximo en el Congreso, cuando comparezca para explicar todos los incidentes que están ocurriendo en Cataluña este verano.

Desde el Ministerio han asegurado que el nuevo centro coordinador va a contar con todos los recursos «humanos y tecnológicos» que sean necesarios. Y reiteraron que, aunque las anomalías suceden con mucha frecuencia, en los tres últimos años el Gobierno ha invertido en infraestructuras en la Comunidad catalana 7.850 millones de euros, lo que supone un 50,74% más cada año que durante la etapa de los gobiernos de José María Aznar.