El accidente ocurrió a las 16.40 horas en el kilómetro 343 de la autovía. El autobús, tras salirse de la calzada, volcó en un olivar, donde se quedó con las ruedas hacia arriba, por lo que fue necesaria una dotación de bomberos y una grúa de grandes dimensiones para rescatar a algunos de los viajeros atrapados en el interior del vehículo.

Fuentes de la Dirección General de Tráfico explicaron a Efe que la causa del accidente fue, según todos los indicios, la distracción. Al parecer, el conductor estaba manipulando la radio y conduciendo a la vez cuando se produjeron los hechos.

El secretario general de la Subdelegación del Gobierno en Jaén, Juan Pedro Quesada, apuntó que el lugar en el que aconteció el accidente era un tramo liso, «sin obstáculos» ni impedimentos, pero, al salirse el autobús de la vía, llegó a un talud que, posiblemente, agravó el siniestro.

Junto al lugar se montó un hospital de campaña donde se atendió a los heridos, mientras que otros lesionados de menor consideración fueron asistidos allí por personal médico trasladado desde varias localidades cercanas.

Un total de 35 heridos fue trasladado a los hospitales de Andújar (Jaén), al Neurotraumatológico de Jaén capital y al Reina Sofía de Córdoba, donde fue ingresado el más grave, según informó la Junta de Andalucía. Seis personas se encuentran en estado grave.

Una de las mujeres heridas, afectada en la cadera y en las costillas, declaró a los periodistas en el lugar del siniestro que todo fue muy rápido, y que, nada más oír un fuerte ruido, ella, que iba medio dormida, ya se encontraba maltrecha.

El autobús partió a las 3.00 horas de ayer desde San Sebastián y pertenecía a la compañía Campano, con sede en Rentería (Guipúzcoa). Ayer por la mañana hizo una parada en Madrid, donde cambiaron el conductor y casi la mitad de los viajeros, según explicaron fuentes de la empresa.

Los pasajeros tenían previsto pasar la noche en Jerez de la Frontera para, posteriormente, emprender la ruta turística de los Pueblos Blancos, por la provincia de Cádiz.

De los cinco fallecidos, dos habían sido identificados al cierre de esta edición: Carlos Mora Pérez, natural de Jalance (Valencia), y Emilio Muñoz Cabello, de 60 años y natural de la localidad madrileña de Getafe.

Según la Junta de Andalucía, la identificación de los cadáveres se retrasó porque la documentación de algunos se encontraba en los equipajes y no la llevaban consigo. Además, tras el accidente las maletas y los bolsos de mano quedaron desperdigados por el lugar del siniestro.

El servicio de emergencias 112 movilizó a todo su personal sanitario de Andújar y Lopera y a un helicóptero de Córdoba, al tiempo que dio la alerta a todos los hospitales de la provincia de Jaén para que estuvieran preparados para recibir a los heridos. El siniestro provocó importantes retenciones y tráfico lento en la A-4.

El último accidente de autobús con fallecidos en la región andaluza se produjo el pasado 20 de diciembre, cuando murieron cuatro aficionados del Recreativo de Huelva. Otras 35 personas resultaron heridas de diversa consideración en aquel suceso, que se produjo cuando los pasajeros del autocar se dirigían a la capital de España para asistir a un encuentro que enfrentaba al Real Madrid y al Recreativo.