A pesar de que el presidente de los populares, Mariano Rajoy, había guardado un significativo silencio sobre el asunto -«no es el tema de hoy», dijo-, Gallardón no tuvo inconveniente en manifestar que no ve «políticamente conveniente» la idea que planteó anteayer el dirigente del partido regionalista navarro.

En declaraciones a la agencia Efe, el regidor madrileño explicó que «la grandeza» del PP es que, aunque tiene voz propia en cada Comunidad, su proyecto se articula en torno a un único grupo en el Parlamento.

Por eso, expresó su deseo de que los diputados de UPN «sigan perteneciendo» en la próxima legislatura al Grupo Popular «articulando una sola voz».

Advirtió de las dificultades que se presentan para formar un grupo propio con diputados de UPN, ya que para su constitución hace falta tener cinco escaños, situación «altamente improbable por no decir imposible» porque se estaría ante la hipótesis de que un solo partido tuviese los cinco diputados de la Comunidad foral.

Gallardón tampoco es «en absoluto partidario» de las fórmulas de «préstamo de diputados» para alcanzar los cinco necesarios para conformar grupo porque suponen «un fraude al propio Reglamento del Congreso».

Rajoy, que había ido a Pamplona a apoyar a Sanz en su toma de posesión, rechazó taxativamente pronunciarse sobre la intención del presidente de Navarra, si bien reconoció que ambos han «hablado» del asunto y que no hay, ni habrá en el futuro, «ningún problema» en las relaciones entre las dos formaciones asociadas.

Insistió en que UPN y PP «llevan muchos años juntos en coalición» y comparten principios, tras lo que aseguró que está «muy contento y muy satisfecho».

Sí quiso hablar Sanz, sin embargo, pero para dejar claro que su deseo de ganar interlocución en el Congreso de los Diputados no pasa en ningún caso por la ruptura del acuerdo de colaboración entre UPN y el PP, sino que, al contrario, debe «enmarcarse» dentro del mismo.

Sanz insistió, en declaraciones a la cadena Cope, que se puede crear un grupo propio «sin modificar ni el estatus ni la letra ni el espíritu ni las conclusiones del pacto con el Partido Popular».

Pero se le olvidó mencionar que uno de los puntos fundamentales del acuerdo que se firmó en 1991 deja bien claro que «los diputados y senadores de UPN se integrarán en los grupos parlamentarios del PP en las Cortes», por lo que el acuerdo tendría que ser modificado, al menos en este aspecto, de conformarse UPN en un grupo parlamentario aparte.

Sin embargo, hay quien percibe, como los propios socialistas, que la petición de Sanz es uno de sus prometidos «guiños» a cambio de su reelección. Y es que una de las exigencias del PSOE para facilitar el Gobierno de Sanz en minoría fue que marcara distancias con los populares.