El alcalde de Madrid, diríase que aprovechando el verano y la falta de noticias, recuperó ayer una vieja idea al afimar, en una entrevista en Efe, que este puesto y el de diputado son «compatibles» y que «sería muy favorable para los intereses de la ciudad» que su máximo responsable tuviese «voz» en el Parlamento.

Una pretensión -la de acompañar a Mariano Rajoy en las próximas elecciones generales- que generó una gran polémica cuando, el pasado 29 de mayo, sólo dos días después del triunfo electoral de su partido, la hizo pública. Algunos compañeros vieron la maniobra como un intento de colocarse en un lugar de relevancia a nivel nacional para el caso de que el PP pierda las generales y necesite un nuevo líder.

Entonces, fue el propio Mariano Rajoy quien le paró los pies. Menos de 24 horas después, le pidió un poco de «prudencia» y, con la ayuda de una metáfora sobre los jóvenes que acceden a la universidad, afirmó: «No es tiempo de que el alumno escoja carrera».

Gallardón ha debido pensar que, quizás tenga ahora otra oportunidad y, como los malos estudiantes que esperan a aprobar la selectividad en septiembre para conocer las plazas que hay disponibles, ha intentado sacar partido del verano para postularse de nuevo como su acompañante en la listas al Congreso. Eso sí, los argumentos que ha empleado ahora son diferentes de los que utilizó en aquella ocasión.

Si dos días después de ganar por segunda vez con mayoría absoluta en la capital, con la fuerza que dan los votos, basaba su reivindicación en la «ilusión» personal que le producía el reto y en los «muchos proyectos» que tenía «para Madrid y para España»; ayer, prefería poner el acento en los beneficios que, en su opinión, obtendría su ciudad si su alcalde tuviera «voz en el Parlamento».

Curiosamente, este argumento es muy parecido al empleado esta misma semana por Miguel Sanz para reclamar un grupo parlamentario propio para UPN. Curiosamente también, ha sido Alberto Ruiz-Gallardón el dirigente del PP que antes, y de forma más contundente, rechazó esta petición, anticipándose incluso a la dirección del partido, que ha apelado al diálogo sobre el tema con sus socios navarros y no ha querido entrar en el fondo del asunto.

Un partido en el que el alcalde afirma no haber oído «ninguna crítica, ni comentario desfavorable» a su oferta. Una interpretación muy discutible porque, aunque es verdad que Mariano Rajoy no rechazó de forma directa su pretensión, lo cierto es que sus palabras apelando a la «prudencia» y la afirmación genérica de que «podría ser un buen número dos, pero también hay otros muchos» dentro del partido se interpretaron en Génova como una desautorización del madrileño.

Pero, si lo que quería Gallardón era una afirmación directa en contra de su idea, no tuvo que esperar mucho: ayer mismo, horas después de que se conocieran sus declaraciones, Jaime Mayor Oreja le contestó: «Un alcalde es una pieza insustituible, por eso soy muy reacio a que personas que han tenido éxito en los ayuntamientos den un salto al Congreso. Soy contrario a que el PP haga esto».

Porque, para el primer edil madrileño, las críticas a su «oferta» de mayo fueron realizadas exclusivamente desde los «medios de comunicación», especialmente aquellos que «dicen que apoyan al PP». «No recuerdo ni un sólo compañero que haya hecho una manifestación en contra», aseguró ayer, incluyendo a Esperanza Aguirre -que ya dijo en mayo que no añadía «ni una tilde» a las palabras de Rajoy-.

Eso sí, Gallardón quiso aclarar que su prioridad es «contribuir a que Rajoy gane las elecciones» e, incluso, insinuó que no aceptaría ser ministro si el PP formase Gobierno, al afirmar que su «compromiso» es con Madrid. Lo que no ha querido es ponerse un número en la lista: cuando le sugieren que forme un triunvirato con el presidente del partido y con Rodrigo Rato, afirma que «nunca, he exigido un puesto determinado».

Sea en el puesto que sea, lo que queda claro es que, a menos de un año de las generales, el alcalde de Madrid vuelve a situar su ambición en la política nacional. Habrá que ver si consigue esa plaza soñada o se queda fuera de la carrera elegida. El, en mayo, dos días después de su gran triunfo, ya afirmó con la seguridad del empollón que siempre aprueba: «Hay pocas cosas en política que me haya propuesto y no haya conseguido, de modo que mientras de mí dependan, estas dos [la alcaldía y el Congreso] van a estar entre ellas».

«Podría ser un buen 'número dos', pero también hay otros muchos. En nuestro partido hay otras muchas y muy brillantes personas». Mariano Rajoy (30/05/2007)

«En la vida, [hay que tener] un poquito de prudencia. Entre la fortuna de los audaces y el hombre precavido vale por dos... en el medio está la virtud» Mariano Rajoy (30/05/2007)

«Hay muchos alumnos aventajados y a los ocho años no eligen carrera. Todo a su debido tiempo». Mariano Rajoy (30/05/2007)

«¡Ni que lo hubiera dicho por primera vez! No añado ni una tilde a las declaraciones de Rajoy». Esperanza Aguirre (30/05/2007)

«Un alcalde es una pieza insustituible. Soy muy reacio a que personas con éxito en los ayuntamientos den el salto al Congreso. Soy contrario a que el PP haga esto». Jaime Mayor Oreja (19/08/2007)

«He confesado en muchas ocasiones mi ilusión por acompañar a Mariano Rajoy en las próximas elecciones generales». (29/05/2007)

«Tengo muchos proyectos, para Madrid y para España». (29/05/2007)

«Hay pocas cosas en política que me haya propuesto y que no haya conseguido». (29/05/2007)

«Si hablar de esto genera polémica, no hablaré más y ya está». (31/05/2007)

«[Ambos cargos] son compatibles y sería muy favorable para la ciudad que su alcalde tuviese voz en el Parlamento». (19/08/2007)

«No recuerdo un sólo compañero de partido que haya hecho un comentario en contra de mi deseo de ir en las listas». (19/08/2007)

«Sí he escuchado críticas en determinados medios de comunicación que dicen que apoyan al PP». (19/08/2007)