Jueves, 23 de agosto de 2007. Año: XVIII. Numero: 6458.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
UVE
Toros
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones (W. Churchill)
 ESPAÑA
LA CARRERA ELECTORAL / La jornada de reflexión coincidirá con el Día de la Mujer, y los colectivos feministas mantendrán sus manifestaciones / Fuentes socialistas descartan alargar la convocatoria hasta el mes de abril
El Gobierno quiere elecciones el 9-M para evitar el aniversario de la matanza
La jornada de reflexión coincidirá con los actos de celebración del Día de los Derechos de la Mujer El Ejecutivo descarta el mes de abril y desea evitar que el 11-M se conmemore en plena campaña
MANUEL SANCHEZ

MADRID.- «Es probable que sean el 9 de marzo, en todo caso, van a ser ese mes, pero esto es competencia del presidente del Gobierno. Lo que sí es seguro es que la convocatoria en abril está descartada».

Publicidad
Un destacado dirigente del PSOE confirmó ayer a EL MUNDO lo que es un rumor y una fecha -el 9-M- que corre como la pólvora por las escasas terrazas políticas abiertas en Madrid en la cuarta semana de agosto. La fecha de la convocatoria, más que probable, conlleva el estudio de muchas claves políticas que han estado barajando en la dirección socialista desde hace meses.

La primera y fundamental es evitar el aniversario del 11-M. Aunque a muchos miembros de la dirección del PSOE se les llena la boca diciendo que es al PP al que más le debe preocupar este asunto, ni José Luis Rodríguez Zapatero ni sus asesores han querido ni quieren desviar la atención de la campaña electoral -que se basará en «logros y propuestas»- en un debate sobre lo ocurrido en 2004.

En principio, se barajó la posibilidad de pasarse de largo, es decir, fijar la fecha para los primeros domingos de abril -lo que puede hacer legalmente el presidente del Gobierno-, y que el cuarto aniversario de la matanza de Atocha se conmemorara antes del inicio de la misma campaña electoral.

Sin embargo, finalmente, parece que todas las opiniones del equipo de maitines de Ferraz coinciden en fijar las elecciones el 9 de marzo, evitando así que se rememoren en plena campaña electoral no sólo el trágico atentado, sino las distintas lecturas políticas que existen sobre lo que ocurrió el 12, 13 y 14 de marzo de 2004.

Esto no se podría evitar tampoco si la convocatoria se fijase en alguno de los tres domingos posteriores de marzo de 2008, donde las citadas fechas clave de hace cuatro años entrarían de lleno en la campaña electoral. Habría que esperar hasta el 6 de abril para sortear esta circunstancia o, por el contrario, adelantar al 2 de marzo la cita con las urnas.

Pero la decisión de fijar la convocatoria del 9 de marzo, además, coincide con que la jornada de reflexión sería el 8-M, el emblemático Día de la Mujer.

La Ley de Régimen Electoral General no prohíbe manifestaciones ese día, salvo las de carácter político o que conlleven la petición de voto para una determinada fuerza política, por lo que las mujeres podrían reivindicar en la calle sus derechos legalmente como llevan haciendo décadas.

Sin embargo, el insistente rumor ha provocado una curiosa paradoja. Por una lado, representantes de las asociaciones de mujeres consultadas por EL MUNDO expresaron su preocupación porque la fecha electoral pudiera impedir su tradicional manifestación.

«El 8 de marzo es el Día de la Mujer y nos vamos a manifestar, haya elecciones al día siguiente o no las haya. ¿Se atrevería algún Gobierno a fijar las elecciones un 2 de mayo y a decir a los sindicatos que convocaran el 30 de abril el Día del Trabajo? Pues a las mujeres no nos van a hacer eso», afirmó a este diario una portavoz de la Red Feminista.

Sin embargo, las mujeres podrán botar ese día y gritar aquello de Manolo, Manolito, la cena tú solito, eso sí, sin pedir el voto para nadie.

Pero, por el otro lado, la suspicacia política está en la línea contraria a la que piensan las mujeres.

¿No busca Zapatero fijar el 9 de marzo para que, precisamente, la jornada de reflexión coincida con el día clave de movilización y sensibilización del colectivo representativo de las mujeres, con el que el presidente se ha volcado en esta legislatura? ¿No quiere afianzar el voto de la mujer, en el que el PSOE supera al PP en muchos puntos de intención electoral? ¿Quién evitará otro 13-M y que las manifestaciones no se conviertan finalmente en actos de adhesión al candidato socialista?

En la dirección del PSOE se consideran meras especulaciones todas estas cábalas, y aseguran que en el caso de que el presidente del Gobierno fijara para el 9 de marzo el día de las elecciones, no cabe pensar ni que busque prohibir la manifestación de las mujeres, ni que pretenda que pidan el voto. «Los colectivos de mujeres son muy plurales, y ese día se reivindica otra cosa que no pasa por pedir el voto para una formación política», dijo un miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE.

Sea como sea, todo parece indicar que a José Luis Rodríguez Zapatero nadie le va a hurtar el anuncio de la fecha electoral, y que será en la tradicional recepción en el Palacio Real, el 6 de enero, con motivo de la Pascua Militar cuando él mismo anuncie la fecha concreta de las elecciones generales.

El PSOE, eso sí, está satisfecho de que la reciente remodelación del Gobierno haya acabado con los rumores de adelanto electoral para este otoño, y que ya todas las cábalas estén sólo centradas en adivinar qué domingo de marzo elegirá.

No obstante, los socialistas están a la expectativa de tres acontecimientos que marcarán el otoño político: la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado -a día de hoy no suman apoyos suficientes para evitar su devolución al Ejecutivo-, la sentencia del 11-M y el pronunciamiento del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña, aunque es más que previsible que no se produzca antes de final de año.

Mientras tanto, se tramitará y aprobará el consensuado Estatuto de Castilla y León -previsiblemente dará tiempo para sacarlo adelante antes del fin de la legislatura- y algunas otras leyes de carácter social, que son la principal obsesión del Gobierno para este final de mandato.

Editorial en página 3

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad