Según denunció de forma enérgica el portavoz de la formación ilegalizada, Pernando Barrena, al final de una manifestación en Bilbao durante el día grande de sus fiestas, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, «tuvo en sus manos una propuesta de ETA de desarme definitivo, en el contexto de un acuerdo político que diera la capacidad de decisión a los vascos» y «dio un no rotundo» por respuesta. Por eso, emplazó al ministro a que «explique a la sociedad cómo es que se dedica hoy a los malos augurios y a vaticinar desastres cuando tuvo en sus manos» la solución.

La formación plantó así cara al Gobierno y contestó a las declaraciones de hace dos días de Rubalcaba, en las que decía que Batasuna «callaba» y que ese mutismo respondía a que sabía que ETA estaba «intentando» atentar en cualquier momento.

Barrena también relativizó la advertencia que Rubalcaba dirigió a Batasuna en esas declaraciones, cuando afirmó que, si se producía un atentado, la formación sufriría las consecuencias: «Rubalcaba anda diciendo que a Batasuna le va a ir muy mal y eso, viniendo de alguien que mantiene en este país miles de elementos armados hasta los dientes, es una amenaza que hay que tener muy en cuenta, pero nada más, porque ese discurso no es nuevo en un ministro del Interior», sentenció el líder abertzale durante el mitin que ofreció al final de la marcha.

«Nos detendrán y nos encarcelarán», y «harán sufrir a este pueblo», añadió un Barrena exaltado; pero, finalmente, dijo, Rubalcaba «se irá», como sus predecesores en el cargo, mientras que la izquierda abertzale «estará ahí viva y peleando por los derechos nacionales y sociales de Euskal Herria».

El responsable de Batasuna acusó además al ministro de ser «uno de los artífices del fracaso del proceso negociador, porque ha hecho de la amenaza velada su tarjeta de presentación y porque ni él ni su Gobierno tienen palabra, y él ya sabe de lo que estamos hablando».

«Usted y su Gobierno han apostado por que continúe abierto el conflicto armado antes que por que este pueblo pueda ejercer el derecho a decidir libremente su futuro», añadió.

El portavoz de la formación ilegalizada realizó estas declaraciones al final de una marcha que discurrió con normalidad y en la que se escucharon, entre otros gritos, las clásicas aclamaciones en favor de la independencia y de libertad para los presos. Una manifestación que no fue prohibida por Interior, a la que acudió alrededor de un millar de personas y que recorrió el centro de Bilbao bajo el lema La solución está en nuestras manos. Autonomía para los cuatro herrialdes y derecho a decidir.

Joseba Permach, Joseba Alvarez, Jone Goirizelaia y el histórico de la izquierda abertzale Tasio Erkizia fueron testigos de las críticas que Barrena vertió también contra el PNV y su presidente, Josu Jon Imaz, por considerar que ha «programado la voladura controlada del tripartito». Así, consideró que los jeltzales están encaminados «hacia un nuevo pacto político con Madrid».

Barrena aseguró que lo que Batasuna expuso al PNV y al PSE en las negociaciones «para la resolución del conflicto y el fin de la confrontación armada» fue que «era fundamental acordar que aquí decidimos los de aquí». Una propuesta a la que tanto nacionalistas como socialistas dijeron «no».

Y lamentó que, por culpa de la consulta, el PNV decidiera «no ir ni un milímetro más allá de lo que el PSOE le marcó en la mesa de negociación». Un marco negociador en el que Imaz demostró que «su concepto de transversalidad es un eufemismo para otorgar el derecho de veto al PSOE para que este país no pueda decidir libremente».