Sarkozy aprovechó la visita que realizó al País Vasco francés, la primera que hace desde su elección como presidente, para lanzar un mensaje de dureza contra la banda, a la que advirtió que «no tiene derecho de morada en el territorio de la República francesa», según informa Efe.

El mandatario se refería así al uso que hace ETA del territorio francés como retaguardia, centro de operaciones y lugar de residencia de su cúpula y de la mayoría de sus miembros.

«El terrorismo es cobarde y hay que ser vigilante y determinado frente a él. No habrá ninguna debilidad en el territorio de Francia ante cualquier tipo de terrorismo, cualquiera que sean sus orígenes o motivaciones», proclamó el presidente galo.

Nicolas Sarkozy estuvo acompañado en la visita por su ministra del Interior, Michèle Alliot-Marie, natural del País Vasco francés. El presidente se reunió en Bayona con los miembros de las Fuerzas de Seguridad que trabajan en la región, y en especial con la Brigada de Búsqueda e Intervención (BRI), el grupo de élite dedicado esencialmente a la lucha contra ETA.

La BRI, creada hace seis años y formada por 20 agentes, trasladó a Sarkozy la necesidad de contar con más medios humanos y de renovar el material con el que trabaja.

El presidente francés también se reunió con los miembros de la Policía del Aire y Fronteras, los artificieros de Protección Civil y la policía antidisturbios.

Los agentes de fronteras explicaron a Sarkozy su trabajo en el control del flujo de personas entre Francia y España y en la localización de etarras que cruzan la frontera. Entre sus funciones, destacaron la gestión del fichero muga, creado en 1993 y en el que están registrados miles de nombres de miembros de ETA.

Por su parte, los artificieros enseñaron a Sarkozy el material de bombas artesanales encontradas en los dos últimos meses en la región.

El País Vasco francés ha sufrido un incremento de las acciones terroristas desde la ruptura de la tregua de la banda terrorista en España. En 2007 ha habido en la región 29 ataques o intentos de ataque contra objetivos inmobiliarios y turísticos, frente a los nueve que se produjeron el año pasado.

La mayoría han sido reivindicados por el grupo Irrintzi, vinculado a la izquierda abertzale -entre ellos un intento de asalto de la residencia veraniega de Alliot-Marie en Ciboure-, y otros no han sido firmados por ningún grupo o simplemente han llevado el eslogan El País Vasco no está en venta.