MADRID. - Los concejales críticos con la gestión interna del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, preparan un segundo escrito en el que describirán la situación actual del Grupo Municipal del PP y pedirán más democracia interna, descentralización y participación de todos los ediles del PP en la política municipal, aunque no se pertenezca al núcleo duro del alcalde.
El primer aviso de que la legislatura no será pacífica en el Ayuntamiento, como fue la anterior, ha sido la carta que el responsable de Distritos del PP de Madrid, Angel Garrido, envió a todos los concejales, incluido el alcalde, en la que recordaba que el primer edil tiene la obligación de reunir a todos los concejales del Grupo Popular, al menos, antes de cada Pleno.
Los concejales que apoyan a Angel Garrido dentro del Grupo Municipal, y que son próximos a Esperanza Aguirre, no quieren que se repita una legislatura sin democracia como la anterior.
Algunos de ellos están dispuestos a colaborar con el propio Garrido para elaborar una segunda carta en la que se describirá la situación de pérdida de competencias de las juntas. «Mientras la filosofía general es la de descentralizar, algo que comenzó con Tierno Galván, ahora se ha iniciado un proceso inverso. Los responsables de Area, los cercanos a Gallardón, asumen competencias que antes tenían las juntas, con lo que se vacía el contenido de nuestro trabajo», afirmaba esta semana uno de los concejales consultados por este periódico.
Estos ediles quieren que se hagan reuniones de coordinación, pero que tengan contenido político y debate. En uno de los últimos encuentros que tuvieron con el responsable de Coordinación del núcleo de Gallardón, José Manuel Berzal, uno de los técnicos del equipo de Gobierno abroncó al edil de una junta de distrito sin que el propio Berzal le reprendiera. Esta circunstancia provocó un gran enfado entre los representantes del PP.
«No tener las competencias, además de tardar más tiempo en solucionar los problemas, es prestar un mal servicio a los vecinos», decía ayer una persona conocedora de la vida municipal. Otro de los ediles recordó que Mercedes de la Merced inició un proyecto de descentralización hace cuatro años, que ha quedado paralizado.
«Autoritarismo no formal»
«En la actualidad se practica un autoritarismo no formal, pues no se escucha y se centralizan las decisiones porque parece que no se fían de nosotros, lo contrario a lo que ocurrió con Alvarez del Manzano, que inició una fase de descentralización», añadieron fuentes municipales.
«Lo que más nos fastidia es que con esta forma de gobierno luego se nos quieran dar lecciones de centrismo», añadió esta misma fuente. Un concejal dijo a este periódico que la centralización ha llegado a hacer que los policías municipales no obedezcan al concejal de distrito si la cuestión no ha sido aprobada por Pedro Calvo o sus directores generales en el área de Movilidad y Seguridad.
Hay una junta de la ciudad en la que el responsable político y el jefe de la Policía no se hablan. «En general el trato es indignante y nos han llegado a suprimir hasta las notas de prensa», añadió otro edil.
Los críticos están también enfadados por el hecho de que cuando llaman a uno de los responsables de Area, los que forman parte del núcleo duro del Gobierno municipal, éste no les devuelve la llamada. «O, como mucho, nos llama uno de sus directores generales, pero nunca de forma inmediata», añadió un concejal.