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Estar alerta, he ahí la vida; yacer en la tranquilidad, he ahí la muerte (Oscar Wilde) |
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FORMULA 1 / Gran Premio de Turquía |
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Un pinchazo para la esperanza |
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ALONSO, TERCERO EN TURQUIA, LE RESTA DOS PUNTOS A HAMILTON, QUE TERMINO EN QUINTO LUGAR EL INGLES REVENTO UNA RUEDA Y PERDIO DOS POSICIONES LOS FERRARI DE MASSA Y RAIKKONEN, PRIMERO Y SEGUNDO, FUERON MUY SUPERIORES |
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VICTOR SEARA. Especial para EL MUNDO
ESTAMBUL.-
La carrera número 100 de Fernando Alonso trajo suerte al asturiano. Faltando 16 vueltas, cuando todo estaba cocinado en el horno de Estambul, el Gran Premio de Turquía tuvo un vuelco inesperado. Fue entonces cuando estalló el neumático delantero derecho del McLaren de Hamilton. De esta forma, Fernando Alonso recogía un puesto en el podio detrás de los imparables Ferrari de Massa y Raikkonen, que llegaron en ese orden, logrando un doblete inapelable. Los McLaren nunca estuvieron en condiciones de hacerles frente en Turquía.
Se necesitaba un recurso teatral para sacar del aburrimiento a los que miraban la carrera de ayer, y al final lo tuvieron. No había emociones de ningún tipo. Y es que, a partir de la segunda vuelta, fueron muy pocas las cosas que se movieron en la pista además de los coches. Las posiciones estaban soldadas. Una vez que el semáforo rojo se apagó y los escozores de la arrancada eran historia, Massa se estableció en la primera posición, pero la pesadilla era para Fernando Alonso, que miraba a su alrededor y sólo veía incertidumbre. En el frente tenía a los dos BMW-Sauber. No era la primera ocasión que, en lo que va de campeonato, sucedía que en el momento de empezar el Gran Premio Alonso pierde dos posiciones en favor de los siempre molestos Kubica y Heidfeld. Los pilotos de la tercera escudería en discordia volvieron a situarse delante de él y no le dejaron progresar. Desde el sexto puesto, el podio se veía muy lejano para el español. Una sombra que se escapaba en el horizonte. Pero la carrera siguió y, cuando nadie se lo esperaba, Hamilton pinchó y Alonso, que ya había superado a los BMW, heredó su puesto. Las carreras tienen estas cosas.
El GP de Turquía fue tan plano que el hecho de que los Ferrari montaran los neumáticos blandos de entrada fue todo un acontecimiento en sí mismo. Casi nadie lo había hecho, pero las dudas que había sobre los monoplazas de la escudería italiana se disiparon en seguida. Tanto Massa como Raikkonen rodaban con precisión, cerca, pero sin molestarse. Sólo en un momento el finlandés le mostró el morro al brasileño, pero éste estaba seguro de que no le iban a superar.
Había cometido un pequeño error a la salida de la curva siete y Kimi se le había echado encima. Una prueba inequívoca de que no lo iba a intentar. Un triunfo plácido. Cuando los coches son parejos y los rendimientos de los pilotos también, ningún equipo arriesga. Así y todo, Felipe Massa pareció tener todo bajo control, mirando por los retrovisores cuando fue necesario, y no le dio ninguna opción a Raikkonen. Ambos se jugaban mucho en esta carrera, justo cuando la jerarquía interna comenzaba a ser un punto de discusión en Ferrari y decidir de una vez si se apoyaba a uno o a otro en la lucha por el campeonato. Con la victoria de ayer, Massa se empareja a los otros tres candidatos con tres victorias, adelanta a Raikkonen en la clasificación de pilotos y se configura como principal baza para instigar a los McLaren. Las flechas de plata no protagonizaron en Turquía ninguna polémica fuera de la pista, pero tampoco fueron grandes protagonistas dentro de ella. Los monoplazas de Alonso y Hamilton estaban para completar el podio, nada más.
Lo bueno para Alonso es que la desventura del líder le benefició enormemente. Pudo incluso ser peor para el inglés si el pinchazo hubiese ocurrido en otra zona del circuito, más lejana de los boxes. Una vez que Kubica y Heidfeld habían parado, el asturiano recuperó su cuarto puesto de la salida y se dedicó a rodar a su ritmo. Para entonces era demasiado tarde. Estaba a casi 15 segundos de su compañero de McLaren, algo imposible de descontar en circunstancias normales. Pero la sorpresa llegó y, con ese inesperado tercer puesto, el piloto español se pone a sólo cinco puntos de distancia en el Mundial, a falta de la misma cantidad de carreras para finalizar la temporada.
No fue la de Turquía una de las mejores actuaciones de Alonso, pero al menos sacó de ella petróleo cuando un funesto resultado planeaba en el ambiente. Molesto por las condiciones de carrera, con mucho viento y por el hecho de tener que recuperarse de una mala salida, Alonso llegará a Italia, la próxima prueba, más cerca de Hamilton. Demasiado cerca. Pero en Monza va a tener que preocuparse también de los Ferrari, que en Turquía han recuperado el brillo y no se dan por vencidos. Cuidado con ellos, porque de tanto hablar de los problemas internos, ahora parece que fuera crecen las dificultades. En Italia, dentro de dos semanas, los McLaren lo volverán a comprobar.
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