Domingo, 2 de septiembre de 2007. Año: XVIII. Numero: 6468.
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El primer curso de inglés para todos los niveles
A partir del próximo domingo, EL MUNDO ofrece 'Inglés con Vaughan', el curso definitivo para aprender el idioma, desarrollado por el hombre que ha conseguido enseñar la lengua de Shakespeare a miles de españoles
EL MUNDO

NUEVA COLECCION. Con más de 30 años de experiencia a sus espaldas, Vaughan Systems es la empresa líder en España en la enseñanza de inglés a directivos y personal de empresa. Su método, basado en la conversación y en la repetición de conceptos clave, ha abierto las puertas del idioma a varias generaciones de españoles. Ahora, EL MUNDO ofrece a sus lectores Inglés con Vaughan, el curso definitivo, que sintetiza las líneas principales del sistema de enseñanza de Vaughan Systems. Libros, DVD, CD de audio, archivos mp3 y fichas componen todo el repertorio de material que, como explica el propio Richard Vaughan, ayuda a estimular la pasión por el inglés. El próximo domingo, los lectores del periódico recibirán, de forma totalmente gratuita, la primera entrega de la colección, compuesta por un libro DVD, un CD audio con mp3 y las tres primeras fichas.

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MADRID.- Ya no hay excusas para no saber inglés. Richard Vaughan presenta, en exclusiva para EL MUNDO, el curso definitivo para aprender el idioma de Shakespeare. A partir del próximo domingo, el periódico ofrece Inglés con Vaughan, un curso exhaustivo que abarca todos los aspectos del aprendizaje del inglés, y que lo hace a todos los niveles. Así, tanto aquéllos que carezcan de conocimientos como aquéllos que sólo necesiten un repaso se encontrarán con una herramienta tremendamente útil.

Para que los lectores de EL MUNDO puedan comprobar la calidad y efectividad de esta nueva promoción cultural del periódico, la primera entrega del curso será totalmente gratuita. De esta forma, el próximo domingo se regalará el primer libro DVD, de casi 100 páginas, junto con el primer CD audio con mp3 y las tres primeras fichas. Al día siguiente, el lunes 14 de septiembre, se regalará la carpeta clasificadora para guardar las fichas y la cuarta entrega de éstas. Y, a partir del martes 11, todos los días, de lunes a viernes, una ficha gratis. Además, cada domingo se podrá conseguir un nuevo libro DVD, con el CD de audio y mp3, por tan sólo 12,90 euros, al presentar el cupón de descuento correspondiente que se publica en el periódico.

Gran herramienta

Este despliegue convierte Inglés con Vaughan en una herramienta fundamental para todos aquéllos que, por estudios, trabajo o simplemente por curiosidad, necesitan mejorar su nivel de inglés. A pesar de la cantidad de elementos de los que dispone, el sistema es muy sencillo.

En primer lugar, las fichas se aproximan al idioma de forma muy escalonada, con explicaciones de los puntos conflictivos y de los errores más comunes del inglés.

Por otra parte, los libros consiguen, en simbiosis con los CD y DVD, conjugar los principales aspectos del idioma: escucha, pronunciación y escritura. Para hacer todo el proceso más ágil, se incluye el mismo contenido sonoro que el CD en un cómodo archivo mp3, fácilmente instalable en cualquier reproductor de este moderno formato.

El propio Richard Vaughan explica que los aspectos clave en el aprendizaje del idioma, por orden de importancia, son los siguientes: «El oído: entender a la primera. Si no se consigue esto, la cadena de comunicación se rompe antes de empezar. La autoconfianza: perder el sentido del ridículo es fundamental para poder lanzarse sin complejos. El dominio total de las estructuras gramaticales: adquirir una gran agilidad para saltar de una forma a otra sin pestañear».

Sin embargo, por encima de todo esto está la voluntad de la persona que quiera adentrarse en el estudio del idioma. O, en palabras de Vaughan, «si está dispuesto a aprender inglés, yo me comprometo a enseñarle».

Un método fiable

Para adquirir la agilidad que el hablante ya posee en su lengua materna, Vaughan recomienda la práctica. «Pero no una práctica a medias. Estoy hablando de machacar cada estructura 10.000 veces para que forme parte de tu inglés activo y para que puedas usarla sin pestañear».

Los que hayan probado las clases de Vaughan sabrán que una de las claves del método es la repetición insistente de palabras y construcciones verbales en la conversación, hasta que llega el momento en que éstas fluyen de forma espontánea.

Este proceso de inmersión queda patente en las múltiples ramificaciones que tiene Vaughan Systems. Una de las más conocidas es Vaughan Town, los pueblos en inglés. En estas villas, y apartados del mundanal ruido, los estudiantes tienen que arreglárselas en inglés por necesidad. Tal vez la persona que les sirve el desayuno sea de Milwaukee y no sabe español o tal vez les toque sentarse a cenar en una mesa en la que sólo hay ingleses.

Algo parecido sucede con Vaughan Radio, la cadena de radio que emite programas en inglés 24 horas al día. En ellos, Richard y su equipo se aproximan al idioma de una forma desenfadada y divertida, descubriendo errores y trucos para mejorar el inglés. El programa se puede sintonizar desde la radio del coche, pero también desde internet. Además, también se puede descargar para escucharlo como un podcast en los reproductores mp3. Incluso es ofertado por compañías de telefonía móvil para ser oído en los teléfonos celulares.

Pero las ramificaciones de Vaughan Systems van mucho más allá: servicios de traducciones, campamentos infantiles, másters en humanidades...

Y, aunque se trate de un proyecto serio y bien organizado, todas y cada una de las facetas del método Vaughan están engarzadas con un elemento importantísimo: el humor. Richard se encarga de recordarlo en cada página del curso: «Yo ayer chica restaurante discoteca hotel noche ñam ñam. Acabo de expresar, con cierto impacto y hasta cierta elocuencia, una serie de actividades que realicé ayer por la tarde (es todo mentira). Si te fijas, no he utilizado ningún verbo y, a pesar de ello, he conseguido transmitir con eficacia unas situaciones. Muchos españoles teméis tanto cometer errores gramaticales que os enredáis u os calláis antes de llegar a la parte del restaurante. Si yo, como profesor, tuviera que elegir entre uno que hace una carnicería con mi idioma pero dice lo que piensa y uno que al final se calla por lo que en inglés llamamos 'parálisis por análisis', prefiero el primero».

Y es que, desde las páginas iniciales, Vaughan enfatiza que «éste no es el típico curso de inglés de toda la vida que sale cada año en los quioscos». No hay explicaciones exhaustivas ni tediosas de cada aspecto de la gramática inglesa. «No te sirvieron de nada cuando aprendiste español. No te servirán de nada para hacerte con el inglés», recuerda el creador del método.

Aunque cada nivel tiene diferentes formas verbales, vocabulario y ejercicios, todos están conectados. Así, el poseedor de un nivel avanzado puede repasar los niveles principiante e intermedio para meterse en faena. La meta perseguida por todos es el dominio del idioma. Pero, ¿qué significa exactamente esta expresión? Vaughan lo desvela en una de las páginas introductorias del primer libro: «Al contrario de lo que se dice por ahí, no significa necesariamente ten1er un vocabulario muy amplio ni un gran conocimiento de los dichos típicos del idioma anglosajón. No significa tener una agilidad absoluta de las principales estructuras gramaticales, es decir, pasar del imperativo al segundo condicional en interrogativa y acabar con el futuro perfecto en voz pasiva sin pestañear».

Quienes se atrevan con el reto que propone Vaughan tienen una recompensa asegurada: el inglés es hoy el idioma más extendido del mundo. Su uso en campos como la economía, la educación, la comunicación de masas o las nuevas tecnologías lo convierten en una herramienta imprescindible. No sólo permite encontrar más y mejores puestos de trabajo, sino que facilita el desenvolvimiento por las autopistas de la información. En internet, casi todo está en inglés, empezando por el nombre de la Red.

Así pues, a partir del próximo domingo ya no hay excusas para aprender y divertirse al mismo tiempo con un curso que pretende dejar atrás al resto de los cursos que han surgido hasta ahora. Un curso diseñado para todos los niveles. Un curso, en definitiva, definitivo.


Un curso 100% multimedia

Una de las primeras impresiones que se llevará el lector de EL MUNDO cuando, el próximo domingo, reciba de forma gratuita la primera entrega es la multiplicidad de soportes. Todos ellos han sido diseñados para trabajar en conjunción, de modo que, al tiempo que se leen las explicaciones en el libro, se puede escuchar la lección en el CD o en un reproductor mp3. El aprovechamiento de las nuevas tecnologías no es meramente anecdótico, pues desde Vaughan Systems se emplean todos los medios (radio, televisión) para estimular el aprendizaje del inglés.

La conexión entre todas las piezas es total y, así, las fichas que se regalan de lunes a viernes tienen correspondencias sonoras con el audio incluido en el CD o en el mp3. Del mismo modo, las soluciones a muchos de los ejercicios que se incluyen en las fichas pueden econtrarse en el libro.

Según los creadores del curso, el correcto uso de los materiales es una parte importante del proceso. «Te recomendamos», dicen al lector al comienzo del primer libro, «que empieces escuchando el audio varias veces antes de abrir el libro. El inglés no es un idioma fonético. Es decir, las palabras no se pronuncian como se escriben. Esto significa que ver una palabra antes de haberla escuchado y pronunciado miles de veces puede condicionar tu forma de decirlo. Después de unos días escuchando y practicando hasta la saciedad, abre el libro y utilízalo como punto de partida para practicar aún más las estructuras ya vistas».


Grados de conocimiento

Las fichas proporcionan un material suficiente para aprender el vocabulario clave necesario, así como la gramática, los tiempos verbales, las construcciones sintácticas... Cada ficha se divide en ocho niveles de aprendizaje: Low beginner y High beginner, Low intermediate, Middle intermediate y High intermediate, Low advanced, Middle advanced y High advanced. Por encima de todos ellos, un nivel superior para muy avanzados: For English Superstars only.

Cada ficha incluye ejercicios, frases hechas (Common sayings), enfoques verbales, llamadas de atención sobre confusiones comunes (como que «in front of» significa «delante de», no «enfrente de»), formas de escribir una carta y, finalmente, una carta de Richard Vaughan. En una de ellas, por ejemplo, desvela varias verdades: «1: Uno puede dominar la gramática, abarcar un vocabulario extenso y ser, por naturaleza, decidido y resuelto; pero si a la hora de la verdad no entiende todo a la primera, su dominio, su decisión y su vocabulario se derrumban y acaban valiendo para muy poco. 2: Si uno que domina de verdad el idioma es igualmente capaz de entender todo a la primera, se convierte en un comunicador casi tan eficaz en inglés como en su propia lengua. Siente que controla la situación y está cómodo en cualquier foro y ambiente. 3: Si uno con menos conocimientos del inglés de repente empieza a entender todo o casi todo a la primera, sus conocimientos limitados florecen hasta límites insospechados y su motivación para hacerse con los demás aspectos del idioma suben mil enteros».


100 páginas sin desperdicio

Al echar un vistazo a cada uno de los 25 libros del curso, el lector se dará cuenta de que no tienen mucho que ver con el resto de las páginas que ha consultado a lo largo de su proceso de aprendizaje del inglés. Por ejemplo, fieles a su idea de que la gota que cae una y otra vez sobre la piedra acaba horadándola, incluye instrucciones tan heterodoxas como ésta: «Atento, no cometas el error de pronunciar 'what's' como lo harías en español. No se pronuncia 'guos'. Suena así: 'uo...tsssss'. Te vamos a dejar que sigas practicando. 'uo...tsssss', 'uo...tsssss', 'uo...tsssss', 'uo...tsssss'».

A medida que el lector avanza por las páginas del curso se encontrará con éstas y otras instrucciones, así como numerosos mensajes de ánimo que le estimulan a seguir adelante y no desanimarse.

Pero no por ello se exime al estudiante de sus obligaciones. Religiosamente al final de cada lección, un letrero anuncia las Tareas para la semana: «Ya habrás dedicado más de una hora a absorber nuevos aprendizajes en inglés. Lo más normal es pensar que ya sabes las estructuras presentadas en el libro. ¡No te engañes! Si no dedicas un mínimo de 20 minutos al día entre hoy y el domingo que viene para consolidar tus conocimientos, acabarás desperdiciando una hora de tu vida. El éxito para aprender un idioma depende sólo de una cosa: del esfuerzo continuado del alumno».

El libro es, pues, el catalizador del interés que demuestre el alumno por explorar nuevos caminos en la selva del idioma. El libro es la guía, pero sólo él será capaz de encontrar el camino marcado.


El método Vaughan

25 libros, con sus correspondientes DVD, CD de audio y ficheros mp3.

82 fichas coleccionables que se entregarán de forma gratuita con el periódico de lunes a viernes y que se podrán guardar en la carpeta clasificadora que se regala el lunes 10 de septiembre.

2.400 páginas con textos, ejercicios, gráficos, juegos, llamadas de atención, recordatorios... Todas las posibilidades del papel al servicio del aprendizaje del idioma.

35 horas de clases habladas, que se pueden escuchar tanto en formato CD como en los archivos mp3 que se incluyen en el DVD, fácilmente descargables en cualquier reproductor compacto.

75 lecciones en DVD, divididas en tres niveles e impartidas por el propio Richard Vaughan. Tan sólo con ver y escuchar la televisión, el espectador se apasionará por el estudio del inglés.

30.000 veces hay que pronunciar el sonido «ts», como en la construcción «it's», a lo largo del aprendizaje del inglés. En vez de incidir en memorizar largas listas de verbos irregulares, el curso Vaughan prefiere centrarse en los aspectos más cotidianos del idioma.

290.000 personas ya hablan correctamente inglés gracias al método Vaughan, bien sea a través de las clases, en las convivencias de Vaughan Town o a través de los programas en radio y televisión. Gracias a EL MUNDO, usted puede ser uno más de esta larga lista.

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