ETA sufrió ayer el más duro golpe desde el fin de la tregua. La detención de cuatro terroristas en la localidad francesa de Cahors, entre ellos el máximo experto en preparación de explosivos de la banda, Luis Ignacio Iruretagoyena, Suni, y el lugarteniente del jefe de los comandos de ETA, Txeroki, Oihan Barandalla, supone el desmantelamiento del principal aparato de explosivos de ETA y de su «base de operaciones» para fabricar bombas.
La operación policial llevada a cabo por la policía francesa y la Guardia Civil, ha evitado, además, un atentado inminente, ya que los etarras fueron sorprendidos in fraganti con un coche bomba «prácticamente listo» para su utilización.
Se trata probablemente de los miembros de ETA más activos de los últimos meses. Las fuerzas de seguridad los señalan como el «núcleo central» del comando responsable del atentado de la T-4 de Barajas, cometido el pasado diciembre y en el que murieron dos personas.
Los detenidos serían también los responsables del atentado frustrado en Castellón del pasado domingo y del secuestro, el viernes anterior, de la familia de Orio en un cámping de Las Landas a la que robaron la furgoneta que explosionaron tres días más tarde, según indicaron fuentes del Ministerio del Interior.
Junto a Iruretagoyena y Barandalla, la policía francesa detuvo a Ander Múgica Andonegi, que este verano protagonizó dos fugas al verse acorralado por las Fuerzas de Seguridad cuando se disponía a cometer atentados. Una en Ayamonte el pasado 21 de junio, donde, tras detectar un control de la Guardia Civil, abandonó un coche cargado con 100 kilos de explosivos en el que se localizaron sus huellas; y otra en Castellón, el 19 de julio, en la localidad de Torreblanca, donde huyó del taxi en el que viajaba tras comprobar la presencia de patrullas de la Guardia Civil, y dejó abandonada en el vehículo una mochila cargada de explosivos.
La Policía cree que Múgica huyó de Ayamonte al creerse «cercado» por las Fuerzas de Seguridad y, en lugar de volver a Portugal, decidió hacer el camino de regreso a Francia por la costa levantina. Motivo por el que fue identificado por el taxista en Torreblanca cuando se dirigía a Tarragona.
La cuarta presunta etarra detenida ayer es Alaitz Aramendi, que se encontraba en paradero desconocido desde el año 2005.
La detención se produjo alrededor de las 6.00 horas de la mañana de ayer, en una vivienda en la localidad francesa de Cahors, a unos 100 kilómetros al norte de Toulouse, en la que el experto en explosivos Iruretagoyena residía de manera permanente desde hace meses y que los etarras habían convertido en la «base de operaciones» para la fabricación de explosivos y de coches bomba y para la preparación de los atentados, según indicó el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
De hecho, en uno de los baños de la vivienda estaba instalado «un laboratorio» para la fabricación de componentes de los explosivos artesanales utilizados por ETA, según indicaron fuentes de Interior, y contenía «todo lo necesario para crear cargas explosivas importantes que podían provocar explosiones enormes», ratificaron fuentes de la lucha antiterrorista francesa.
Además del cuarto de baño, una de las habitaciones tenía una especie de cabina de plástico para manipular el amonal en su interior, aunque distribuidas por la casa había herramientas empleadas para la fabricación de explosivos, informa Vasco Press.
En el registro de la vivienda se encontraron cantidades aún sin determinar de componentes amónicos, cordón detonante, amonal, cloratita y polvo de aluminio, ya listos para su empleo. Y una cantidad de explosivo que podría rondar los 250 kilos a falta de que concluya la investigación.
Además, en el garaje de la casa se localizó un turismo «prácticamente preparado» para su utilización como coche bomba. De hecho, le habían instalado ya el cableado eléctrico y estaba a falta de que le colocaran el explosivo. No obstante, no se conoce ninguna información sobre los posibles objetivos de los terroristas.
Las fuerzas de seguridad galas también se incautaron en la casa armas: al menos cuatro pistolas, dos subfusiles, un fusil ametrallador, y un lanzagranadas artesanal.
La policía encontró también en la casa de Cahors el ordenador portátil robado al matrimonio de Orio que fue secuestrado en un cámping de Las Landas el pasado 24 de agosto para robarle la furgoneta, lo que evidencia la participación de los detenidos en el secuestro y posterior atentado frustrado en Castellón.
Además, se ha localizado en la localidad de Gurs la casa en la que permaneció retenido el matrimonio. Una vivienda de turismo rural que fue alquilada por uno de los miembros de ETA detenidos ayer, Oihan Barandalla Goñi.
El ministro del Interior calificó la operación como «muy importante», porque supone un golpe decisivo al aparato de fabricación de explosivos de la banda con la detención del máximo especialista en la preparación de cargas y artefacto. Además, se trata de terroristas a los que se les atribuye la participación en las acciones más relevantes de la banda en los últimos tiempos, como el robo de las pistolas de Vauvert, el atentado de la T-4 y los intentos de atentados en Castellón.
Con estas detenciones, las Fuerzas de Seguridad consideran esclarecidas las últimas acciones de ETA, salvo el atentado de Durango del 24 de agosto y el que la banda pretendía cometer en Santander y que se vio frustrado con la detención de Aritz Arginzonez el 10 de julio.
LA 'FABRICA' DEL TERROR
Era una auténtica fábrica del terror. En el interior de la vivienda de Cahors (en la imagen), en un baño habilitado como laboratorio, Luis Ignacio Iruretagoyena ponía su firma -inconfundible para los expertos- en las bombas de ETA. A él se le atribuyen, de momento, las de la T-4 de Barajas y la de la furgoneta de Castellón.