Viernes, 7 de septiembre de 2007. Año: XVIII. Numero: 6473.
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 ECONOMIA
CAMBIO DE CICLO / El presidente afirma que «la economía española va a exhibir su fortaleza» y que «crece y va a seguir creciendo» / Aprovecha su visita al Santander para mejorar el panorama descrito por su ministro de Hacienda
Zapatero y Botín venden optimismo y contradicen la opinión de Solbes
Sin embargo, el presidente del Banco Central, Jean Claude Trichet, justifica el mantenimiento del precio del dinero al 4% por «el alto nivel de incertidumbre»
CARLOS SEGOVIA

MADRID.- El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no ve ningún riesgo en la situación de la economía española y apuesta que «es justo en estos momentos en que nuestra economía va a exhibir su fortaleza».

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Rodríguez Zapatero se expresó así aprovechando su visita a la ciudad-sede del grupo Santander en Boadilla del Monte (Madrid) y recibió un espaldarazo del presidente del banco, Emilio Botín. Ambos coincidieron en vender optimismo sobre la economía española en contraposición con la prudencia expuesta en la víspera por el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes.

El ministro de Hacienda advirtió de que existen «riesgos indirectos» y que se vive una situación de incertidumbre «lo cual es malo para la economía». El cielo azul del presidente del Gobierno contrastó también ayer con la niebla que atisba el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, que mantuvo el precio del dinero ante «la situación de alta incertidumbre».

El presidente del Gobierno y el del grupo Santander mostraron gran complicidad y desayunaron a solas durante más de media hora. A esa parte de la visita de Rodríguez Zapatero no tuvieron acceso ni el director de la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno, David Taguas, ni el consejero delegado del grupo bancario, Alfredo Sáenz.

Sólo el presidente del Gobierno y el del grupo Santander conocen lo que hablaron en un comedor del edificio Pereda de la sede madrileña de la entidad. Botín utilizó la tercera silla de la mesa para dejar su chaqueta.

Tras su encuentro, Botín guió a Rodríguez Zapatero por la guardería, tintorería, cafetería, centro de datos y otras instalaciones y puso un escenario a su disposición para que éste pudiera pronunciar un discurso ante las cámaras y los periodistas acreditados a última hora.

Hasta la tarde del miércoles no estaba previsto que el presidente del Gobierno fuera a pronunciar palabra alguna en público. Pero tras unas declaraciones de Solbes a la Cadena Ser que fueron interpretadas con inquietud y un ataque frontal del presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, al Gobierno por inacción ante el cambio de ciclo económico, el presidente decidió hablar. «La economía española crece y va a seguir creciendo»; «nuestra economía está muy preparada para hacer frente a una coyuntura como la que se ha vivido en las últimas semanas, con las turbulencias del sector financiero»; o «nuestra economía presenta excelentes resultados, que se traducen en un mayor bienestar de sus ciudadanos», fueron algunas de sus frases ayer», saliendo al paso ante cualquier pesimismo.

En contraste, Solbes hacía declaraciones 24 horas antes a la Cadena Ser como ésta: «Hace sólo un par de meses todo el mundo veíamos un año 2007 terminando estupendamente y un año 2008 bueno con un nivel de crecimiento alto. Ahora tenemos muchas más incertidumbre que hace un par de meses, en términos mundiales, en términos europeos, pero también en términos españoles».

En presencia de Botín, y la cúpula del banco, Rodríguez Zapatero no ofreció ni una palabra de advertencia o prudencia por si la crisis crediticia internacional termina pasando factura a la economía española. Es más, se la jugó y dos horas antes de que el Banco Central Europeo (BCE) hiciera pública su decisión de mantener el precio del dinero, el jefe del Gobierno dio por hecho que ésa sería la decisión: «Los mercados descuentan ya que el ciclo alcista de los tipos de interés ha finalizado». Trichet, sin embargo, no cerró la puerta ayer a nuevas subidas en el futuro.

Zapatero relativizó la tortura que representa para millones de españoles la subida de las hipotecas. «El aumento de la renta general del país ha permitido que las familias puedan hacer frente a las variaciones de los tipos de interés». Y prueba de ello, subrayó que «la morosidad se mantiene en auténticos mínimos históricos». En su opinión, «la moderación del sector inmobiliario se está produciendo de forma suave».

«Estamos preparados para seguir creciendo de forma más sólida y más equilibrada, y para hacer frente a los retos futuros». «Hoy en día los impactos de la globalidad requieren tener una economía preparada para estos nuevos desafíos, y España y nuestro sistema financiero están preparados, prosiguió el presidente.

Por su parte, Botín brindó ayer apoyo al Gobierno discrepando públicamente de la visión del Partido Popular. «Desde tu Gobierno estáis haciendo un gran trabajo en el ámbito económico y valoro especialmente el empeño personal que estás poniendo en materia de inversión en I+D+i», afirmó tuteando al jefe del Ejecutivo.

En su discurso mostró «mucha confianza en la economía» que, en su opinión, «demuestra trimestre a trimestre que es una de las más fuertes de Europa». «Estoy convencido que mantendremos en el futuro elevadas tasas de crecimiento gracias, entre otras cosas, al gran dinamismo del empresariado español», agregó.

Sus palabras contrastaron con las pronunciadas por Rajoy. Este afirmó el pasado lunes que «la herencia y la inercia ya se ha acabado y urge poner en marcha el proceso de reformas económicas. La economía es como un reloj al que se le para la cuerda y hay que volver a darle cuerda, y no se ha hecho, sino que se ha hecho la política del tancredismo», proclamó.

Tanto Zapatero como Botín destacaron el camino paralelo que han descrito la economía española y el propio banco, que ha alcanzado este año su 150 aniversario. «España ha conseguido hacerse un hueco en el mundo. Hemos pasado de ser un pequeño país del Sur de Europa a ser ejemplo para muchos (...) No es fruto de la casualidad que Banco Santander esté metido de lleno en la que será la mayor operación bancaria de la historia: la compra del banco holandés ABN Amro por un consorcio de bancos de España (Banco de Santander), Reino Unido (Royal Bank of Scotland) y Benelux (Fortis)», resaltó el cántabro.

Por su parte el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, criticó ayer el optimismo de Zapatero. «Lo pinte como lo pinte, España está iniciando una época de incertidumbre económica y de recesión». Según el portavoz, las declaraciones del presidente del Gobierno intentan «negar la evidencia» y anunció que el PP incluirá preguntas sobre la situación económica en la próxima sesión de control al Gobierno en el Congreso, informa Efe.

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