Cataluña tiene que jugar contra Estados Unidos sí o sí. A pesar de la prohibición de la Real Federación Española de Fútbol. Estos son los postulados que defiende la propia Generalitat que ayer, a través de su secretaria general de Deportes, Anna Pruna, instó a la Federación Catalana a rebelarse, si es necesario, para que su selección pueda enfrentarse a la estadounidense el próximo 14 de octubre. En su opinión, además, esta acción no sería sino «un acto de soberanía».
La secretaria general de Deportes de la Generalitat reiteró que las federaciones deportivas catalanas no tienen por qué someterse a los designios de las españolas.
La Federación Española de Fútbol se remitió ayer al acuerdo adoptado por amplia mayoría en la Junta Directiva del pasado lunes en el que se vetó la posibilidad de que la selección catalana se mida con la de EEUU, en virtud del acuerdo suscrito por las territoriales según el cual se comprometían a jugar únicamente en las fechas navideñas y siempre y cuando no hubiera programado un encuentro de la selección española.
En la Federación Española manifiestan que en este caso concurren ambos supuestos, lo que justifica la prohibición de que se dispute ese partido con el combinado de Estados Unidos.
La Federación Catalana de Fútbol, que ya ha recibido apoyos desde el Barça y el Espanyol, se plantea incluso recurrir al Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana (TAS) para hacer realidad dicho encuentro. Y ahora, hasta la Generalitat catalana propone medidas más radicales.
«Tenemos claro que nuestras federaciones tienen personalidad jurídica propia, no somos una sucursal», reiteró Pruna en declaraciones a la emisora Rac 1. La prohibición, según la secretaria general de Deportes de la Generalitat, puede dotar de mayor entidad al encuentro. «Nos lo tenemos que creer, es lo único que falta», concluyó, tras apuntar que la federación estadounidense se encuentra muy sorprendida por todos los problemas que está planteando la posibilidad de jugar contra Cataluña.
«Según las conversaciones que hemos establecido con ellos, no hay problema en jugar. Allí no entienden nada, porque tenían derechos televisivos vendidos y las fechas son las establecidas por la FIFA», agregó.
Pruna explicó ayer que mantiene contacto continuo con el presidente de la Federación Catalana de Fútbol, que tiene previsto viajar a Chicago (Estados Unidos) para reunirse con los dirigentes de la federación estadounidense.
Esquerra Republicana, el partido al que pertenece Anna Pruna, prestó apoyo total a sus manifestaciones y recalcó que hay que «plantar cara». Joan Ridao, portavoz de ERC en el Parlament, aseguró en rueda de prensa que la entidad jurídica propia de las federaciones catalanas defendida por la secretaria general de Deportes es «de sentido común». Agregó que «no se puede estar a expensas de una declaración arbitraria, política y españolista que pueda decidir un órgano de esta federación».
Para el presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach, es «esperpéntico y absurdo» que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) prohíba el partido. Además, en respuesta a las afirmaciones del presidente del Barça, Joan Laporta, quien el día antes acusó a los políticos de escudarse en los clubes, aseveró que las selecciones catalanas «son un objetivo de país» y que «hay políticos que hace muchos años que estamos actuando en este tema», aunque precisó que los clubes, las federaciones y los deportistas «también pueden ayudar».
El republicano Benach expresó, en cualquier caso, todo su apoyo al presidente de la Federación Catalana de Fútbol, Jordi Roche, y advirtió de que «el actual presidente hará lo que tenga que hacer y punto».
Desde el PP, en cambio, a través de su secretario de Organización en Cataluña, Xavier García Albiol, se reclamó a la Generalitat que no «meta en líos» a los deportistas. Denunció que la secretaria de Deportes «ha demostrado tener muy poco conocimiento de los deportistas». Como ejemplo, citó a la selección española de baloncesto, que está ahora disputando el Europeo, y en la que se encuentran jugadores nacidos en Cataluña que han mostrado su «ilusión» por defender los colores de España.
José Domingo, diputado de Ciutadans en el Parlament, criticó la «politización» del deporte y censuró lo que definió como «llamada a la insumisión» lanzada desde la propia Generalitat. En opinión de Ciutadans, es paradójico que mientras en los últimos tiempos los representantes del Gobierno catalán «defienden separar los deportes de la política», ahora «se contradicen» e intervienen en «asuntos que no son de su ámbito».
Por su parte, la RFEF lamentó ayer, en declaraciones a este periódico, «todo el ruido que se ha organizado con este asunto» y pidió que «no se utilice políticamente el deporte».
La Federación recordó que, en la Junta Directiva del pasado lunes, se decidió que la disputa del partido «era inviable» en una votación que no dejó lugar a dudas: 18 votos en contra de que se celebre el encuentro, dos a favor y tres abstenciones. Además, advirtió a la Federación Catalana que podría incurrir en desacato si no asume la decisión y que, en este caso, podría enfrentarse a sanciones, informa Carlos E. Carbajosa.