Zapatero visitó ayer la ciudad financiera del Banco Santander y aprovechó para reincidir en su pertinaz triunfalismo sobre la situación económica española. Según el presidente, nuestra economía está «muy preparada» para hacer frente a las turbulencias y su optimismo sobre el futuro está «lleno de realismo».
Este énfasis en la autenticidad de sus pronósticos contrasta, sin embargo, con lo que afirman los expertos y responsables económicos, como el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet o el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia.
Entre otras cosas, Zapatero afirmó que «el ciclo alcista de subida de tipos ya ha acabado», mientras un par de horas después Trichet subrayaba que, pese a que el BCE haya mantenido los tipos de interés en el 4%, existe la posibilidad de que se produzcan nuevas subidas.
Por otra parte, el presidente del Gobierno tuvo un recordatorio para las familias al asegurar que éstas «pueden afrontar las variaciones de los tipos de interés» en las hipotecas. Su afirmación sigue la línea marcada esta semana por la ministra de Vivienda, Carme Chacón, cuando aseguraba que la «gente que está teniendo que apretarse más de lo que esperaba el cinturón» por esta cuestión son sólo «casos puntuales». Ante las críticas, la ministra matizó sus declaraciones, aunque no las corrigió en lo esencial, pues además se había atrevido a augurar que el aumento del precio de las hipotecas propiciado por la subida del Euribor había «tocado techo». Sin duda las palabras del presidente de ayer demuestran que tiene mucha más empatía con su ministra que con la mayoría de españoles.
Por último, pese a que ayer Trichet hablaba de un «alto nivel de incertidumbre», el mismo término utilizado la víspera por Solbes, y aunque el comisario Almunia haya dicho que el impacto de las turbulencias originadas por las hipotecas de riesgo estadounidenses «pudiera ir más allá de lo conocido hasta ahora», Zapatero demostró en su discurso una seguridad a prueba de bomba y afirmó que «estamos preparados para seguir creciendo de forma más sólida y más equilibrada».
Cuesta mucho creer que el presidente sabe más de cuestiones económicas que estos expertos, sobre todo si se recuerda que en 2003 el entonces secretario de Economía del PSOE, Jordi Sevilla, animaba al candidato a presidente Zapatero -ante sus repetidos errores en la materia- diciéndole que «lo que tú necesitas para saber esto son dos tardes». Evidentemente nunca dos tardes cundieron tanto y lo del presidente del Gobierno no es, como él asegura, un optimismo «realista», sino más bien electoralista. La mejor prueba de ello son sus últimas medidas en materia de pensiones, vivienda o familia.
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