La propuesta del ministro de Sanidad, Bernat Soria, de proporcionar dentista gratuito a los niños de entre siete y 15 años saldrá adelante para la campaña electoral. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, respaldó ayer a Soria y dejó claro que su plan «se va a hacer», a pesar de las objeciones del vicepresidente segundo, Pedro Solbes.
Zapatero recordó que él es quien coordina la acción del Gobierno y que, además, hay un superávit en las cuentas públicas de 18.000 millones de euros. «No sólo hay un fuerte superávit en las cuentas del Estado, sino también de la Seguridad Social, que nos permite que cuando llegue la campaña electoral o cualquier debate podamos decir a los españoles que vamos a poder subir las pensiones», argumentó el presidente, que se mostró resuelto a aprovechar «la posibilidad como país de extender las políticas sociales». Entre ellas, la del plan bucodental de Sanidad.
No obstante, pese a la imposición de esta medida, el presidente evitó atacar al jefe del aparato económico del Gobierno. Al contrario, lo calificó de «gran ministro», pero aseguró que las «dos dificultades» que expuso públicamente Solbes el pasado martes -cuantía presupuestaria e invasión de competencias a las comunidades autónomas- no van a ser un obstáculo.
«Solbes ha dicho dos cosas que están bastante puestas en razón: primera, tenemos que hacer un trabajo, que es llegar a conciertos con las comunidades autónomas, y segunda, tenemos que incorporarlo presupuestariamente. Son dos cosas que se van a hacer y lo que me produce satisfacción es que el Gobierno hable de medidas sociales de tanto alcance como es extender la atención bucodental a los niños de siete a 15 años a cargo del Sistema Nacional de Salud», señaló Zapatero en declaraciones a la Cadena Ser.
«Que un niño de Extremadura, un niño de Cataluña, un niño de Andalucía, que tenga la misma atención bucodental, independientemente de que viva en un territorio u otro y que tenga una renta u otra». Así se manifestó en la cadena de emisoras tras haber evitado hablar del asunto en el Parlamento, pese a que tanto el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, como el presidente del PP, Mariano Rajoy, le reprocharon las discrepancias en el seno del Ejecutivo.
En la misma línea que el presidente, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró en Antena 3 que el plan de Soria seguirá adelante y pronosticó que él y Solbes «se van a encontrar» y que habría fórmulas de entendimiento. Atribuyó las declaraciones públicas de Solbes «a la transparencia que existe en el Gobierno». Soria repitió esa misma frase y relativizó la posición del jefe del aparato económico del Gobierno. «Estas discrepancias ocurren todos los años y ocurrirán siempre».
Solbes se ratifica en sus declaraciones de la víspera, según fuentes próximas a él, que señalaron que éste no ha hecho sino cumplir con su obligación como ministro de Hacienda: «Velar porque exista una coherencia en las iniciativas del Gobierno y que tengan encaje presupuestario». El vicepresidente está molesto porque Soria, cuya experiencia en la Administración es ínfima en comparación con la suya, ha lanzado una propuesta que puede llegar a costar 200 millones de euros anuales para 4 millones de españoles sin haberla consultado con Hacienda.
«La ha consultado con el presidente del Gobierno», zanjó un influyente miembro del Ejecutivo alineado con Soria. Zapatero desveló que había hablado en la mañana de ayer con Solbes, aunque subrayó que lo hace «todos los días» y que «la coordinación es permanente». El líder socialista declinó precisar si invitará a Solbes a continuar en el Gobierno en las próximas elecciones y resaltó que, ya en 2004, el vicepresidente hizo «un notable esfuerzo» por aceptar la cartera, dada «su larguísima carrera en la Administración».
Zapatero negó que hubiera diferencias con él en su visión de la situación económica, pese a que Solbes habla de incertidumbre, cuando él evita mencionar riesgos. «Solbes se expresa como se expresa», dijo Zapatero, que consideró «adecuado» el «estilo y tono» del vicepresidente. Pero resaltó que «lo que los españoles tienen que saber es que la economía española es fuerte y sólida». En cuanto al rechazo público de Solbes al anteproyecto de Ley de Vivienda de la Junta de Andalucía, Zapatero aseguró «no hay ninguna posición crítica, todo lo contrario». La ministra de Vivienda, Carme Chacón, ha elogiado públicamente esta iniciativa de financiar acceso a viviendas de personas que ganen menos de 3.000 euros al mes, y Solbes se ha manifestado en contra por considerar que eso elevará los precios de los inmuebles.
El secretario general del PP, Angel Acebes, aseguró que se ha «encendido la luz roja de la economía», y, en una pregunta al vicepresidente segundo, afirmó: «Prometen viviendas gratis y Solbes dice que está en contra, dicen que la economía va de cine y usted tiene que enfriar las declaraciones, anuncian dentista gratis para los niños y usted vuelve a dejar en evidencia la frivolidad de este Gobierno, que ni siquiera presenta la memoria económica».
Solbes evitó entrar en el reproche de las contradicciones, pero rechazó las críticas del PP acerca de que los salarios han caído en esta legislatura. Al contrario, dijo que la renta per cápita ha crecido, en términos reales, un 7,3% en este periodo, hasta los 23.300 euros. Incluso presumió de mejorar la actuación de Rodrigo Rato en la legislatura anterior. «El ritmo de crecimiento real de la renta per cápita ha sido superior al de su última legislatura. En 2000-2004, la renta per cápita creció al 1,8% anual, mientras que ahora lo hace al 2,1%».