El Banco de Inglaterra acudió ayer en auxilio de la quinta entidad hipotecaria británica, Northern Rock, afectada por la crisis crediticia de EEUU. El organismo inyectó un préstamo de emergencia para evitar la quiebra del banco. La medida provocó el pánico de cientos de clientes, que formaron largas colas para retirar sus ahorros.
El miedo también contagió a las Bolsas europeas, incluida la española, que cerró con una caída del 1,54%.
El Ibex 35 perdió ayer todo lo ganado en las tres jornadas anteriores y vuelve a situarse en niveles de hace una semana. La sesión terminó con un retroceso del índice de 216 puntos, hasta los 13.861 enteros.
Sin embargo, la caída pudo ser mayor. El selectivo arrancó con un ligero repunte, para iniciar una senda a la baja, con fuerte volatilidad, hasta que llegó el mínimo del día. Ocurrió poco antes de las 14.00 horas, tras conocerse el dato de las ventas minoristas de EEUU, que crecieron un 0,3%. «Fue más bajo de lo esperado», apunta Juan Solana, analista de Intermoney. Resultado: el Ibex cedía un 2,1%.
El resto de las plazas europeas cerraron también con números rojos, pero inferiores. El FTSE de Londres recortó un 1,2% y el Dax de Fráncfort y el Cac de París bajaron un 0,5%. «La apertura de Wall Street, a la baja pero con recortes más moderados, ha ejercido de salvavidas, limitando las caídas en el resto de mercados», comenta Juan José Fernánez-Figares, de Link Securities.
De nuevo hay que buscar la explicación del fuerte retroceso del Ibex 35, en comparación con los parqués europeos, a su alta exposición a banca y construcción, los dos sectores más vulnerables a la crisis. Y, ayer, fue una jornada negra para ambos.
Ante los problemas de liquidez del Northern Rock, los inversores temen que la crisis crediticia se extienda a otras entidades europeas. Así lo demostró el mercado, que no tuvo piedad y se cebó con el sector financiero.
En España los más penalizados fueron los de tamaño mediano. Bankinter fue ayer el que más acusó las ventas. A lo largo de la sesión, llegó a perder un 6% de su valor, aunque finalmente se recuperó. Los títulos cerraron con un descenso del 3,7%, hasta los 10,25 euros.
El resto del sector también sufrió importantes recortes, con Banco Popular a la cabeza (-3,21%), seguido de Banesto (-2,16%), Banco Sabadell (-2,04%), BBVA (-1,67%) y Santander (-1,01%).
Sacyr, la más penalizada
El alto endeudamiento y, por tanto, riesgos para obtener financiación, y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria siguen lastrando a las constructoras. El mayor castigo volvió a ser para Sacyr Vallehermoso, con un retroceso del 5,1%. Los títulos finalizaron la sesión en 24,55 euros. ACS se dejó el 4,89% de su valor, FCC, el 4,84%, Ferrovial, el 3,30% y Acciona, el 2,54%.
Las subidas fueron para NH Hoteles (1,66%) y REE (0,32%), mientras Endesa terminó plana.
Desde que estalló la crisis crediticia a principios de agosto, la incertidumbre se ha adueñado del parqué y no parece querer marcharse. Ni siquiera, a pesar del mensaje del vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, acerca de que la crisis no va a afectar a ningún banco español.
«El panorama a corto de las Bolsas se está complicando cada vez más. El mayor riesgo es que un día una entidad financiera de gran tamaño anuncie que está atravesando problemas de liquidez. Ese día sí que vamos a ver una corrección en condiciones», advierte Link Securities.