El Partido Popular salió ayer en bloque para denunciar la utilización «electoralista» que el Gobierno está haciendo de las cuentas del Estado para 2008. Mariano Rajoy y Javier Arenas en Granada, y Eduardo Zaplana en Madrid acusaron a los socialistas de «engañar» a los españoles, haciendo anuncios y promesas para lograr su voto en las elecciones.
«Los Presupuestos para 2008 son un fiasco y un engaño, y no se ocupan de los problemas reales de los españoles, de los salarios, de las hipotecas o de la cesta de la compra», aseguró el presidente del PP en Granada.
Mariano Rajoy acudió a Granada para respaldar la proclamación de Javier Arenas como candidato del PP a la Presidencia de la Junta de Andalucía en las elecciones autonómicas que se celebrarán en marzo, al mismo tiempo que las generales.
El líder del PP criticó y ridiculizó en ocasiones las ayudas sociales anunciadas por el Gobierno, que comenzaron con el cheque bebé, que dará 2.500 euros por hijo en el momento del nacimiento, siguieron con la promesa de pagar el dentista a todos los niños de entre siete y 15 años, con las ayudas al alquiler para los menores de 30 años, y se completaron con la rebaja del 2% del IRPF.
«Si sigue así, acabará prometiéndonos a todos un chalé en el Caribe, y si no al tiempo», ironizó Rajoy, para quien la espiral de «anuncios y promesas» no es más que «parches» propios de un «Gobierno sin rumbo y sin fundamento» que «ya se ha comido todo lo que estaba en la despensa llena que le dejó el PP».
Además, Rajoy criticó las cuotas de inversión que Zapatero ha pactado con Cataluña y Andalucía, en virtud de los respectivos estatutos de estas comunidades. Para el líder popular, las exigencias de inversión que han planteado estas autonomías están «creando problemas entre los distintos territorios españoles».
«El dinero de todos no se puede repartir por cuotas, sino según las necesidades», dijo, y advirtió que en este punto hay que ser inflexible, ya que no caben «las presiones, los líos o lo que quieran decir en los telediarios de turno».
En esta línea, Rajoy aseguró que Zapatero no se ha ocupado en toda la legislatura de los aspectos que importan a los españoles, como la economía, la educación o las infraestructuras. En su opinión, sólo se ha preocupado «de lo que no debía», creando «problemas innecesarios, enfrentando a las autonomías, envalentonando a los nacionalistas radicales y generando una tensión territorial mayor que nunca». Un «lío descomunal» que no ha provocado «ningún efecto beneficioso».
Antes que él, Javier Arenas lanzó las mismas críticas contra los socialistas, pero en clave andaluza. El candidato del PP a la Presidencia de la Junta acusó a Manuel Chaves de estar «engañando a los andaluces con tal de mantenerse en el poder». «Yo no quiero ganar las elecciones a costa de lo que sea y no me voy a comprometer a regalar ni viviendas, ni coches, ni vacaciones gratis», dijo en referencia a las ayudas a la vivienda prometidas por la Junta.
Arenas aprovechó el acto para desvelar cuál será el lema de su campaña electoral (Ahora el cambio, ahora Javier) y para garantizar que, si gana los comicios, acudirá a «todas las instancias para impedir» que Zapatero «siga agraviando a los andaluces en la financiación».
La ofensiva del PP contra las cuentas del Estado elaboradas por el Gobierno la completó su portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana, quien también reprochó al Ejecutivo que «esté mintiendo» y «faltando a la verdad».
«Hay cosas que no cuadran. Si dos comunidades, Cataluña y Andalucía, se llevan el 40% del gasto, ¿qué queda para el resto?», se preguntó Zaplana. Incidía así en la promesa del Ejecutivo de que habrá equidad en las inversiones estatales y aumento en todas las comunidades, algo que el portavoz parlamentario del PP calificó de «tomadura de pelo».
También acusó al vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, de haber «engañado al Parlamento y la sociedad española» por haber ocultado un colchón de 2.500 millones de euros cuando presentó el techo del gasto antes del verano. Una actitud que Zaplana explicó diciendo que el ministro de Economía «no se fía de su presidente ni del resto del Gobierno» y «sabía el desmadre que se le venía encima».
Además, el dirigente popular consideró «una desfachatez que el Consejo de Ministros apruebe los Presupuestos y el ministro de Economía diga después que tiene que estudiarlos durante el fin de semana», excusa con la que Solbes evitó el viernes dar explicaciones a los periodistas sobre los detalles de las cuentas.
Siguiendo con la línea de «mentiras» y «promesas incumplidas», Zaplana aseguró que, «un año más», el Gobierno «ha incumplido su promesa de bajar los impuestos».
Sobre las ayudas sociales anunciadas por el Ejecutivo, el portavoz popular incidió en su «componente electoralista»: «No son más que golpes de efecto de aprendiz de mago. Y además no las cumple. Prometió 1.000 millones de euros para Dependencia y sólo ha dedicado 871».
«Sí han incrementado, en cambio, el gasto en el INEM, porque saben que, desgraciadamente, va a aumentar el desempleo», dijo.
Zaplana repitió el ofrecimiento de su partido a negociar con el Gobierno los Presupuestos, para lograr aprobar unas cuentas «sin caer en la subasta y el mercadeo». Además, afirmó que el PP bajará los impuestos si llega al poder tras las elecciones y adelantó que la próxima semana anunciará una alternativa al cheque bebé de los socialistas.
Mariano Rajoy: «Las cuentas del Estado para 2008 son un fiasco y un engaño para los españoles. No se preocupan de sus problemas reales y están creando problemas entre los distintos territorios. El dinero de todos no se puede repartir por cuotas, sino según las necesidades».
Eduardo Zaplana: «Están mintiendo. Faltan a la verdad. Si a Andalucía y a Cataluña se va el 40% del gasto, ¿qué queda para el resto? Es una tomadura de pelo. Además, Solbes ha engañado al Parlamento y a la sociedad española, y el Gobierno ha incumplido su promesa de bajar los impuestos».
Javier Arenas: «Manuel Chaves está engañando a los andaluces con tal de mantenerse en el poder. Yo no quiero ganar las elecciones a costa de lo que sea y, por eso, no me voy a comprometer a regalar ni viviendas, ni coches ni vacaciones gratis, como hace él».