Antes de montar al avión que lo trasladaría a Perú, Alberto Fujimori saludó a las cámaras y a los oficiales chilenos que lo escoltaban, y declaró: «Gracias a todos por la hospitalidad. Espero recibirlos muy pronto en Lima». Horas después, ingresaba en una prisión de la capital peruana.
En una de las entrevistas que concedió antes de abandonar la que fuera su residencia temporal, el exclusivo barrio de Chicureo, el ex presidente no descartó la posibilidad de postularse nuevamente a ese cargo, en las elecciones de 2011. «De cualquier manera, si yo no concurro, algún miembro de la familia Fujimori lo hará. Eso se lo garantizo, porque tenemos fujimorismo para rato».
Acerca de los delitos que se le imputan, y por los cuales fue extraditado, el ex gobernante aseguró que no existen pruebas válidas en su contra. «Espero un proceso justo que permita descartar cada una de esas falsas acusaciones... maquinadas por los malos políticos y malos administradores», dijo.
El ingeniero de 69 años recibió a la prensa en el comedor de su residencia, mientras desayunaba con una de sus hijas, Sashi, poco antes de subir al helicóptero que le llevaría a la pista donde le esperaba el avión de la policía peruana. Vestido con un abrigo negro y portando un maletín, pidió que se le concedieran unos minutos para regar el jardín al que tantos cuidados prodigaba.
«Este proceso [de extradición] ha abierto las puertas de mi retorno a Perú. Mi objetivo en todos estos años ha sido reencontrarme con mi pueblo. Chile fue la última estación antes de volver a casa», manifestó con su tono monocorde, pese a que unos meses antes se había presentado a las elecciones para lograr un escaño en el Parlamento de Japón que le permitiera burlar a la Justicia peruana. «No he negociado con las autoridades [de Perú] las condiciones de mi confinamiento: de ellos sólo espero el trato que corresponde a un ex presidente», concluyó.
Aterrizaje por sorpresa
El avión que llevó a Fujimori a Lima -un Antonov 227- despegó de la base del Grupo 10 de la Fuerza Aérea chilena a las 8.56 hora local (14.56 en España). Junto a él embarcaron el jefe de la policía peruana, David Rodríguez, un médico y dos oficiales de Interpol. Después de hacer escala técnica en la localidad peruana de Tacna, la aeronave se dirigió por sorpresa hacia su destino final, el aeropuerto de la base aérea de Las Palmas, en el distrito de Surco, a las 22.30 horas (hora española), tras nueve horas de viaje.
Mientras, sus hijos mostraban su decepción por el repentino cambio de planes, ya que estaban previsto que el ex mandatario aterrizara en el aeropuerto de la Policía Aérea, donde también le aguardaban seguidores y buena parte de la prensa.
Finalmente, fue trasladado en un vehículo blindado desde el aeródromo de Las Palmas hasta un helicóptero que lo condujo a la prisión de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía, donde ingresó a las 23.40 horas. El penal, conocido como el antiguo fundo (cortijo) Barbadillo, está situado a 14 kilómetros al este de la capital peruana.
La Policía habilitó para albergarle estas dependencias, un espacio de 50 metros cuadrados protegido por muros de cemento y cristales blindados. El Instituto Penitenciario dispuso que Fujimori quedase recluido bajo un «régimen cerrado especial» que incluye un paseo diario de dos horas por el patio y le permite recibir la visita de familiares cercanos y sus abogados. Su vigilancia estará a cargo de 20 oficiales de un grupo de élite de la policía. Antes de ingresar en su celda, el reo fue sometido a un examen médico e interrogado brevemente por un funcionario del Servicio de Inteligencia.
En las actuales circunstancias, quienes le ven o le escuchan se asombran del optimismo que exuda el Chino, como le apodan los peruanos por sus rasgos orientales. El viernes, los jueces del Tribunal Supremo de Chile dictaron un fallo aprobando su extradición bajo los cargos de atropello a los Derechos Humanos y de corrupción.
La fiscal peruana Adelaida Bolívar anticipó que a Fujimori «le espera un largo proceso», en el que deberá responder a cargos como las masacres de Barrios Altos y de la Universidad de La Cantuta, perpetradas en los primeros años de su Gobierno.
Sin embargo, para un sector de la opinión pública, Alberto Fujimori es un mártir «crucificado por servir a la patria», como decía uno de los carteles que la policía retiró del centro histórico de Lima, donde también aparecieron pintadas que exaltaban la figura del «héroe que derrotó al terrorismo [de Sendero Luminoso]».
Más de un centenar de sus simpatizantes, muchos de ellos con el rostro pintado con los colores de la bandera peruana, se congregaron cerca del aeropuerto Jorge Chávez de Lima, presumiendo que allí aterrizaría el extraditado.
LA VIDA DEL 'CHINO' EN 10 PUNTOS
28 de julio de 1990. Asume la Presidencia de Perú tras vencer a Mario Vargas Llosa.
5 de abril de 1992. Con el apoyo de las Fuerzas Armadas, cierra el Congreso e interviene el poder judicial. Es el 'autogolpe'.
12 de septiembre de 1992. El líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, es capturado.
28 de julio de 1995. Asume un segundo mandato, tras vencer al ex secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar.
17 de diciembre de 1996. Secuestro en la residencia del embajador de Japón por miembros del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru.
22 de abril de 1997. Acaba el secuestro tras un asalto militar: muere un rehén, dos soldados y los 14 rebeldes del MRTA.
26 de octubre de 1998. Perú y Ecuador firman un acuerdo de paz de una guerra no declarada de 22 días librada en 1995 y que provocó decenas de muertos.
28 de julio de 2000. Tercer mandato tras derrotar al opositor Alejandro Toledo.
14 de septiembre de 2000. La oposición difunde vídeos que comprometen a Fujimori y a su mano derecha Montesinos.
Noviembre de 2000. Renuncia por fax a la Presidencia tras llegar a Japón, donde se exilia.
