Giuliani y otros críticos reprocharon la inspiración «socialista y europea» del baby bond de 5.000 dólares (unos 3.500 euros) y silenciaron de paso el hecho de que Estados Unidos es el país occidental con menos prestaciones a las familias.

Más que como apoyo a la natalidad (como los 2.500 euros de prestación por nacimiento desde el pasado mes de julio en España), Hillary Clinton vendió su propuesta como incentivación al ahorro y apuesta por el futuro. «Queremos hacer una inversión en la juventud de América», proclamó la candidata demócrata el pasado viernes ante decenas de seguidores en el caucus de congresistas negros de Washington.

«Me gusta la idea de dar a cada niño nacido en Estados Unidos 5.000 dólares para abrir una cuenta que crecerá con el tiempo», apuntó Hillary. «De esa manera, cada joven tendrá un dinero disponible a los 18 años, cuando acabe el instituto, y le servirá para poder matricularse en la Universidad o para hacer el primer pago de una casa», añadió.

Stephanie Tubbs Jones, congresista por el Estado de Ohio, se ofreció a trabajar codo a codo con la candidata para consolidar la propuesta. «Creo que es una idea maravillosa», declaró. «Si cada niño nacido en Estados Unidos hereda hoy por hoy 27.000 dólares (19.000 euros) de nuestra deuda nacional, ¿por qué no permitirle al menos que cuente con 5.000 dólares para hacerlos crecer hasta que tenga 18 años?».

Cada año nacen en Estados Unidos una media de cuatro millones de niños. El proyecto de los baby bonds costaría al menos 20.000 millones de dólares anuales (unos 14.000 millones de euros y un 10% del presupuesto para las guerras de Irak y Afganistán que debatirá en los próximos días el Congreso).

Difícil momento

«La propuesta es sorprendente y muy cercana a la línea socialista», advirtió en el New York Post Alison Fraser, de la institución conservadora Heritage Foundation. «Pero lo cierto es que esos bebés van a venir al mundo con un peso de 170.000 dólares (120.000 euros), contando su participación en la Seguridad Social y en la asistencia sanitaria de sus padres. Y eso en un momento de graves problemas fiscales por la cantidad de gente que aspira a la jubilación».

Las comparaciones con las prestaciones familiares en el Reino Unido, Francia o España no han tardado en aparecer en la prensa, unidas casi siempre al recelo que despierta en EEUU la «política social» europea.

Ante el revuelo creado por las declaraciones de Hillary, su portavoz de campaña, Blake Zeff, se ha visto obligado a matizar: «No es una propuesta firme, sino una idea bajo consideración».

La idea la lanzó este mismo mes la revista Time, incidiendo en el desfase que existe en las prestaciones familiares y ayudas a la maternidad y a la infancia entre Estados Unidos y Europa.

En su propuesta avanzada el viernes, Hillary Clinton no especificó cómo garantizar que los 5.000 dólares de cada baby bond serán destinados al ahorro y al uso posterior a partir de los 18 años.