Los arrestados son Josep Maria E.V., de 18 años, con domicilio en Cànoves (Barcelona), y Jordi G.F., de 18 años y vecino de La Garriga, la misma población en la que precisamente vive Rivera. En sus casas se encontró el material físico e informático que sirvió para efectuar la composición con la que se amenazó al político.

Tras tomarles declaración, el juez de guardia de Granollers decidió dejarlos en libertad provisional con cargos y con medidas cautelares que no han trascendido, según informa Europa Press.

Su macabra creación apareció envuelta en un paquete en la puerta del domicilio del líder de Ciutadans. Se trataba de un montaje en el que aparecía pegada a un trozo de corcho una fotografía de Albert Rivera con una bala de nueve milímetros real incrustada en la frente. Desde ese punto, manaba un reguero de pintura roja que simulaba ser sangre.

Al dorso el paquete había un texto que rezaba, en catalán: «Señor Rivera, entendemos que si usted continúa con su política [...] nosotros lo consideramos nuestro principal enemigo. En caso de que tras los avisos no haya cesado su política incoherente, en un margen de dos meses serán expulsados por la fuerza o serán enterrados por siempre jamás en ella [en Cataluña]». Y al pie, una rúbrica alusiva al himno catalán: Volveremos a segar, volveremos a ser libres.

Al día siguiente, el correo electrónico institucional de la formación política recibió un mensaje en el que los autores del envío aseguraban sentirse arrepentidos.

Ayer, las juventudes de ERC emitieron un comunicado en el que «lamentan la situación generada» por sus dos militantes, a los que confirman que se ha abierto en la organización «el proceso pertinente» que «puede acabar, según lo previsto en los estatutos de las JERC, con su expulsión de la organización».

Las JERC aseguraron que los hechos de los que se acusa a sus militantes «quedan absolutamente fuera de la actividad política» de la organización, que trabaja «por sus objetivos políticos por las vías pacíficas y democráticas».

Por ello, la organización independentista ha abierto, a través de su Comisión de Garantías «y respetando el principio de presunción de inocencia», el proceso para la expulsión de los dos militantes.

El presidente de la Generalitat, José Montilla, condenó el pasado jueves la amenaza que recibió Albert Rivera. Curiosamente, al mismo tiempo exhortó a Ciutadans a ofrecer «toda su colaboración» para aclarar los hechos.