Los arrestos se produjeron en la localidad guipuzcoana de Segura e incluyen a los miembros más relevantes de la citada formación encabezados por Joseba Permach, el dirigente designado recientemente como sustituto de Arnaldo Otegi.

Pasadas las 20.00 horas, más de 25 uniformados del Cuerpo Nacional de Policía y 35 agentes de Información instalaron controles en los accesos a la localidad guipuzcoana tras constatar que los principales dirigentes de Batasuna se habían reunido en su casa de Cultura. Los investigadores aseguran que los reunidos preparaban un mitin para el sábado en Irún. Sigue en página 12

Viene de primera página

La Mesa Nacional se ha estado reuniendo con total impunidad y de manera reiterada en los últimos meses en los que ha estado preparando, entre otras cosas, su renovación tras la tregua. Y lo ha estado haciendo con especial cuidado para que sus encuentros no pudieran dar pie a un arresto masivo por parte del juez Garzón como el que se ha producido, habida cuenta de que tenían un sumario abierto que podía llevarles a prisión. Los investigadores consideran que lo que se estaba produciendo en Segura ayer no era exactamente ese relevo, sino la preparación de un mitin y una rueda de prensa que se iban a celebrar en Irún mañana y en los que la formación ilegalizada iba a exponer las líneas políticas que pensaba plantear.

De hecho, esta operación empieza precisamente por esa razón, porque la Policía sabe que el sábado se va a producir una comparecencia pública, deduce que los dirigentes de Batasuna han de prepararla y decide seguir a los más importantes de sus miembros que, efectivamente, acaban reuniéndose en Segura.

El juez es avisado y da el visto bueno para que la operación se lleve a cabo haciendo efectivas las advertencias que desde el Ejecutivo se han venido realizando contra el entorno político de ETA tras la tregua.

El encuentro se inició a las 16.00 horas y se prolongó el tiempo suficiente como para que varias dotaciones pudiesen organizar un despliegue considerable. De manera inmediata fueron movilizados decenas de agentes uniformados y de la brigada de Información habitualmente destinados en San Sebastián y Navarra.

Entre los arrestados se encuentran verdaderos pesos pesados, no sólo de Batasuna sino de la izquierda abertzale: 20 de los 38 que configuran la actual Mesa Nacional junto a dos simpatizantes -Egoitz Apaolaza e Ibon Berasategi- que los agentes de la lucha antiterrorista tenían clasificados por la frecuencia con la que participaban en las actividades de las diferentes formaciones ilegalizadas.

Anoche, en las comisarías del País Vasco y Navarra fueron ingresando dirigentes como Joseba Permach, considerado el sustituto de Arnaldo Otegi -con el respaldo de la banda- al frente de Batasuna; Juan José Petrikorena, la mano derecha del ex portavoz y responsable de política de comunicación del partido; Angel María Elkano, Aizpea Abrisketa, uno de los dirigentes con mayor proyección tras el fin de la tregua y que ha resultado reforzado con la renovación interna; Maite Fernández Labastida, Maite Díez de Heredia -representante en Alava y relacionada con Gestoras-, Tomasa Alejandro, Ana Lizarralde -coordinadora de herrialdes, portavoz de Jarrai y arrestada en su día por actuar de comisario político de ETA en el sumario de Ekin-, Arantza Santisteban, Joana Regeiro -también vinculada a Jarrai y a la ilegalizada AuB-, Patxi Urrutia, Jon Garai, Imanol Iparaguirre -responsable de organización interna-, Jean Aguerre, Asier Arriz, Juan Cruz Aldasoro, Ibon Arbulu, Mikel Zubimendi -miembro de Jarrai, conocido por arrojar un saco de cal en el escaño de Ramón Jauregui y por encabezar durante la tregua el sector más radical-, Aner Petralanda, Angel María Elkano y Rufi Etxebarria.

Etxebarria, por ejemplo, ya estuvo en prisión con la antigua Mesa Nacional después de avalar la tesis sobre la socialización del sufrimiento que llevó a que Batasuna justificase los atentados contra ciudadanos que no formasen parte de las Fuerzas de Seguridad con el fin de forzar al Estado a la negociación. Se da la paradoja de que en la última tregua fue uno de los llamados posibilistas.

Así pues, ayer fueron detenidos miembros de la antigua Mesa Nacional, de la actual, de la renovada, miembros de Ekin, integrantes del equipo de negociación con los socialistas y con el PNV en las reuniones preparatorias de la mesa de partidos y dos de los dirigentes que registraron en el Ministerio del Interior Abertzale Sozialisten Batasuna, la formación teóricamente destinada a sustituir en los últimos comicios a Batasuna, pero que fue ilegalizada en beneficio de ANV.

Medir los pasos

La operación afectó a aquellos que estaban siendo potenciados tras la tregua por cumplir las directrices de la banda y a quienes, como Petrikorena, habían sido repudiados por ETA por no haber gestionado bien la tregua -desde su punto de vista- junto a Otegi. No fueron arrestados quienes por diversos motivos no estaban presentes. De modo que Pernando Barrena, Marije Fullaondo, Kepa Landa o Jone Goirizelaia, continúan en libertad aunque tendrán que medir sus pasos cuidadosamente para que el juez Garzón no acumule pruebas contra ellos.

Batasuna ha venido celebrando frecuentes reuniones durante y después de la tregua. De hecho, como informó este periódico, hace escasas semanas los mismos dirigentes se encontraron en Alava. Sin embargo, fue ayer cuando el juez consideró que estaban vulnerando reiteradamente la prohibición de continuar con las actividades de una formación ilegalizada y estaban incurriendo en un delito contemplado en el sumario 35/02, en el que se investiga la subordinación de Batasuna a ETA y la financiación de la banda terrorista a través de las herriko tabernas.

Durante la madrugada, la Policía realizó numerosos registros en los domicilios de los detenidos.