Los precios subieron en septiembre un 0,5%, lo que sitúa la tasa de variación interanual del Indice de Precios de Consumo (IPC) en el 2,7%, la más alta en lo que va de año. El dato es consecuencia del comportamiento de los precios en la rúbrica de carburantes y lubricantes (que ha subido un 3,1% en los últimos 12 meses), y del incremento en productos básicos como la leche (11,4%), la carne de ave (11,3%) o el pan, que ha subido un 8,1% durante el mismo periodo.
Pero la aceleración de precios no sólo afecta a la energía y a los alimentos no elaborados, ya que también la inflación subyacente, que excluye a ambos, crece una décima y se coloca en el 2,6%
Las cifras, lejos de preocupar al Gobierno, suscitaron ayer reacciones optimistas por parte de Ministerio de Economía que, en una nota, calificó de «moderadamente positivo» el dato del IPC de septiembre. El departamento de Pedro Solbes recuerda, incluso, que el incremento es similar al anotado en el resto de los países de la zona euro y que viene explicado por el incremento de los precios internacionales de la energía y su efecto base.
De hecho, el Gobierno asume que, de aquí a final de año, los datos empeorarán. El secretario de Estado de Economía, David Vegara, explicó ayer en conferencia de prensa que el aumento del IPC en septiembre se debe al incremento registrado en carburantes y combustibles. «Es posible que el efecto base de esta subida no haya terminado, por lo que el índice puede seguir aumentando hasta situarse más cerca del 3% al final de año», dijo Vegara.
Según los datos facilitados ayer por el INE, el aumento de tres décimas en la inflación mensual se debió, principalmente, al incremento del grupo de vestido y calzado (3,5%) -tras la finalización de las rebajas- y el aumento del 0,9% de los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas.
El IPC de septiembre provocó ayer comentarios por parte de partidos y organizaciones sociales. Sólo UGT, además del Gobierno, dio un sesgo positivo a las cifras. En opinión del sindicato que lidera Cándido Méndez, a pesar de la subida de septiembre, la tasa de inflación sigue siendo mejor que hace un año.
Bien distinta fue la valoración de CCOO, que, a través de un comunicado, destacó que el repunte de la inflación en septiembre supone un dato «preocupante» dada su «clara raíz estructural», como, recuerda el sindicato de José María Fidalgo, revela la cota alcanzada por la inflación subyacente, que, prácticamente, se igualó con el régimen general.
En términos similares se pronunció el coordinador ejecutivo de Economía de Izquierda Unida, Javier Alcaraz, que considera que el dato de septiembre confirma una «importantísima» subida de los precios de los alimentos de primera necesidad, así como de prendas de vestir y calzado, que producirá unos efectos «especialmente lacerantes» para las economías domésticas.
Por su parte, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) señaló, también a través de un comunicado, que en el actual contexto de mayor inflación y dado el diferencial de precios que mantiene España con Europa, la política fiscal «debería jugar un papel de contención» para moderar las presiones de demanda sobre los precios.
La patronal estima que los precios de los carburantes y lubricantes han acabado por recoger, incluso en tasa anual, la subida del precio del petróleo en lo que va de ejercicio. De hecho, CEOE, suscribiendo las tesis del Ministerio de Economía, recuerda que en 2006, tras el verano, los precios del crudo experimentaron una tendencia a la baja que no se está produciendo en este ejercicio.
El secretario ejecutivo de Política Económica y Empleo del PP, Miguel Arias Cañete, se mostró «alarmado» ante el repunte del IPC y reclamó al Gobierno una política presupuestaria «rigurosa».
Valoraciones políticas al margen, lo que sí se confirma es que la desviación de los precios por encima del 2% costará a las arcas de la Seguridad Social del Estado más de 1.800 millones en el mejor de los casos, esto es, que la inflación se mantenga en el 2,7% en el mes de noviembre, cuando se realiza el cálculo para compensar a las pensionistas, con un paga, por la desviación de la inflación.
Cinco euros más para el coche
La subida del precio de la gasolina y el gasóleo en lo que va de año ha provocado que llenar el depósito de los turismos este puente del Pilar se haya encarecido entre cuatro y cinco euros, según el tipo de carburante, respecto a las mismas fechas de 2006. Así, un depósito medio de 55 litros de capacidad de gasolina euro-súper 95 supone ahora un desembolso de 57,75 euros, frente a los 52,80 euros del pasado año, lo que supone un incremento del 9,3%, según el último Boletín Petrolero de la Unión Europea.
El precio de este carburante, informa Efe, se situaba el pasado 8 de octubre, último dato disponible, en 1,055 euros por litro. La gasolina euro-súper 95 se ha encarecido algo más de un 10% desde el 1 de enero de 2007.
En cuanto al diésel, llenar un depósito de la misma capacidad cuesta este puente 54,45 euros (3,85 euros más que hace 12 meses), esto es, un 7,6% más. El litro de gasóleo de automoción costaba el 8 de octubre 0,99 euros, después de que una semana antes hubiera superado el euro (1,004 euros). En lo que va de año, el precio del gasóleo se ha incrementado más de un 11%.
