El ex vicepresidente norteamericano Al Gore y los más de 2.000 científicos del Grupo Intergubernamental de la ONU sobre el Cambio Climático (IPCC) se repartieron salomónicamente ayer el Premio Nobel de la Paz, que destacó la íntima conexión entre el calentamiento global y «las condiciones de vida de gran parte de la humanidad».
«Se trata de una gran ocasión para elevar la conciencia global ante los retos que tenemos delante», declaró Gore horas después de recibir la noticia, a su paso por Palo Alto, California. «Ahora vuelvo a mi trabajo: éste es sólo el principio», concluyó en una fugaz aparición ante la prensa, dejando en el aire las preguntas y las especulaciones sobre su candidatura a las elecciones presidenciales de 2008.
«La crisis del clima no es un asunto político, es un reto moral y espiritual para toda la humanidad», dijo el propio Gore horas antes, en un beve comunicado. El ex vicepresidente anunció que donará su parte del premio (dotado con 1,1 millones de euros) a la Alianza para la Protección del Clima, creada por él mismo para prolongar el mensaje de Una verdad incómoda y concienciar a la población sobre la necesidad de reducir las emisiones de gases invernadero.
«Por supuesto que estamos contentos por el reconocimiento a Al Gore y al IPCC», fue la seca reacción del portavoz de la Casa Blanca, Tony Fratto, que no quiso pronunciarse sobre el alcance político del Nobel de la Paz, rubricado con un llamamiento a la acción urgente «antes de que el cambio climático escape al control del hombre».
Migraciones a gran escala
El secetario general de la ONU, Ban Ki-moon celebró entre tanto el premio concedido al IPCC, que ha concluido en su cuarto y demoledor informe que el cambio climático es «inequívoco» y que se debe en gran parte a la acción humana. El indio Rajendra Pachauri, al frente del equipo de científicos de más de 100 países, recibirá el galardón en Oslo el próximo 10 de diciembre.
Tres años después del premio a la ecologista keniana Wangari Maathai, el Comité del Nobel ha querido recalcar de nuevo la relación entre la defensa del medio ambiente y la paz. El comunicado oficial destaca «los esfuerzos de los galardonados en la lucha contra el cambio climático» y advierte de que el calentamiento del planeta puede provocar «migraciones a gran escala, una mayor competencia por los recursos naturales y conflictos violentos entre países».
El Comité del Nobel destacó la labor polifacética de Al Gore, que figuraba como favorito desde hace varias semanas. «Su gran compromiso, reflejado en su actividad política, sus ponencias, sus películas y
sus libros han reforzado la lucha contra el cambio climático», podía leerse en el comunicado oficial.
«Posiblemente estamos ante la persona que más ha hecho a título individual para crear una conciencia mundial sobre las medidas que deben adoptarse», destacó el presidente del comité del Nobel, Ole Danbolt Mjos, que a continuación ensalzó la labor del grupo de científicos bajo el paraguas de la ONU: «A través del trabajo científico de las dos últimas décadas, el IPCC ha creado un amplio consenso sobre la conexión entre las actividades humanas y el calentamiento global».
«Si sólo le hubieran dado el premio a Gore estaríamos igual de contentos, pues de lo que se trata es de reconocer la importancia del asunto», declaró la portavoz del IPCC, Carola Traverso Saibante.
Pese al protagonismo compartido, todos los reflectores apuntaron ayer hacia Al Gore, que ha dado indicaciones de que seguirá adelante con su cruzada mundial contra el cambio climático y no se dejará tentar por las sirenas de la alta política norteamericana. Fuentes de su círculo interno aseguraron ayer a la CNN que Gore considera a estas alturas que «la maquinaria de Hillary Clinton es imparable», aunque señalaron que está dispuesto a utilizar el capital moral del premio para ayudar al Partido Demócrata a reconquistar la Casa Blanca.
En su repetina aparición de ayer, Gore recalcó que vivimos «una verdadera emergencia planetaria» y se comprometió a seguir trabajando «para encontrar el modo de cambiar la conciencia mundial». «Estamos ante el reto más peligroso al que jamás hemos tenido que hacer frente», dijo, «pero es también una gran oportunidad para hacer los cambios necesarios que deberíamos haber hecho de cualquier manera».
Bill Clinton fue ayer uno de los primeros en felicitarse por el éxito de su ex vicepresidente. «Estoy emocionado por este reconocimiento», dijo Clinton. «Gore lleva previniendo y educando sobre los peligros del cambio climático desde hace décadas. Lo vio venir antes que muchos otros en la vida pública».
Hillary Clinton hizo un alto en su campaña para extender sus «felicitaciones» a Gore y destacar «su dedicación y su trabajo infatigable, que han sido decisivos para aumentar la conciencia internacional sobre el cambio climático». Obama, segundo en las apuestas demócratas, destacó su «coraje» frente «a los escépticos de Washington».
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