Cerraron una puerta y abrieron dos. Y una tan importante como la de la Feria de Fráncfort. La cultura catalana, que ayer se despidió de la gran cita editorial alemana, empezará mañana a preparar su nuevo reto: en 2009, Cataluña abrirá pabellón propio en la Bienal de Venecia, que es, junto a la Documenta de Kassel, el mayor acontecimiento artístico europeo.
Cataluña será, presumieron ayer los responsables de la Generalitat, junto a Escocia y País de Gales, los únicos representantes con pabellón propio en el encuentro italiano que no cuentan con un Estado propio que les respalde.
«Sin Fráncfort no hubiera sido posible», señaló ayer el vicepresidente de la Generalitat y responsable último del Institut Ramon Llull, el republicano Josep Lluís Carod-Rovira, quien añadió: «Fráncfort ha sido la llave que ha abierto todas las puertas a la internacionalización de la cultura catalana».
El acuerdo para que Cataluña acuda a Venecia aún no está firmado, pero el Institut Ramon Llull ya ha recibido respuesta afirmativa a la misiva que enviaron solicitando el honor al alcalde de Venecia.
«Falta firmar el contrato, pero ya está redactado», aseguraron ayer desde el Ramon Llull, a la vez que reconocieron que ha ayudado mucho para conseguir la distinción que Manuel Borja-Villel, director del Museu d'Art Contemporani de Barcelona, sea el presidente del jurado de la Bienal artística italiana; también las grandes exposiciones de arte catalán que últimamente han podido verse en el Metropolitan de Nueva York, en el Van Gogh de Amsterdam y la Fundación Maeght de Saint-Paul-de-Vence.
España está presente en la Bienal de Venecia desde finales del siglo XIX, cuando la cita artística empezó a caminar. Y, hasta ahora, ha sido en su pabellón donde se han presentado siempre los artistas catalanes. «La cultura catalana tiene un déficit de visibilidad por el gran peso de la cultura española y eso nos obliga a buscar acontecimientos que nos sirvan como plataforma internacional», explicó ayer el conseller de Cultura de la Generalitat, Joan Manuel Tresserras, quien será el encargado de controlar, junto al Institut Ramon Llull, la presencia catalana en Venecia y la organización del pabellón para el que, próximanente, habrá que nombrar un comisario. A partir de la invitación para estrenar pabellón en 2009, Cataluña podrá estar presente en Venecia en todas las ediciones.
Teatro, danza y música
La organización del desembarco catalán en Venecia coincidirá con otra gran expedición de la cultura catalana: el próximo otoño se presentará en el Festival Cervantino de Guanajuato (México) a través del teatro, la danza y la música en un desembarco en el que, según Josep Bargalló, estarán presentes tanto el catalán como el castellano. «En las actividades artísticas de Fráncfort ya ha sido así», apuntó el responsable del Ramon Llull, quien reconoció que Guanajuato es, junto a los certámenes de Bógota y Buenos Aires, uno de los más importantes de Amércia Latina.
La última entrevista con los responsables del certamen teatral se desarrolló hace un par de semanas en Berlín, tras el estreno del Tirant lo Blanc de Calixto Bieito. «Ya tenemos algunas ideas», añadió el republicano. Por ejemplo apuntó que dado que coincide con el Día de los Muertos mexicano estudian trasladar allí las celebraciones de la Dansa de la Mort de Verges.
Por último, Carod y Bargalló, que aceptaron ayer que 12 millones de euros es lo que el Llull ha gastado para Fráncfort pero que el coste total es superior -ha habido aportaciones por parte de otros organismos de la Generalitat y, además, no están contabilizadas ahí operaciones previas para preparar la cita alemana- anunciaron que pedirán comparecer en el Parlament para dar cuenta del dinero gastado.
