Los expertos policiales no tienen duda y por eso han desplegado un gran dispositivo de investigación en la zona. La Comunidad Valenciana es el centro de todas las miradas de los expertos en terrorismo internacional porque es allí donde se sospecha que pueden estar los dirigentes de la organización terrorista Al Qaeda responsables de la trama asentada en España.
Según han explicado a este periódico fuentes de la investigación, las pesquisas de la Policía se centran en la colonia de argelinos instalada en la región.
La comunidad argelina tiene una implantación en la Comunidad muy consolidada y sobre ella existen indicios muy claros de presencia de elementos con responsabilidad en el entramado de la red Al Qaeda.
Los investigadores de la Unidad Central de Información Exterior de la Policía Nacional están peinando el terreno y el mundo religioso no está exento de las pesquisas. En operaciones anteriores, han sido muchos los imames que han estado bajo la lupa policial. Ahora, tampoco esos círculos han quedado descartados. De hecho, se baraja la posibilidad de que entre los implicados pueda haber algún imam.
Los agentes están en tensión. Entienden que desde que se produjeron los atentados del 11-M, España está en el punto de mira de los islamistas de forma constante. Las amenazas se han reproducido desde entonces. Y por ese motivo, durante los últimos años la cantidad de efectivos policiales dedicados a la lucha contra el islamismo radical y las actuaciones contra él se han multiplicado. Y una de la áreas donde más operaciones se han concretado durante los últimos años ha sido la de la costa mediterránea.
Los informadores consultados por este periódico alertaron también de «movimientos peligrosos» que se han detectado entre algunas de las personas investigadas.
En concreto, los expertos de la Policía sospechan que algunos han tratado de adquirir material explosivo durante los últimos meses en España, ya que se han localizado movimientos en los círculos dedicados al tráfico ilegal de armas y explosivos.
Controles policiales
No obstante, según estas fuentes, los intentos han resultado infructuosos ya que los radicales toparon con importantes controles policiales alrededor de este tráfico ilegal, lo que dificultó las adquisiciones que pudieran haber tenido previstas.
Las Fuerzas de Seguridad del Estado estiman en varios cientos los radicales islamistas que están asentados en España. El control sobre ellos es muy estricto. Sobre el núcleo más radical no sólo hay vigilancias directas, sino también un fuerte seguimiento de sus conversaciones.
Es precisamente en estas conversaciones en las que las Fuerzas de Seguridad del Estado han detectado un gran número de potenciales radicales dispuestos a perpetrar acciones terroristas en el territorio español.
Según los informadores, casi un centenar de los controlados ha mostrado, directa o indirectamente, su disposición a llevar a cabo atentados. Algunos de ellos son también los que han tratado de entrar en contacto con el mercado negro de explosivos y armas. Tras detectar el primero de estos movimientos ha aumentado el nivel de alerta entre los especialistas.
Los terroristas pretenden superar el 11-S en Europa
No sólo España detecta importantes y peligrosos movimientos por parte de los islamistas radicales. Los principales servicios secretos del mundo coinciden al confirmar una gran agitación entre los sospechosos de formar parte del entramado terrorista liderado por Al Qaeda.
La hipótesis sobre la que trabajan mantiene que los islamistas tratan de llevar a cabo un atentado de grandes dimensiones. Los especialistas temen que ese ataque trate de superar al perpetrado en Nueva York contra las Torres Gemelas.
Esa información ha sido recibida por otros servicios de inteligencia, entre ellos los españoles. Por este motivo, el nivel de alerta internacional es elevado. La convicción de todos los servicios de inteligencia es que los islamistas radicales tratarán de actuar en algún país europeo.
Hace apenas un mes, desde el Centro Nacional de Inteligencia se alertó a las embajadas españolas en los países del Magreb del riesgo de que los radicales podían tratar de perpetrar secuestros de ciudadanos europeos. Los temores se centraban en Marruecos, Argelia y Mauritania.
El CNI advertía además de que los terroristas tratarían de sacar réditos económicos a estos secuestros pidiendo rescate a los países de procedencia de los raptados. Ese dinero iría destinado a la financiación de futuros atentados.
