El Banco de España discrepa del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y mantiene vigente su recomendación a las entidades financieras de que busquen negocios alternativos al de conceder créditos al sector inmobiliario español.
El gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, considera que ésa es la línea de prudencia que deben seguir bancos y cajas de ahorros y así lo viene defendiendo en público y en privado en los últimos meses, incluso desde antes de que estallara, el pasado mes de agosto, la actual crisis de restricción crediticia internacional.
La posición del gobernador, que habla siempre de acuerdo con la cúpula del Banco de España, quedó clara el pasado abril, cuando dijo estas palabras ante la asamblea de cajas de ahorro: «Si centramos la atención en mantener en el futuro resultados crecientes, es muy importante que las entidades, como ya hicieron en el pasado, descubran esas nuevas oportunidades de negocio, esos nuevos ámbitos de actividad, que deben ir sustituyendo al crédito al sector inmobiliario».
En contraste, el presidente del Gobierno aprovechó el pasado lunes un acto público en el Foro Abc para afirmar lo siguiente sin que nadie le preguntara: «Desde la perspectiva del Gobierno, la fortaleza del sistema económico aconseja que las instituciones financieras, que las entidades de crédito, aún manteniendo el principio de seguridad que tan buenos resultados nos está aportando para el conjunto del sistema, estén abiertas para seguir manteniendo un nivel razonable de crédito para la economía de nuestro país, en particular para el sector inmobiliario; sector de la construcción que quiero recordar, no obstante, que representa en nuestro país el 5 o el 6% del Producto Interior Bruto, frente al 68% de los servicios o el 18% de la industria».
¿Qué opina el Banco de España de este contraste? Un portavoz declinó hacer comentarios y, sin entrar en si existe una discrepancia o coincidencia con el Gobierno se limitó a señalar que la institución no ha cambiado de posición con respecto al discurso del pasado abril. No obstante, este diario pudo ayer saber que las palabras del presidente provocaron sorpresa en el Banco de España. No sólo es insólito que el jefe del Gobierno hable como si fuera el gobernador, sino que, además, se desvía del discurso habitual de la institución en los últimos años alertando contra el sector inmobiliario.
Así lo han mantenido Jaime Caruana y su sucesor desde 2006, Fernández Ordóñez, nombrado por el actual Gobierno. El Banco de España no ha pedido nunca públicamente al sector financiero que corte el grifo al sector inmobiliario, pero tampoco lo contrario, porque nunca hace llamamientos como el realizado por el presidente.
Reducción del crédito
También el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, afirmó el pasado día 9 en Luxemburgo que «en una situación de cierta reducción del crédito, aquellas entidades que dependan más del crédito vinculado a la financiación de la vivienda, posiblemente tendrán que replantear sus inversiones». Lo hizo tras la advertencia de la agencia Moody's de que, si se produjera un mal escenario económico, existían cinco cajas demasiado expuestas al ladrillo.
Fuentes financieras agregaron que «en este momento, es irracional reclamar al sector financiero que mantenga créditos al sector inmobiliario, puesto que ya está demasiado expuesto». Además, aseguraron que la banca española es una mera intermediaria, puesto que tiene que recabar a su vez dinero internacional.
«Era necesario el mensaje de Zapatero», afirma el dirigente de un importante grupo inmobiliario español, que considera sus palabras «un punto de inflexión».
Hace ya varias semanas que un grupo de 14 grandes empresas inmobiliarias mantienen reuniones con altos cargos del Gobierno y de la oposición para reclamar su ayuda ante la pérdida de imagen del sector. Su presidente es el de Fadesa, Fernando Martín, y el secretario general, el ex secretario de Estado de Economía con Felipe González, Pedro Pérez.
El secretario de Estado de Economía, David Vegara, matizó ayer que había que interpretar las palabras del presidente del Gobierno como que el grifo al sector inmobiliario debe mantenerse abierto con «prudencia». En su intervención en el Foro Cinco Días, Vegara manifestó que el presidente del Gobierno «no tiene ninguna duda de que el sector financiero actuará con la prudencia que debe imperar en el sistema». En la misma línea que el presidente, Vegara afirmó que la demanda esperada a medio plazo será de 500.000 viviendas anuales, un número «elevado».
TRES MENSAJES DEL PODER
1. Rodríguez Zapatero. «Las entidades de crédito, aun manteniendo el principio de seguridad, deben estar abiertas para mantener un nivel razonable de crédito para la economía de nuestro país, en particular para el sector inmobiliario».
2. Miguel Angel Fernández Ordóñez. «Es muy importante que las entidades descubran nuevas actividades que deben ir sustituyendo al crédito al sector inmobiliario».
3. Pedro Solbes. «Aquellas entidades que dependan más del crédito vinculado a la financiación de la vivienda, posiblemente tendrán que replantear sus inversiones».