Joan Ignasi Pla, líder de los socialistas valencianos, dimitió ayer de su cargo de secretario general tras perder la confianza de José Luis Rodríguez Zapatero, después de que la Cadena Ser difundiera que no ha pagado la reforma de su casa, realizada por una gran constructora.
Lo hizo en una comparecencia sin preguntas, que pone fin a siete años al frente del partido, después de reunir a la Ejecutiva y cumplir con una ceremonia pactada 24 horas antes, cuando la dirección nacional del PSOE, tras comprobar que seguía mediáticamente en el disparadero, empezó a valorar la conveniencia de entregar su cadáver en aras de firmar la paz. Fue en ese momento -a mediodía del miércoles- cuando el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, trasladó a la sede valenciana de Blanquerías que el respaldo a Pla ni era sólido ni incondicional, y el dirigente del PSPV no tuvo más remedio que optar por la dimisión.
Su despedida deja al socialismo valenciano en manos de una comisión gestora y abre una etapa difusa en las relaciones entre el PSPV y su entorno mediático natural. El portavoz socialista en el Senado, Joan Lerma, presidirá la gestora, mientras que la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, será la vicepresidenta.
«Acoso y derribo»
Pla arremetió contra el Grupo Prisa y se declaró objeto de «la mayor operación de acoso y derribo sobre un líder político en la Comunidad Valenciana» por parte de un «destacado grupo mediático».
«Por razones que se me escapan», aseguró, «ha hecho de mi persona su objetivo fundamental». «De nada valen las explicaciones que he dado», añadió, «la operación persigue mi cabeza y, por extensión, la de mi partido, justo en el momento en que nos disponemos a iniciar la precampaña de las elecciones generales».
Pla calificó su renuncia de «sacrificio» para detener «la enorme maquinaria mediática que mueve esta virulenta campaña de acoso y derribo», y «se deje de vilipendiar al socialismo valenciano». «Ellos», prosiguió, «pueden tener los medios; yo estoy convencido de tener la razón. Y estoy seguro de que la Justicia y la Historia pondrán a cada uno en su lugar». El dirigente socialista anunció que emprenderá acciones judiciales contra quienes han vinculado el impago de las obras en su casa con un presunto trato de favor.
Pla deja la Secretaría General, pero, de momento, no ha dicho que renuncie a su escaño en las Cortes Valencianas, pese a la dificultad personal y política que supone su permanencia. A expensas de que se resuelva su futuro, dio a entender que seguirá en activo: «Siempre he dado la cara por mi partido y mis compañeros. Por eso, nunca entenderé a los que, sin dar la cara, consideran que todo vale para lograr sus objetivos».
En una entrevista en Onda Cero, no descartó que la filtración sobre las obras de su casa venga de su entorno. Respecto a la campaña mediática, dijo que, «más allá» de la situación del partido, han confluido factores externos que no acaba de entender, que le han «pillado en medio». En el PSPV atribuyen la operación contra Pla al enfrentamiento que este grupo está librando con Zapatero por sus escarceos con Mediapro, la editora de Público, y a propósito de la guerra del fútbol. Pla es un peaje que sale gratis, porque estaba condenado desde el 27 de mayo, cuando cosechó su segunda derrota en las autonómicas.
La vicepresidenta del Gobierno y futura cabeza de lista del PSOE por Valencia, María Teresa Fernández de la Vega, visitó ayer la zona de Alicante afectada por el temporal, pero evitó pronunciarse al respecto.