La ministra culpó por primera vez a una empresa privada, la constructora que preside Juan Miguel Villar Mir, de los graves problemas que están causando las obras del AVE a Barcelona y de los retrasos que pueden sufrir los trabajos.

Alvarez confirmó en conferencia de prensa y en la sede de su Ministerio que va a abrir un expediente a esta sociedad para que explique por qué se han producido incidencias en su tramo y para que responda por el retraso de varios meses en la ejecución de las obras.

Preguntada directamente si creía que podía haber alguna intencionalidad de la empresa en estos hechos, y si están relacionados con el litigio que Fomento mantiene con OHL por la expropiación de una mina en Galicia, la ministra ya no quiso hacer comentarios: «Eso serían acusaciones muy duras», dijo, y aclaró que no hará ninguna manifestación sobre esa posibilidad «hasta que no reciba el informe con el resultado de la investigación abierta».

Tras reunirse con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Magdalena Alvarez apuntó, a preguntas de los periodistas, que «hay una empresa responsable de incumplir un contrato que se le adjudicó con unas características, con unas calidades y unos plazos». Además, la sociedad tendrá que responder «de su responsabilidad de hacer una obra sin interferir otros servicios públicos», en referencia al Cercanías. «Yo hubiera querido», llegó a asegurar a los informadores, «que estos problemas hubieran quedado en el ámbito de lo interno, pero como ustedes me están preguntando, no lo puedo negar».

La ministra resumió que la actuación de OHL «ha colmado la paciencia de los ciudadanos y también la nuestra» porque, dijo, «en sucesivas ocasiones hemos asumido la responsabilidad de una obra cuyas incidencias han sido provocadas por la empresa responsable».

Abierta la veda contra la empresa de Villar Mir en Fomento, tanto Renfe como la Generalitat de Cataluña anunciaron que van a pedir responsabilidades patrimoniales a esta sociedad por los problemas producidos el sábado. El consejero socialista de Obras Públicas del Govern, Joaquim Nadal, aseguró que va a demandar a OHL «por una ejecución insuficiente de la obra».

Comenzó De la Vega

No fue Alvarez el primer miembro del Gobierno que apostó ayer por desviar responsabilidades hacia una de las adjudicatarias de las obras. Por la mañana, la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que lo que ella sabe es que el Ministerio de Fomento está «siempre estudiando las posibilidades que se puedan plantear, exigiendo a las empresas el cumplimiento de sus compromisos y estudiando las razones por las que en algunas ocasiones esos compromisos pueden no haberse cumplido».

«Si hay alguna responsabilidad, tengan la absoluta tranquilidad de que el Gobierno actuará conforme a derecho y con todas las garantías también con las empresas. Pero ahora lo más importante de todo es la seguridad, los ciudadanos, y que las obras lleguen cuanto antes a su fin, porque es verdad que sufrimos mucho todos, pero sobre todo quien tiene que coger todos los días el tren y tiene la angustia añadida de saber que se va a encontrar con una situación complicada», expuso.

La vicepresidenta aprovechó para recordar que esta obra se adjudicó en enero en 2005, y tenía un plazo de ejecución que fijaba en enero de 2007 el final de los trabajos, por lo que subrayó que ya «ha tenido dos prórrogas porque una parte de la obra tiene una enorme complejidad técnica». El secretario de organización del PSOE, José Blanco, remachó este mensaje al afirmar que el actual Gobierno está ejecutando una obra «ya planificada» por el anterior Ejecutivo del PP.

Una nota hecha pública ayer por el grupo Villar Mir, propietario de OHL, destacó que «los problemas y dificultades surgidos en la ejecución de la obra del AVE en Barcelona son de carácter exclusivamente técnico».

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