Uno de los puntos calientes del entramado desmantelado por la Guardia Civil se situaba en la canicería burgalesa propiedad de uno de los detenidos y presunto líder de la célula: Abdelkader Ayachine. Allí desarrollaba su profesión, además de recibir las visitas de los simpatizantes de su movimiento radical.
Pero, además, se da la circunstancia de que el anterior usuario de este establecimiento es un ciudadano marroquí que ha sido condenado a muerte en Marruecos por su relación con los atentados de Casablanca. Se trata de Bouchaib Magheder, detenido en 2003. Ese vínculo también ha sido clave en las pesquisas.
De hecho, este argelino, líder de la célula e imam de Burgos, envió dinero a ese condenado de Marruecos. El detenido ayer en el centro de Burgos cuenta con antecedentes penales por homicidio, lesiones, y varios delitos relacionados con la violencia doméstica. Incluso tiene sobre sí el quebrantamiento de una orden de alejamiento.
Estaba encargado de la recaudación de la Sacat (limosna) entre la comunidad argelina. Esta recaudación era dividida entre los pobres de la zona y los condenados por los atentados de Casablanca.
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