Primero fue una tarjeta de crédito, después un mechero y ahora una mano. Las grietas van en aumento, tanto a lo ancho como a lo alto, en los edificios de viviendas colindantes a la estación de Renfe situada junto al barrio de Gornal, en Hospitalet de Llobregat, a pocos metros de las obras del AVE en Barcelona.
Los vecinos siguen con especial preocupación la evolución de los trabajos en el túnel por el que discurrirá el tren de alta velocidad. Sólo hace falta darse una vuelta por la avenida Vilanova de este barrio de Hospitalet para evidenciar el deterioro del pavimento y de las fachadas de los bloques de pisos más próximos a las obras. Las grietas se han detectado en, al menos, 15 edificios situados a unos 50 metros del área de construcción. Fue en este lugar, precisamente, donde se produjo el pasado sábado un corrimiento de tierras y posterior socavón que ha obligado a suspender parcialmente el servicio de trenes de Cercanías.
Fuentes de la empresa pública Adigsa, dependiente de la Generalitat, confirmaron ayer a EL MUNDO que existe una preocupación «real» por la seguridad en la estructura de muchos edificios de esta zona. En algunos casos, incluso, los técnicos subrayan el «estado grave» de determinadas fincas.
De las primeras grietas detectadas hace seis meses se habría pasado ahora a las fisuras más pronunciadas de las últimas dos semanas, según Adigsa. Los técnicos argumentan, por tanto, que las grietas que estos días asustan a los vecinos que tienen que convivir con ellas a diario no son sólo fruto del último incidente en la construcción de la línea de alta velocidad en Barcelona, que el pasado sábado obligó a cerrar la circulación ferroviaria en una de las vías entre Bellvitge y la estación de Sants para Cercanías.
Desde hace aproximadamente 15 días, un grupo de topógrafos acude mañana y tarde a realizar las pertinentes mediciones del nivel de afectación de las obras en los edificios de viviendas de la avenida Vilanova de Gornal. Fuentes de Adigsa afirman que los resultados obtenidos «preocupan» a los técnicos de la compañía, que recuerda que la Administración sí tiene conocimiento de las evaluaciones y sus correspondientes consideraciones.
Las aseveraciones de Adigsa estarían en consonancia con la alarma de algunos vecinos, que ven crecer las grietas en las fachadas y paredes maestras de sus casas.
Concepción Moreno Ramos vive en el número 14 de la avenida Vilanova. El balcón de su propiedad se está desprendiendo progresivamente del inmueble y el ancho de la grieta inquieta a quien es una de las vecinas más veteranas de un edificio de protección oficial construido hace más de tres décadas.
Ayer alertaba, casi con lágrimas en los ojos, sobre lo que puede pasar en un futuro próximo si las administraciones no ponen remedio. «Llevamos meses pidiendo que nos escuchen y al alcalde es como si le molestaran nuestras quejas», indica resignada. Desde su balcón, repleto de plantas bien cuidadas, se observa perfectamente el estado de las obras del AVE a su paso por Bellvitge y resuena con mayor insistencia si cabe el ruido atronador de las excavadoras de Adif, otro de los quebraderos de cabeza de los vecinos de la zona.
Muchos de ellos ya no quieren ni hablar. Están hartos de que sus quejas caigan en saco roto. De que les reprochen su victimismo. Tienen miedo. No quieren ni oír hablar de tener que abandonar sus domicilios para ir a vivir a un hotel a la espera de un futuro incierto si la cosa empeora. Por ello, critican la actitud de la televisión autonómica catalana, TV3, que no ha emitido las imágenes de las grietas detectadas en los edificios que grabó un equipo de la cadena el pasado sábado.
La comisión de seguimiento de las obras, en la que se encuentran representados la Administración, Adif, entidades y particulares, quiso rebajar, en su reunión del pasado miércoles, la alarma generada en el barrio de Gornal por la aparición de las grietas. En el citado encuentro, los presentes recibieron una copia del informe correspondiente a la auscultación geotécnica de seguimiento de la estructura de los edificios de la avenida Vilanova de Gornal afectados por las obras de construcción del AVE a Barcelona elaborado por el Departamento de Ingeniería de la Construcción de la Universitat Politècnica de Catalunya.
El estudio, en manos de Adif, establece que «hasta el 18 de octubre» no ha habido movimientos significativos en los edificios auscultados. Fuentes municipales aseguraban ayer a EL MUNDO que «no consta que haya fisuras que puedan dañar la estructura de ningún edificio». En términos técnicos y según el citado documento, se estaría muy lejos del umbral rojo que señalaría la inminencia de peligro.
De hecho, según el Ayuntamiento de Hospitalet, gobernado por el PSC, la aparición de grietas de importancia en una quincena de edificios de Gornal ni siquiera se acerca al umbral ámbar, que induciría a tomarse el asunto en serio.
No es la primera vez que aparecen grietas junto al trazado del AVE a Barcelona. Hace unos meses también se detectaron en viviendas de la población de El Prat de Llobregat, lo que obligó incluso a desalojar a una parte de los vecinos afectados por la importancia de las fisuras encontradas.