«He visto mi nombre en algunas listas como candidato a entrenar al Tottenham. Es intolerable, una falta de respeto hacia mi trabajo, mi club y mis jugadores». Era la declaración que esperaba el presidente del Sevilla, José María del Nido, cuando por la mañana abordó a Juande Ramos en el campo de trabajo. Y al igual que la citada sentencia con la que Mark Hugues, técnico del Blackburn, zanjó su posible alternativa al banquillo de los Spurs, la respuesta del manchego fue escueta, inequívoca... y fatal: «Quiero irme».
Y se marchó, rescindiendo su contrato de forma unilateral, tal y como hubo de admitir el club a última hora de la noche en su página web. Juande apenas estuvo 15 minutos en el vestuario con Del Nido y el director deportivo, Ramón Rodríguez Monchi, a quienes dejó estupefactos ante lo que consideraban cercano a un ramalazo de locura de su entrenador. Apenas un par de meses antes, y tras la primera intentona del Tottenham, el presidente sevillista se felicitó del compromiso alcanzado con el técnico: «Nos hemos mirado a los ojos, y Juande se queda hasta el final de la temporada». Ayer, esas palabras quedaban sepultadas por el peso del dinero.
Convertirse en el entrenador mejor pagado del mundo: ninguna otra causa, ni la difícil convivencia con Del Nido, ni el conflicto de competencias con Monchi... ha pesado tanto para que Juande adopte la decisión más controvertida de su carrera, que indudablemente quedará marcada por este episodio de mercantilismo abrumador.
«[...] A veces, aunque resulta insólito, un entrenador también puede recibir una propuesta de trabajo irrechazable a mitad de l temporada. Y este reto me ha llegado a mí ahor. No en junio, en octubre [...]», argumentó el entrenador en el mensaje de despedida de la afición, que hizo público en su página web. «[...] Sería imperdonable no aceptar un proyecto que representa la posibilidad de crecer desorbitadamente a una persona humilde como yo que ya ha cumplido la cincuentena [...]», prosigue en un largo texto exculpatorio y de alto contenido sentimental. «[...] Hay trenes que no tienen retorno, aunque no paren en el arcén en el momento más adecuado [...]», es otra de las frases de su adiós. En apenas unas horas, los propios mensajes de los hinchas refrendaron el voraz proceso de conversión del ídolo en demonio. «Si nos deja tirados es por dinero, y punto», fue el resumen que salió desde la planta noble del club de Nervión. Por mucho dinero, hay que añadir. El pasado jueves, una vez agotada la paciencia con Martin Jol, el Tottenham se lanzó un órdago con Juande. No sólo le subió la oferta, hasta los 6,5 millones por temporada para los próximos cuatro años y medio, sino que apostilló: «Son para ti o para otro».
El club londinense rompió la baraja y los planes del entrenador manchego, que había alcanzado un acuerdo para concluir la temporada que le restaba de contrato en el Sevilla. Después, se marcharía.
Los 6,5 millones netos que percibiría (multiplicando por seis su sueldo en el Sevilla) le convertirían en el entrenador mejor pagado del planeta, una vez despedido José Mourinho del Chelsea, donde el portugués se levantaba 10 kilos anuales. Por detrás de Juande, quedará Sir Alex Ferguson, al que el Manchester abona 6,1 millones. Mucho más alejados se encuentran técnicos como Bern Schuster (3,5), Frank Rijkaard (4,4) o el otro español que dirige en la Premier, Rafael Benítez (3,8 millones de euros en el Liverpool).
Además del dineral, el Tottenham ofreció también al entrenador el mando soberano en la dirección deportiva, un poder que ha echado en falta en un Sevilla al que ha liderado en dos años y medio de auténtico esplendor, culminados con la disputa de la Champions.
Juande no tiene reparos en abandonar a un equipo en la mayor competición de clubes para dirigir a los Spurs, que no pasan precisamente por su mejor momento: son decimoctavos en la Premier y comenzaron la liguilla de la UEFA cayendo con el Getafe en White Hart Line.
Precisamente la derrota con los getafeños precipitó los acontecimientos. El Tottenham finiquitó al entrañable holandés Martin Jol (al que el estadio despidió con una ovación, en pie) y apretó a Juande Ramos, a quien ya había puesto a los pies de los caballos el pasado verano.
Con la temporada en marcha, después de haberle ganado la Supercopa de España al Real Madrid y en puertas de la trascendental previa de la Champions (con el AEK de Serra), Juande fue cazado por el diario Estadio Deportivo, reunido en un hotel sevillano con el vicepresidente del Tottenham, Paul Kemsley.
La crisis se resolvió con un apretón de manos de conveniencia entre el técnico y Del Nido. Se aguantarían esta temporada y luego se dirían adiós. Las aguas parecían haber vuelto a su cauce, pero sólo era la calma que precede a la tempestad.
Para más inri, en la grada de White Hart Line durante el último partido se encontraba Monchi, presencia que fue interpretada por algún diario inglés como un intento del Sevilla para sacar tajada del traspaso de su técnico. «Juro que no he venido a negociar nada», dijo el director deportivo. Fue una de las pocas declaraciones públicas de los protagonistas. Juande, supuestamente, debería hablar hoy, en la previa del partido de Liga con el Valencia.
«El Sevilla es grande porque ha crecido más que nadie en España en los últimos años. Sabremos levantar la cabez, porque lo único importante es este escudo», manifestó José María del Nido en un comunicado hecho público en la página web del club, poco antes de que se diese carácter oficial en la misma la marcha del técnico. Le releva Manolo Jiménez, entrenador del filial.
LOS MEJOR PAGADOS
1º. J. Ramos. (6,5 m. Tottenham). 2º. A. Ferguson (6,1. Manchester).
3º. G. Hiddink (5. Rusia).
4º. R. Mancini (5. Inter).
5º. G. Trapattoni (4,6. Salzburgo).
6º. F. Rijkaard (4,4. Barcelona).
7º. A. Wenger (4,4. Arsenal).
8º. R. Benítez (3,8 Liverpool).
9º. B. Schuster (3,5. R. Madrid)