La ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, consideró ayer que no hay que «quemar a nadie en la plaza pública», y aseguró que no dimitirá mientras siga contando con la confianza del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
«Por insistir más no me voy a ir; lo haré exclusivamente cuando no tenga la confianza de la persona que me ha nombrado», sentenció Alvarez en rueda de prensa en Sevilla en referencia a los problemas surgidos en las obras del AVE a Barcelona. Además, apostó por «una solución intermedia» en la relación con la constructora OHL, informa Europa Press.
La ministra apostó por «un análisis sereno» de la situación, y reiteró que «en ningún momento se ha planteado la rescisión del contrato con OHL», pese a admitir que «no ha hecho bien ese tramo».
No obstante, consideró que «no se trata del cielo o el infierno, puede haber una solución intermedia», y apuntó que «lo normal es sentarse con la empresa para ver en qué se ha equivocado y cómo se va a subsanar en beneficio de los ciudadanos».
Añadió que «la empresa tiene 13.000 trabajadores y no se puede hablar frívolamente», e insistió en que «desde el primer momento se está trabajando con la empresa para reconducir la situación». Añadió que «la cadena de responsabilidades funciona».
«Tratamos de hacer las cosas bien sin tener que quemar en una plaza pública a nadie, aunque algunos quisieran», señaló Alvarez, quien criticó que «cada uno quiere quemar a uno». La titular de Fomento garantizó que «se han modificado las prioridades del trabajo, se han introducido nuevas sociedades y la empresa se hará cargo de los gastos adicionales».
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