«Estos niños tienen padre y madre y no son huérfanos», asegura Annet Rehrl tras corroborarlo con los menores, que según ACNUR no podrían ser considerados como refugiados, por lo que sospecha que hay algo más que un fin humanitario.

Un juez de Chad inculpó anoche a los siete miembros de la tripulación española detenidos en Chad como «cómplices de un delito de secuestro de menores». Respecto al resto de los ciudadanos europeos arrestados, el magistrado acusó a los nueve franceses, entre los que se encuentran tres periodistas, de los delitos de «secuestro de menores y fraude», según informaron a France-Presse fuentes de la Fiscalía de Abeché.

«Todos van a pasar la noche en el Palacio de Justicia de la ciudad y decidiremos mañana [por hoy] el lugar adonde serán trasladados» para su ingreso en prisión preventiva», añadieron las mismas fuentes.

El ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, defendió ayer ante las autoridades chadianas la «presunción de inocencia» de los siete miembros de la tripulación de la compañía Girjet y afirmó que sirvieron «simplemente como instrumento» de la ONG francesa, que contrató sus servicios para sacar del país a los menores. Exteriores ha enviado a Chad a la embajadora de España en Camerún, María Jesús Alonso, ya que el cónsul en Camerún, Vicente Mas, que también se ha desplazado al país africano, ni tan siquiera ha podido contactar con los españoles. La embajadora de España preveía llegar anoche a la capital, Yamena.

Desde Girjet aseguran que el Gobierno de Chad ha ignorado por completo al cónsul español. «Hasta ahora, Exteriores no nos ha resuelto nada. El viernes nos dieron unos teléfonos, pero desde entonces no hemos podido contactar con nadie del Ministerio. Además, al cónsul español no le han hecho ni caso», afirma el director de Planificación de la aerolínea, Fernando Zarza.

Desde Exteriores, desmienten tal extremo y dicen que se ha creado un gabinete de crisis que ha permanecido reunido todo el fin se semana y que ha estado en contacto con las familias de los tripulantes y con la aerolínea. En el mismo sentido se pronunció el secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, que señaló que es «difícil» hacer más de lo ya hecho para desbloquear el incidente.

Sin embargo, la compañía aérea insiste en criticar la desidia de Exteriores. «Cuando los tripulantes fueron detenidos el jueves, llamamos al Ministerio y nos dijeron que fuésemos discretos y mantuviésemos la calma. Han intentado mantener un perfil bajo en la negociación y sólo han actuado por la presión de los medios de comunicación», destaca Zarza. Según Exteriores, se están haciendo gestiones desde el viernes, pero los detenidos no autorizaron al Ministerio para que contactara con sus familias hasta el sábado.

¿Pero, cómo se ha visto envuelta esta compañía catalana en un turbio asunto de tráfico de menores? Zarza argumenta que el vuelo se gestionó por medio de un intermediario aéreo y que nunca tuvieron contacto con el cliente final. «Recibimos un encargo para hacer este vuelo por medio de un broker aéreo, que es una empresa que lanza una petición a unas 100 compañías y elige a una de ellas».

Siempre según el director de Planificación de Girjet, una vez que Girjet fue elegida, les dijeron que debían trasladar a unos niños heridos y enfermos, ya que la zona estaba hasta hace poco en conflicto. «Hemos hecho más vuelos humanitarios. Esta situación nos ha pillado en medio. Pensábamos que se trataba de un vuelo de evacuación», alega Zarza.

Nada más llegar a Abeché, los policías locales se presentaron a bordo, les pidieron los pasaportes y requisaron su equipaje y sus móviles. Desde entonces, no han podido tener ninguna comunicación con los siete tripulantes: el comandante, Agustín Rey; el copiloto, Sergio Muñoz, la jefa de cabina, Tatiana Suárez; Daniel González, Sara López, Carolina Jean y Mercedes Calleja. Según Exteriores, todos «se encuentran bien».