Este repunte puede significar una pérdida de competitividad de la economía española frente al exterior, una reducción del consumo familiar, la elevación de los costes laborales de las empresas (unos 2.500 millones de euros para compensar las cláusulas de revisión salarial por la desviación de los precio), la distorsión en la futura negociación colectiva y un menor superávit del previsto en las cuentas públicas, ya que la revisión de las pensiones costaría a la Seguridad Social unos 2.300 millones si se mantiene esta cifra en noviembre.

De confirmarse este dato del indicador adelantado del Indice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) con los demás países de la UE, que suele acertar el resultado oficial del IPC (que se conocerá el 14 de noviembre), los precios habrían subido más de un 60% en sólo dos meses. Este 3,6% es la tasa más alta del índice armonizado desde agosto de 2006 y, de coincidir con el IPC general, se convertiría también en la inflación más alta en tasa interanual desde esa misma fecha.

La culpa la tiene, pese a la sorpresa del ministro de Economía, al repunte de los precios del petróleo y sobre todo de los alimentos, en especial de productos básicos como la leche, el pan y los huevos.

Crudo y alimentos

La fortaleza del euro con respecto al dólar, divisa sobre la que se abonan las compras del petróleo, no es suficiente para aguantar la escalada de los precios del barril de crudo. Su repercusión sobre los precios finales de los productos, bienes y servicios es una de las causas del repunte inflacionista del que venían hablando los expertos en los últimos días, aunque todas las previsiones eran inferiores al resultado de este indicador.

La subida desde el verano en los alimentos, un mercado abonado a situaciones de pacto de precios y de falta de competencia, se lleva el resto de las responsabilidades.

Se veía venir la subida porque, por ejemplo, en tasa interanual, el precio de la leche subió un 11,1% en el IPC de septiembre; el pan, un 8,1%; y los huevos, un 6,7%.

Los expertos dicen que «se trata de un dato muy negativo» y que la evolución hasta fin de año «puede ser aún peor» porque los últimos meses del año, sobre todo diciembre, suelen ser inflacionistas. Además, será muy difícil conseguir una tasa interanual más baja porque la comparación se hace sobre los mismos meses del año anterior y en 2006 registraron tasas muy bajas, tanto en alimentos como en combustibles.

De todas formas, habrá que esperar el dato de la denominada inflación subyacente o estructural (descuenta del índice general los elementos más volátiles del IPC como los alimentos frescos y los precios de la energía) para ver cual será la tendencia.

Los partidos políticos también manifestaron su reacción sobre este dato. Para Miguel Arias Cañete, secretario de Economía del PP, la subida «ataca directamente al bolsillo de los españoles» y significa «que estamos pagando la factura de la inacción y la falta de proyecto de política económica del presidente del Gobierno». Por su parte, IU dijo que «evidencia las interesadas previsiones del Gobierno» y el PSOE, según la secretaria de Política Económica, Inmaculada Rodríguez-Piñero, se trata de un dato «coyuntural» y pidió que no se saquen conclusiones «apocalípticas y catastróficas».

Lo que es evidente es que la desviación de la inflación supone costes adicionales para las arcas del Estado, de las empresas y de la economía en general. Sólo en lo que respecta al coste de la revalorización de las pensiones y en la puesta en marcha de las cláusulas de revisión de los convenios colectivos, se podrían superar los 5.000 millones de euros.

De esta manera, la desviación de los precios por encima del 2% provocaría un coste de 2.304 millones de euros a la Seguridad Social si la inflación se mantiene en el 3,6% en el mes de noviembre, el que sirve de referencia para revalorizar la paga de los pensionistas que se efectuaría en enero.

Según fuentes del Ejecutivo, consultadas por EL MUNDO, cada décima de desviación de los precios tiene un coste superior a los de 70 millones de euros en la compensación a los pensionistas y otros 72, aproximadamente, en consolidar la subida en la nómina de la pensión en 2008. El coste de la consolidación se aplicará al presupuesto del próximo ejercicio y el de la paga de compensación al presupuesto de gastos de 2007.

Menor renta

La ley garantiza el poder adquisitivo de los pensionistas. Se utiliza para ello el IPC interanual de noviembre -que se conoce a mediados de diciembre- para establecer la compensación, de forma que ésta pueda incorporarse a los Presupuestos y ser abonada a principios de año. El pasado año, la inflación interanual se situó en noviembre en el 2,6%, con lo que la Seguridad Social tuvo que desembolsar 863,7 millones de euros.

El comportamiento de los precios afecta también de forma importante a los resultados de las empresas, ya que, muchas de ellas, tienen firmados convenios colectivos que tienen cláusulas de revisión salarial. Según datos deUGT, al mes de septiembre, la subida salarial media recogida en los 3.624 convenios colectivos firmados llegó al 2,88% y afectó a más de siete millones de trabajadores de 918.483 empresas.

Del total de convenios, 1.412 contemplaban cláusulas de revisión salarial. El número de trabajadores afectados superó los 4,7 millones y las empresas que los suscribieron fueron 571.334. Según las estimaciones realizadas en años anteriores, la desviación del IPC podría suponer este año, de acabar en los niveles actuales, un coste de entre 2.300 y 2.500 millones paras las empresas.

1. El peor octubre desde 1983. La subida de nueve décimas en los precios, si se confirman los datos del Indice de Precios de Consumo Armonizados (IPCA), es la mayor registrada en este mes desde 1983.

2. Un 60% en dos meses. Los datos facilitados por el INE suponen un incremento del 60% en los precios en sólo dos meses.

3. Las causas. La escalada del precio del petróleo, a pesar de la cotización récord del euro frente al dólar y el subidón de los alimentos.

4. Productos básicos. Hasta septiembre, el IPC había experimentado una subida del 11,1% en la leche; 8,1% en el pan y un 6,7% en los huevos.

5. Los costes. La revisión de las pensiones por la desviación de la inflación podría superar los 2.300 millones de euros, mientras que las cláusulas de revisión salarial firmadas en los convenios colectivos podrían suponer un desembolso cercano a los 2,500 millones.

4. Pronósticos. Los analistas prevén que el IPC siga creciendo hasta final de año