La número dos del Gobierno trataba de zanjar así la incógnita que dejó abierta la sentencia al absolver como presuntos autores intelectuales a los tres acusados a los que la Fiscalía apuntaba como los cerebros del 11-M.

Fernández de la Vega explicó, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que «los hechos probados» de la sentencia señalan «con meridiana claridad» como «autores materiales a los miembros de una célula yihadista».

Al margen de ellos, «no hay razones para especular», añadió, «respecto a la existencia de otros miembros no integrados en ella a la vista de la sentencia y de los hechos probados». Además, la vicepresidenta explicó que la sentencia también «delimita expresamente su vinculación con algunas de las organizaciones que forman parte del yihadismo mundial», como el Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM).

La vicepresidenta calificó la sentencia como «esclarecedora», «histórica» y «reparadora» porque «cierra definitivamente el paso triste y patético a todos aquellos que bajo el manto de engaños y tergiversaciones de la verdad han tratado de ocultar la verdad». Para ella, según explicó, «la Justicia ha cerrado la puerta a las dudas» sobre el atentado porque «sabemos qué ocurrió el 11 de Marzo de 2004, quién lo hizo y cómo lo hizo».

Visiblemente molesta y tratando de dar carpetazo definitivo al asunto, clamó tras ser preguntada por las dudas planteadas por el PP: «¡Basta ya de mentiras y manipulaciones! Los culpables están en la cárcel y los ciudadanos y las fuerzas políticas tenemos que estar unidos con las víctimas y transmitir sosiego y serenidad». La portavoz calificó como «poco razonable» la postura de los populares y calificó como «graves» sus acusaciones de que el PSOE está tratando de utilizar la sentencia para no perder las elecciones.

Para De la Vega, la sentencia «demuestra que la democracia ha funcionado», «el buen hacer de los cuerpos y seguridad del Estado» y del «sistema judicial».

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que también compareció ante la prensa tras el Consejo, respondió al Partido Popular que ni él ni el presidente del Gobierno han vinculado nunca la Guerra de Irak con el atentado del 11-M. El día anterior, el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, pidió a Zapatero que admitiera que «Irak no ha sido» la causa del atentado.

Rubalcaba dijo no entender «el interés del PP en discutir sobre Irak». «Yo, si fuera ellos, huiría de ese debate como de la peste». Ahora bien, dijo, «si quieren debatir sobre ello, tenemos elementos para debatir». El ministro aseguró que hay tres referencias sobre Irak: la primera es que «se menciona en la propia sentencia» la segunda, que «existe esa vinculación en la documentación de los servicios de inteligencia y de las fuerzas de seguridad» que se entregó a la Comisión de Investigación del 11-M. Y la tercera referencia procede «del sentido común», según el ministro.