José María Aznar irrumpió ayer en la trinchera política con unas declaraciones sobre el 11-M que sirvieron de excusa al PSOE para divulgar un vídeo contra el PP, ideado antes de la sentencia. Las palabras de Aznar comprometieron el nuevo discurso de Rajoy, empeñado esta semana en enfriar la polémica política en torno a la masacre y enfocar la precampaña hacia su alternativa programática para 2008.
El ex jefe del Ejecutivo y presidente de honor del PP ratificó en Antena 3, «íntegramente», lo que declaró el 29 de noviembre de 2004 en la Comisión de Investigación del 11-M, y reiteró que «los que idearon estos atentados no están en desiertos remotos ni en montañas lejanas, sean quienes sean». «Ese atentado tuvo un objetivo muy especial», añadió. «El objetivo político de cambiar el curso político de España y, desgraciadamente, consiguió sus objetivos».
El presidente de Faes, además, pasó al contrataque frente a la exigencia de los socialistas de que el PP «pida perdón» por haber relacionado a ETA con el atentado. «Si alguien tiene que dar alguna explicación» argumentó Aznar, «son quienes defendieron la tesis de Irak» en los atentados, «los que cercaban las sedes del PP, los que llamaban asesinos a los diputados del PP».
Las palabras de Aznar de ayer no diferían mucho de las pronunciadas por Eduardo Zaplana el pasado jueves en la sede del partido, o de lo declarado por el propio Mariano Rajoy la víspera, nada más escuchar la sentencia de labios del presidente del tribunal del 11-M. «Hemos apoyado la investigación que ha dado lugar a la sentencia dictada hoy», decía, «y seguiremos apoyando cualquiera otra que permita avanzar sin limites en la acción de la Justicia, ya que los acusados como inductores o autores intelectuales, son los términos que utiliza la sentencia, no han sido condenados como tales».
Sin embargo, la inoportunidad de las declaraciones de Aznar a los ojos de la dirección del partido quedó clara ayer cuando el coordinador del programa electoral, Juan Costa, se esforzó por no comentar de manera explícita ante los informadores reunidos en la sede de la calle Génova lo dicho por su presidente de honor. En cambio, invocó una y otra vez el nuevo y más recurrente mensaje de la cúpula popular: «Lo importante es no utilizar la sentencia para hacer política y mirar al futuro», afirmó Costa en contestación a reiteradas preguntas, y flanqueado por la secretaria ejecutiva Soraya Sáenz de Santamaría y por la edil vasca Regina Otaola.
Y es que, más allá del contenido de sus palabras, el PP se ha esforzado desde el lunes en sacar el 11-M de la agenda política. Rajoy echó el freno de mano en la reunión de maitines y Acebes se limitó a declarar que era el PSOE el que, pese al «doble lenguaje» de Zapatero, se empeña en volver sobre la sentencia. El martes, el Grupo Parlamentario designó a su número dos, Jorge Fernández, para contestar con un perfil bajo o medio a un Rubalcaba cuya comparecencia fue pedida, al hilo de la resolución, por Izquierda Unida. Ayer, el portavoz popular en el Senado, Pío García-Escudero, centró el control a Zapatero en la Economía, y fue un senador del PSOE el que se encargó de hacer hablar sobre el juicio del 11-M al ministro de Justicia.
Pese a invocar en todo momento a Rajoy, los populares llegaban casi a desmentirle ayer, o, al menos, a olvidar su declarado compromiso de seguir apoyando en el futuro y «sin límites» la investigación sobre la autoría intelectual de la masacre. Costa, quien empezó por puntualizar que, sobre el 11-M, «la posición del PP es la de Rajoy», proclamó el «respaldo» de su partido a la sentencia como «instrumento de avance del Estado de Derecho en la lucha contra el terrorismo», y sobre todo, pidió «mirar hacia adelante», «estar unidos» y «trabajar de forma conjunta contra el terrorismo internacional».
«No tiene sentido», afirmó Juan Costa en una afirmación que podría haber firmado el propio Rodríguez Zapatero, «y es criticable la falta de responsabilidad de los grupos que pretenden hacer política con valoraciones sobre la sentencia».
Eso sí, el dirigente popular aprovechó la ocasión para emplazar al PSOE a regresar a los principios del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, para volver a luchar juntos, esta vez y en lo sucesivo, contra ETA y los islamistas.
Sólo por la tarde, una vez visionado el vídeo del PSOE sobre las «mentiras» de Aznar, Rajoy, Acebes y Zaplana, Génova cocinó y distribuyó su propia respuesta, en forma de argumentario, sobre las «mentiras de Zapatero», referidas no sólo al 11-M sino también a ETA y los GAL.
El documento incluye 26 afirmaciones del líder socialista y de sus más estrechos colaboradores, las últimas referidas a las propias promesas de Zapatero, Rubalcaba y Blanco de «mirar hacia adelante» en relación con el 11-M que, en opinión de los populares, quedaron ayer desmentidas con la divulgación del vídeo de Ferraz.
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