El juez Juan del Olmo, titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, ha pedido abandonar este tribunal para ocupar una plaza de nueva creación en la Audiencia de Murcia.

Del Olmo ha participado en un concurso de traslado que apareció publicado en el BOE el 25 de octubre, sólo seis días antes de que se conociera la sentencia sobre los atentados del 11-M.

En ese concurso se incluye una vacante en la Audiencia de Murcia perteneciente al orden civil. Aunque Del Olmo hubiera preferido seguir en la jurisdicción penal, a la que lleva dedicado desde 1989, no son muchas las oportunidades de aspirar a una plaza de magistrado en la ciudad en la que reside su familia, por lo que el instructor del 11-M ha decidido presentar su instancia.

Sin embargo, no es del todo seguro que consiga el destino ofertado. Aún no se sabe cuántos magistrados optan a esa misma plaza ni si superan en antigüedad a Del Olmo. Este ingresó en la carrera judicial hace 21 años y se considera difícil que otro aspirante tenga más antigüedad que él. Pero el concurso precisa que la plaza corresponde al orden civil, por lo que tienen preferencia los magistrados que hayan prestado servicio en esa jurisdicción en los últimos años, aunque sean más modernos en la carrera que Del Olmo.

Fuentes del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) explicaron que si la plaza ha sido solicitada por cualquier magistrado cuyo último destino haya sido en el orden civil, Del Olmo no podrá marcharse a Murcia y tendrá que continuar en la Audiencia Nacional, a la que llegó por primera vez en julio de 1998 para hacerse cargo, en comisión de servicio, del Juzgado número 1.

La instrucción del 11-M

Juan del Olmo lleva más de un año comentando su deseo de regresar a Murcia. La instrucción del 11-M le ató a la Audiencia Nacional, de la que no se ha querido mover mientras han arreciado las críticas por su investigación de los atentados. Su mayor error fue la obligada excarcelación de Saed Harrak (ahora condenado a 12 años de cárcel) por no haber prorrogado a tiempo su prisión preventiva. Llamativamente, ese error no tuvo ninguna consecuencia para el juez, pese a que la Inspección del CGPJ constató que Del Olmo «no estableció sistemas de control adecuados» de la prisión de los imputados por el 11-M.

Ahora, una vez conocida una sentencia que en lo esencial avala su trabajo (el Tribunal no ha aceptado ninguna petición de nulidad y ha condenado a la mayoría de las personas que él procesó), se siente liberado del sumario. El caso 11-M, sin embargo, aún no ha acabado, ya que el propio Del Olmo mantiene abiertas unas diligencias para continuar distintas líneas de investigación.