Las cuentas presentadas por el equipo del vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, para el ejercicio 2008 sitúan el incremento del PIB en el 3,3%. Ese escenario no ha tenido muchos partidarios, al margen del Instituto de Crédito Oficial (ICO).

Las previsiones que se han ido realizando desde que Economía presentara sus predicciones en el Congreso, han ido rebajando los índices y van desde el 3,2% que pronostica el Instituto de Estudios Económicos hasta el 2,7% de Caja Madrid.

El Consejo Superior de Cámaras de Comercio rebajó la previsión del Ejecutivo hasta el 3,1% y organismos como el Santander, Intermoney y, además, el Banco De España, pusieron el listón en el 3%. Hasta el 2,9% tiró a la baja la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) y una décima menos (2,8%) han pronosticado Analistas Financieros Internacionales (AFI) y servicio de estudios del BBVA. Las previsiones más bajas para 2008 son las del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Caja Madrid, que las han situado en el 2,7%.

El Gobierno español, no obstante, restó ayer importancia al recorte e indicó que el escenario general que describe la Comisión para el crecimiento de 2008 coincide «básicamente» con lo previsto, señalaron a Europa Press fuentes de este departamento.

Las mismas fuentes precisaron que un crecimiento del 3% como el que estima la previsión «no entrañaría ninguna dificultad para cumplir los presupuestos para el ejercicio de 2008» y que dicha estimación «se enmarca dentro del proceso de desaceleración suave prevista por el Gobierno».

Riesgos a la baja

El Ministerio de Economía recordó que el titular de esta cartera, Pedro Solbes, ha reiterado en las últimas semanas que existen riesgos a la baja sobre el crecimiento en el entorno internacional debido a las turbulencias financieras que empezaron en el verano.

Además, el vicepresidente segundo también ha señalado que estos problemas del mercado serán tenidos en cuenta a la hora de revisar el cuadro macro en diciembre, cuando se elabore el programa de estabilidad.

Con respecto a los riesgos de la desaceleración, que podría ser mayor según la CE por el desplome de la construcción, Economía descarta «una caída brusca» de la actividad en el sector.