El líder bolivariano, a quien sus asesores piden más «prudencia» ante su incontinencia verbal, dijo que «en 2002 estaba el mismo Rey y no el mismo presidente». «Ahora me hago esta reflexión. Esta mañana [por ayer], me di cuenta. ¡Qué inocente, yo! Si es el Rey el que dirige la política Exterior de España, y no el presidente del Gobierno», espetó Chávez.

Además, con la verborrea que le caracteriza, el mandatario venezolano explicó su versión de la controversia desatada por la frase del Monarca. «Yo no oí al Rey. Me dijeron que algunos funcionarios españoles le agarraron del brazo, porque él es fornido, alto... se puso como un toro bravío». Y agregó: «Si él se levanta, yo no soy torero, pero ¡olé!».

A medida que su encuentro de ayer con periodistas avanzaba, Chávez fue endureciendo sus referencias al Rey y al golpe de Estado de 2002. Así, recordó que el entonces embajador español, Manuel Biturro, entró junto a su homólogo estadounidense «con el pecho afuera y muy sonreídos» a la sede presidencial de Miraflores en 2002, cuando él se encontraba preso. Y dictaminó: «Es muy difícil pensar que el embajador español va a estar en Palacio (de Miraflores) apoyando a los golpistas sin autorización de Su Majestad».

Ataviado con su característica camisa roja (el color de la revolución), Chávez conversó ayer en Santiago durante más de una hora con periodistas chilenos, en una rueda de prensa transmitida por la televisión estatal venezolana. Chávez «entendió» la actitud de Juan Carlos I, porque los Monarcas son «seres humanos de carne y hueso, que también se alteran». Aunque, dijo, que se sorprendió «por esa molestia, esa furia».

«Un jefe de Estado debe intentar siempre mantener la compostura. Yo creo que el Rey se llenó de ira y puede ser una ira vieja, de 500 años», señaló mientras hablaba del «holocausto indio» durante la colonización española. «¿Por qué no te callas?», se preguntó Chávez ante las preguntas de los periodistas, aludiendo a la intervención fuera de los micrófonos de Juan Carlos I. A lo que Chávez se contestó: «Señor Rey, le digo lo siguiente: tenemos 500 años aquí, nunca nos callaremos y mucho menos ante la voz de un monarca».

Chávez señaló que tras llamar «fascista» a Aznar, al principio de la Cumbre, almorzó «lado con lado» con Zapatero y que ambos hablaron durante dos horas. El presidente venezolano evocó algunos momentos de la sobremesa y relató: «Zapatero me dijo: 'Chávez, brindemos por los pobres del mundo'. Y brindamos». También recalcó que en el almuerzo Zapatero «no me dijo malestar ninguno» por los calificativos a Aznar.

El venezolano también tuvo palabras para Mariano Rajoy, quien achacó el incidente a las «amistades peligrosas» de Zapatero: «Yo ando volando. No como las moscas, que se paran en el excremento. No tengo nada que responder al excremento».

Chávez dijo que Venezuela «mantendrá las mismas relaciones» con España. «España tiene bancos en Venezuela, los hemos respetado. Tienen muchas empresas que compraron durante la privatización», recordó, aludiendo al caso Viasa, una aerolínea estatal que compró Iberia, con el auspicio de los ex presidentes, Felipe González, y Carlos Andrés Pérez, para luego desmantelarla.

El bolivariano dijo que «no quiere estar chocando con España» y que su ministro de Exteriores habló con el español «para aclarar esto». «Me sorprende, porque no hago referencia al actual Gobierno español».

Sin embargo, su número dos, el vicepresidente Jorge Rodríguez, dijo que «si las relaciones se perjudican sería por culpa de España y en ese caso quien saldría perjudicada es España». Rodríguez fue duro con el Rey: «Su actitud fue vulgar y grosera. Que se olviden de veleidades imperiales. El señor Juan Carlos puede tratar así a sus súbditos, si sus súbditos lo permiten, pero los venezolanos somos un pueblo libre y soberano».

1. «Señor Rey, responda: ¿sabía usted del golpe de Estado contra el Gobierno de Venezuela?».

2. «¡Qué inocente, yo! Si es el Rey el que dirige la política exterior de España y no el presidente del Gobierno».

3. «Es muy difícil pensar que el embajador español va a estar en Palacio apoyando a los golpistas sin autorización de su majestad».

4. «El Rey se puso como un toro bravío».

5. «¿Por qué no te callas? Señor Rey, le digo lo siguiente: tenemos 500 años aquí, nunca nos callaremos y mucho menos ante la voz de un monarca».

6. «Comí con Zapatero y no me dijo ningún malestar (por llamar fascista a Aznar). Me dijo: 'Chávez, brindemos por los pobres del mundo'. Y brindamos».

7. (A Rajoy) «Yo ando volando. No como las moscas, que se paran en el excremento. No tengo nada que responder al excremento».

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