El jefe del Estado Mayor italiano derrotó ayer a Félix Sanz Roldán, el primer candidato español para presidir el Comité Militar de la OTAN, en una votación democrática y secreta entre los 26 miembros de la Alianza Atlántica.
El general español, la primera apuesta nacional para ocupar el principal cargo uniformado al que puede aspirar un europeo (el mando supremo de las misiones lo tiene siempre un estadounidense), fue eliminado en la primera vuelta por el italiano Giampaolo di Paola y el polaco Franciszek Gagor, favorito por provenir de un país del antiguo Pacto de Varsovia y que sigue marginado en la jerarquía pese a sus contribuciones, numerosas y sin trabas, a las misiones de la OTAN y de EEUU.
El Gobierno español presentó su candidatura en agosto, justo antes de que se cerrara el plazo; tras su campaña de las últimas semanas, Defensa y Exteriores aseguraban, optimistas, que Sanz era el claro favorito. Pero los expertos en Bruselas advertían que el español y el italiano «se anulaban» y sólo quedaría uno de ellos para batirse con el polaco. Además, dudaban de la viabilidad de la opción española, pese al prestigio del candidato, por la fuerza militar de Italia, cuyas tropas triplican a las de España en la OTAN y están al mando de misiones en Afganistán, Kosovo y Bosnia.
«No es una competición»
Tras la votación, Sanz aseguró no estar decepcionado, porque se trataba sólo de «un servicio como otro cualquiera». «He representando a España con toda la dignidad que he sido capaz», dijo, en declaraciones a la prensa en un pasillo del Cuartel General de la Alianza, a las afueras de Bruselas. «En este caso no es una competición, se pide un servicio adicional a los que ya has prestado durante 40 años y estás dispuesto a hacerlo», comentó.
El general rechazó que existiera un vínculo entre la representación nacional en las misiones de la Alianza y la votación de ayer, que se celebró en una reunión a puerta cerrada donde sólo participaban los 26 jefes de Estado Mayor y el actual presidente del Comité Militar, el canadiense Ray Henault. Con la tradicional independencia centroeuropea del poder militar respecto a los gobiernos, cada uno introdujo su papeleta (también los candidatos, que podían votarse a sí mismos) sin que ningún civil ni asesor tuviera acceso a esa información. De hecho, según fuentes diplomáticas, ni siquiera el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, tenía «la más remota idea» de quién sería el elegido.
«Los miembros del Comité Militar llevamos mucho tiempo juntos y votamos siguiendo directrices de nuestros gobiernos, pero también haciendo uso de lo que pueda ser mejor para el Comité Militar», explicó el general español, el más apreciado desde el punto de vista personal. «Es el más simpático y cercano, el que hace más chistes», explica un veterano de la OTAN.
Félix Sanz quedó descartado en la primera ronda de votaciones. Posteriormente, Giampaolo di Paola se impuso con 14 votos a Franciszek Gabor, que obtuvo sólo ocho.
Los más decepcionados son los polacos, que esperaban ser los primeros del antiguo bloque soviético en conquistar el puesto con la ayuda de las presiones de Estados Unidos. Sin embargo, la tensa relación de su país con Rusia ha jugado, al final, en contra del general Gagor, en particular por la oposición alemana.
«Al final, esto es como Eurovisión... no gana la mejor canción, sino que cada país vota a sus amigos», se quejaba ayer un funcionario polaco, entristecido por la derrota de un candidato «realmente bueno» y por que la «nueva OTAN» siga perdiendo frente a los fundadores que controlan la organización.