Lunes, 19 de noviembre de 2007. Año: XVIII. Numero: 6546.
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 ESPAÑA
MISION EN AFGANISTAN (II) / La cooperación
La inseguridad obliga a España a parar los trabajos de reconstrucción en la mitad de 'su' provincia afgana
Tras las importantes mejoras logradas en infraestructuras, en media provincia no se realizará ningún trabajo el próximo año
M.pi.NICA BERNABE. Especial para EL MUNDO

QALA-E-NOW (AFGANISTAN).- España ha abandonado por razones de seguridad los trabajos de reconstrucción en casi la mitad del territorio de Badghis, la provincia de Afganistán que tiene a su cargo. En 2008 no hará ningún proyecto en el norte de la región -en los distritos de Ghormach, Bala Murg-hab y parte de Jawand-, ya que los talibán se han hecho fuertes en esa zona, y sólo actuará en una eventual emergencia, distribuyendo ayuda humanitaria.

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A pesar de ello, el Gobierno español mantiene el compromiso adquirido en la Conferencia de Londres de febrero del 2006 de destinar 150 millones en cinco años a la reconstrucción y gobernabilidad de Afganistán. De estos 150 millones, 50 los ejecuta directamente sobre el terreno personal español. El trabajo realizado ya es ingente.

España lidera en Badghis un Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT, en sus siglas en inglés), que se debe encargar de la seguridad, reconstrucción y mejora de la gobernabilidad de la provincia. Para ello, cuenta con una decena de civiles y 225 efectivos militares. Los civiles, contratados por Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), son los que llevan el peso de las labores de reconstrucción y desde junio, cuando los talibán iniciaron la ofensiva en el norte de la provincia, cada vez lo tienen más difícil para realizar su trabajo. De hecho, para el año que viene ya han previsto reducir su campo de actuación.

En el 2008 los cooperantes y técnicos españoles sólo trabajarán directamente en uno de los siete distritos de Badghis -en Qala-e-Now-, y delegarán a empresas afganas la ejecución de los proyectos en casi cuatro distritos -Ab Kamari, Moqur, Qadis y parte de Jawand-, mientras que en dos más -Bala Murghab y Ghormach- no harán nada.

Por otra parte, ya se han intensificado las medidas de seguridad por riesgo de atentados suicidas y secuestros. El personal de la Aeci no puede salir del PRT sin escolta armada, a diferencia de meses atrás cuando en algunas zonas se podía mover libremente: ahora debe ir acompañado de cuatro soldados en la capital, Qala-e-Now, y al menos ocho, si sale fuera de la ciudad. Estas medidas de seguridad contrastan con las del resto de cooperantes extranjeros -pocos- que trabajan en la zona: también tienen los movimientos restringidos y se desplazan siempre en vehículo, pero no van con vigilancia armada. De hecho, en Qala-e-Now, donde se concentran todos los internacionales, nunca ha ocurrido ningún incidente.

Algunas fuentes achacan el excesivo celo español en la seguridad al hecho de que Afganistán se está utilizando reiteradamente en nuestro país como arma política arrojadiza y, en consecuencia, un posible incidente podría llevar al traste una misión donde España se juega mucho: el programa de reconstrucción previsto para Badghis es impresionante.

La Aeci está centrando su actuación en la habilitación de carretera con el objetivo de poder llegar a todos los puntos de la provincia y promover después el desarrollo, ya que en Badghis sólo había hasta ahora caminos rurales en mal estado, según explica Ignacio Alvaro, responsable de la AECI en Badghis. En la actualidad, ya se han construido más de 100 kilómetros de carretera y, por ejemplo, ya casi se ha finalizado la vía que une Qala-e-Now con Herat, la ciudad más importante del oeste de Afganistán.

El trayecto en vehículo duraba antes ocho horas. Ahora tan sólo cuatro. Para realizar todas estas obras, España ha llevado hasta Badghis una treintena de máquinas de gran tonelaje, que han permitido licitar los trabajos a empresas afganas a precios más competitivos, ya que la propia Aeci ha aportado la maquinaria.

La segunda prioridad está siendo la mejora de la salud en una provincia donde la esperanza de vida es de 45 años, y la tasa de mortalidad infantil, altísima: uno de cada cuatro niños muere antes de los cinco años. Para ello, se ha puesto especial énfasis en el saneamiento del agua para conseguir que el mayor número posible de familias pueda tener agua potable en casa. Eso ya se ha conseguido en toda la ciudad de Qala-e-Now. De hecho, la situación en esa ciudad es ahora mejor que en la capital afgana, Kabul. No sólo hay agua potable en todas las casas, sino también electricidad durante nueve horas diarias. En Kabul el suministro eléctrico es variable, pero nunca superior a las cuatro horas al día.

También se ha mejorado y ampliado el hospital de Qala-e-Now hasta el punto de que las instalaciones, que entrarán totalmente en funcionamiento en primavera, serán mejores que el hospital de Herat, que hasta ahora había sido el de referencia en toda la zona oeste de Afganistán. Ya ahora muchos pacientes prefieren ir al hospital de Qala-e-Now que al de Herat y el número de personas atendidas en el centro de Badghis ha crecido este año un 20%.

Asimismo se están haciendo otras actuaciones paralelas en otros sectores. En educación, se han edificado seis escuelas y se han adquirido 160 tiendas de campaña para utilizarlas como colegios provisionales. Y en agricultura, se han reconstruido acequias y se plantea la introducción de cultivos alternativos al opio.


«Nunca se habían hecho tantas obras»

M. B.

QALA-E-NOW.-«Nunca se había hecho tanta reconstrucción en Badghis como con el PRT español», asegura Shafiul Islam, responsable de los proyectos de salud de la ONG internacional BRAC, que es una de las pocas que continúan trabajando en la provincia de Badghis a pesar de los problemas de seguridad, y una de las que mejor conocen la zona. La opinión de Islam no es única. Pregunte a quien se le pregunte en Badghis, reconoce el trabajo de los españoles. «Este PRT es el mejor de Afganistán», comenta Karim Nasrad, que tiene una empresa de construcción en la capital provincial, Qala-e-Now, y, lógicamente, ha resultado beneficiado por las licitaciones que la Agencia Española de Cooperación Internacional (Aeci) ha convocado para la adjudicación de obras.

Además, en algunos momentos se han llegado a contratar hasta 500 trabajadores locales para la realización de buena parte de los trabajos, según explica el responsable de Aeci en Qala-e-Now, Ignacio Alvaro. El mulá Ambiá, líder de una comunidad de pashtunes formada por mil familias que viven en Qala-e-Now, explica por qué los efectivos españoles son tan bien vistos: «Cuando vamos al gobierno provincial a pedir trabajo, nos acusan de ser talibán o de pertenecer a Al Qaeda». Los talibán pertenecen a la etnia pashtún. «El PRT nunca nos ha tratado así, e incluso está construyendo un pozo».

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