El PSOE y el Gobierno negaron ayer que dirigentes de los socialistas vascos y ETA se reunieran el mes pasado en una zona de la frontera entre Alemania y Austria, como se afirma en un informe policial desvelado por EL MUNDO, informe fechado el 23 de octubre y en poder de la UCI (Unidad Central de Inteligencia), es decir, de los servicios de inteligencia. Aunque ni el ministro del Interior ni el secretario de Organización del PSOE negaron la existencia del documento y se centraron en rechazar que existiera tal reunión, la batería de medios afines al Gobierno aprovechó la circunstancia para tratar de presentar los hechos como un desmentido a este periódico. Evidentemente, EL MUNDO no estuvo en la pequeña localidad centroeuropea donde, según el documento policial calificado como «confidencial», se realizó el encuentro. Sin embargo, sí ha tenido acceso al informe que deja constancia de ello.
Si la información que contiene ese documento es falsa, como asegura el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba, habrá que preguntarse entonces por qué se redacta. Y si es tan disparatada, habrá que preguntarse además por qué le da curso internamente nada menos que el director adjunto operativo de la Dirección General de la Policía. El problema para la credibilidad del Gobierno es su comportamiento en el pasado inmediato. Su táctica ha venido siendo la de negar de forma sistemática que hubiera determinados encuentros con los terroristas y sus representantes. Cuando la banda ha ido dando detalles de los mismos, entonces ha aducido que estas reuniones se producían a título personal, por más que uno de los participantes, Jesús Eguiguren, sea el presidente de los socialistas vascos. Los contactos siguieron incluso después del atentado de la T-4, cuando dirigentes del Sinn Fein convencieron al Ejecutivo de que ETA tenía todavía una oferta que plantearle.
Con estos precedentes, el único desmentido que hoy puede tener crédito debe incluir la explicación del origen de la nota y responder a la pregunta de por qué ha sido remitida a los agentes expertos en antiterrorismo y qué tratamiento le han dado éstos. Emplazamos públicamente al Ministerio del Interior a que lo haga. De lo contrario, debemos inclinarnos a creer, como ayer manifestó el líder del PP en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, que «el partido está en el descanso» y ahora «se negocia en los vestuarios».
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